Con voto disidente, Banco Central mantiene tasa de interés en 2,5%, pero anticipa nueva baja

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El incremento en los riesgos sobre la oportuna convergencia de la inflación a la meta en el horizonte de política y la incertidumbre en torno a la evolución futura de la actividad y la demanda, en un contexto externo desfavorable, marcaron la decisión del ente rector. Pablo García fue partidario de recortar la TPM.


En línea con las estimaciones del mercado, el Banco Central mantuvo la tasa de política monetaria (TPM) en su nivel actual de 2,50%, pero se abrió a la posibilidad de estudiar en la próxima reunión un nuevo recorte, incidido, principalmente, por los bajos niveles inflacionarios y el deterioro de la economía local.

"El Consejo considera que la información acumulada desde la publicación del último Ipom ha incrementado los riesgos sobre la oportuna convergencia de la inflación a la meta en el horizonte de política (...) De persistir estas tendencias, el Consejo estima que será necesario ampliar el actual estímulo monetario, en una magnitud que será evaluada en el próximo Ipom", dijo el ente emisor.

La decisión fue adoptada por la mayoría de sus miembros, votando a favor cuatro de los miembros del Consejo. Mientras que el consejero Pablo García entregó la visión disidente, ya que era partidario de recortar en 25pb la tasa, hasta 2,25%. La última vez que hubo una votación dividida fue en agosto de 2017. El mismo Pablo García votó por reducir la tasa de interés. En ese momento, el tipo rector estaba en 2,5%.

El mensaje del Central

En el plano local, el BC resaltó que con la información disponible para la actividad y la demanda del segundo trimestre indica un dinamismo algo menor al esperado, en parte por un desempeño menor de la minería y factores puntuales. "Algunos indicadores y antecedentes cualitativos sugieren riesgos adicionales a la baja para los próximos meses", señala.

Asimismo, menciona que "los menores registros de inflación de servicios, fuertemente incidido por las holguras de capacidad y los costos laborales, aunado a un dinamismo algo menor a lo esperado en la actividad y la demanda", formaron parte de los principales determinantes para anticiparse a la posibilidad de "ampliar el actual estímulo monetario". En ambos casos, el BC sugiere mayores riesgos adicionales a la baja.

En líneas generales, anticipó un escenario interno aún más desalentador que en el Ipom pasado, marcado también por la disminución en el consumo y contracciones "mayores a lo esperado" en las exportaciones.

A nivel externo, las economías de países desarrollados y emergentes, también han visibilizado deterioro, sobre todo en los sectores manufactureros, inversión y comercio exterior. Además, "la inflación permanece contenida en el mundo desarrollado y se mantiene una preocupación general por el desempeño de la economía global".

Reacciones del mercado

Frente a la mantención y apertura del BC a estudiar una nueva baja, el economista de BCI, Antonio Moncado, opinó que "el menor desempeño que ha tenido la actividad económica", seguido de la ampliación de las brechas de capacidad y el fenómeno de los salarios han generado una menor inflación en servicios. "Si (el recorte) es 25pb o es 50pb, dependerá de si esos riesgos se concretan, se mantienen o se acrecientan. Creemos que el Ipom de septiembre va a ser propicio para adelantar la magnitud del ajuste".

En tanto, Santander, apunta a dar mayor impulso monetario, y estima que "el estímulo adicional debiese ser de 50 puntos base, a materializarse en una sola reunión (septiembre) o en reuniones consecutivas (septiembre y octubre)".

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