Los desencuentros que llevaron a juicio al puerto de Valparaíso y al terminal de cruceros

25 DE NOVIEMBRE DEL 2019 CRUCERO EN VALPARAISO. FOTO: DEDVI MISSENE

Valparaíso sufrió una caída en las recaladas de cruceros en los últimos años. La falta de prioridad para las naves de pasajeros en los frentes de atraque, así como las tarifas que se cobran a la industria en este puerto, fueron los gatillantes que la operadora del terminal de pasajeros expone en la demanda para poner fin al contrato. La situación hoy tiene en ascuas a este rubro.


El 31 de julio, la concesionaria que opera el edificio del terminal de pasajeros ubicado en el sector Barón, en las cercanías de los distintos sitios de atraque de los cruceros, notificó comunicó a la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV) el término del contrato por 30 años que firmaron en 2002. En ella, especificó como fecha de término el 11 de diciembre de 2020.

Valparaíso Terminal de Pasajeros (VTP) -controlada por Agunsa, del grupo Urenda- acusa a la firma estatal de incumplimiento de contrato producto de reiterados cambios. La falta de prioridad en el sitio para los cruceros en el Terminal 1 del puerto de Valparaíso, operado por la empresa Terminal Pacífico Sur (TPS) fue esgrimido como uno de los gatillantes de la demanda que presentó el 3 de agosto contra EPV. La firma pide al tribunal condenar a EPV al pago US$16,2 millones por concepto de indemnización de perjuicios. De ese total, US$4,6 millones corresponden a daño emergente y US$11,5 millones a lucro cesante.

Los hechos se remontan al 2016, cuando EPV aprobó un manual de servicios del Terminal Pacífico Sur que eliminó la preferencia extraordinaria de atraque de los barcos de pasajeros en el Terminal 1 de TPS que gozaba la industria de cruceros cuando se suscribió el contrato de concesión. VTP detalla en el escrito ingresado al 1º Juzgado Civil de Valparaíso que por esta razón las naves se cambiaron al Puerto de San Antonio, situación que -aseguran- les causó perjuicios económicos.

Para VTP, esto constituyó una “discriminación en perjuicio de los cruceros al impedirles concretar y dejar a firme una reserva de sitios con una antelación compatible con la práctica comercial de esa industria”. Un punto en que hacen énfasis es que desde antes de 2017, el Puerto de San Antonio no recibía cruceros.

Por otra parte VTP relata que las dificultades comenzaron al inicio de la concesión y se extendieron durante toda la ejecución del contrato. La concesionaria sostiene que EPV cambió al menos tres veces la ubicación donde se emplazaría el terminal de pasajeros, lo cual significó modificar varias veces el proyecto y un aumento en los costos.

“EPV de forma constante, una y otra vez, ha privilegiado otros intereses, dejando los requerimientos del Terminal relegados a una segunda clase. VTP ha tenido que ir adaptándose a las necesidades de los demás actores de la industria que permanentemente han sido privilegiados por EPV”, dice la firma.

Tarifas que aplican empresas portuarias y concesionarios

Las tarifas que se cobran a la industria de cruceros son otro punto de conflicto.

A juicio de VTP, la empresa estatal cobra un monto excesivo por concepto de Tarifas de Uso de Puerto (TUP) a naves de cruceros, fuera de mercado y 74,4% más alto que su competencia directa, Empresa Portuaria de San Antonio. Para el concesionario, esto desincentiva la recalada de cruceros en Valparaíso. Actualmente, las empresas portuarias pueden cobrar distintas TUP e incluso algunas no cobran, como la Empresa Portuaria Talcahuano, Empresa Portuaria de Chacabuco y Empresa Portuaria Austral. Estas tarifas se han ido fijando en la medida que la industria se ha ido desarrollando en los diferentes puertos. Los rangos de precios van desde los US$0,10 a US$0,41 por TRG (toneladas de registro grueso).

En la demanda, VTP argumenta que al momento de firmarse el contrato de concesión y durante los primeros años, en Valparaíso no existía una TUP aplicada a cruceros y que en razón de ello, se aplicaba a estos la TUP que existía para “naves especiales”, que era bastante baja, lo cual generaba condiciones adecuadas para impulsar la incipiente industria de cruceros y posicionaba al Puerto de Valparaíso como un destino con importantes atractivos económicos para la industria, lo que favorecía el desarrollo exitoso del negocio de VTP. Fue en el 2004 cuando EPV creó la tarifa TUP para las naves de pasajeros.

“Entre 2003 a 2004 se aprecia un aumento de un 442% de monto que los cruceros debían pagar por TUP y, entre 2003 a 2018, dicha tarifa ha subido más de 700%”, dice VTP en el escrito judicial.

Además de la tarifa TUP que aplican las empresas portuarias a los cruceros, existen otras que aplican los concesionarios a dicha industria.

VTP también culpa a la empresa estatal por permitir y autorizar cobros que también califica de excesivos, por servicios especiales a la naves por parte de otros concesionarios del puerto. Estos servicios tienen relación con desembarque y embarque de pasajeros, entre otros. de VTP no es concesionario de un frente de atraque sino del terminal de pasajeros ubicado al interior del Puerto y de la provisión de infraestructura para la atención de pasajeros de cruceros de turismo. En ese sentido, VTP requiere necesariamente que los cruceros recalen en un frente de atraque concesionado por otras compañías, como TPS o TCVAL.

Datos de VTP muestran que Valparaíso y San Antonio son los puertos más caros a nivel nacional en cuanto al cobro de estas otras tarifas por pasajero a la industria de cruceros, que en su opinión le resta competitividad a Valparaíso, en relación a los demás puertos del continente americano que reciben cruceros.

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