¿Por qué caminar es sustentable?

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En la universidad, a veces doy una presentación sobre caminabilidad y plataformas para evaluar el acceso a pie a servicios urbanos, uno de mis temas de investigación. Pero estas conversaciones siempre comienzan con dos preguntas: ¿Por qué debo caminar? ¿Y por qué caminar es un componente de una ciudad sustentable? Bueno, cado uno puede tener sus propios motivos para caminar o no hacerlo, pero de lo que estoy seguro es que si optamos por caminar somos más sustentables - ¡y no importa cuánto caminemos! Aquí mis cinco razones para caminar.

Número 5: ¡Es barato! No recuerdo haber visto a alguien pagar para caminar. Ustedes pueden decir: Pero la ciudad gasta mucho dinero para crear y mantener veredas, poner en funcionamiento los semáforos, limpiar calles y mantener parques. Es cierto, pero en comparación con las inversiones en infraestructura para automóviles y los costos del transporte público, gastamos en Chile solo el 2% de todas las inversiones en infraestructura para peatones. Es realmente muy barato, y quizás deberíamos gastar más porque dichas inversiones benefician a todas las personas.

Número 4: ¡Todas y todos pueden hacerlo! Quizás te sorprenda, pero casi todos podemos caminar: niñas y niños, adolescentes, adultos, adultos mayores, ricos y pobres, hombres y mujeres, personas de cualquier color, rápidos o lentos, con coche o sin coche. ¡Todos! Y no se requiere una "licencia para caminar". Las personas con movilidad reducida también pueden caminar, siempre que cuenten con condiciones apropiadas y por ello es importante que la planificación de las ciudades considere sus necesidades. Y quienes tenemos la fortuna de caminar sin problemas podemos ser también solidarios y pasear con quienes andan en silla de rueda, apoyar a las mamás con coches o entender que no todos pueden caminar a la misma velocidad. ¡Caminar lento debiera ser un derecho también!

Número 3: ¡Caminar es social! Investigadores australianos han observado que en barrios donde las personas caminan más, los vecinos se conocen mejor, por lo tanto, la caminata promueve comunidades sustentables. Imagina que estás sentado en la micro o en tu auto, y ves a un vecino pasar caminando –o probablemente no lo ves porque estás escuchando radio o mirando el celular- ¿Pararías un ratito a conversar? ¡No lo creo! Caminar en tu barrio posibilita el encuentro con las personas, e incluso puede ayudar a contar con barrios más seguros activando redes entre los residentes.

Número 2: ¡Caminar no contamina el medio ambiente! Excepto por algunas personas que necesitan tirar sus papelitos o colillas en la calle, caminar no contamina el aire, no necesita petróleo y no genera ruido.

Y, por último, mi razón número 1: ¡Caminar es bueno para la salud! Estudios médicos indican que caminar tiene básicamente lo mismos beneficios que ir al gimnasio o correr. Con solo 30 minutos de caminata diaria, aunque solo sea hasta el paradero, disminuyes la guatita, combates el sobrepeso, bajas el riesgo de enfermedades cardiovasculares (como un derrame cerebral) y disminuyes el riesgo de tener diabetes tipo 2, entre otros beneficios. No hay una manera más fácil de hacer algo para cuidar la salud.

Entonces, caminemos al parque, a comprar pan, a la feria, a dejar a los niños en el jardín o el colegio, al cajero automático, a la farmacia, donde sea. Quizás incluso al trabajo ¡Solo necesitamos 30 minutos diarios, 30 minutos económicos y al mismo tiempo valiosos para nuestra salud y para nuestro planeta!

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