¿Sucederá en Chile? Tal como en Sudáfrica, cifras de otros países muestran violenta alza de contagiados con Ómicron y luego importante caída

Países en los que primero se inició la circulación de la variante más contagiosa del virus Sars-CoV-2 muestran un comportamiento similar en relación a los casos nuevos de Covid-19 que registran a diario. Según estos datos, a fin de mes, los casos en Chile debieran iniciar descenso.


Desde que se detectó por primera vez en Botsuana el 9 de noviembre de 2021, la principal característica de la nueva variante del virus Sars-CoV-2 fue la velocidad de propagación. Hoy se sabe que es capaz de transmitirse tan rápido como el virus del sarampión, el virus más veloz conocido hasta ahora.

El 26 de noviembre del año pasado, solo dos semanas después de su descubrimiento, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la bautizó como Ómicron, calificándola de inmediato como una variante de preocupación.

Sudáfrica, el país en el que surgió esta variante, es el mejor ejemplo del comportamiento de la nueva variante. Con un bajo porcentaje de vacunación (27% de la población con esquema completo y apenas un 0,8% con dosis de refuerzo) y pocas medidas sanitarias restrictivas, Ómicron ha tenido su avance más natural y antes que los demás.

Gabriel Cavada, epidemiólogo y académico de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, señala que lo que se ha visto cuando Ómicron llega a un país, es el aumento exponencial y sostenido de casos nuevos durante aproximadamente tres semanas o un mes, y luego de este tiempo, los casos comienza bajar.

“Esa es la duración de la ola con esta variante. Todas las olas han durado un mes o un poco más tres semanas de cruento avance y luego baja. La diferencia entre los países tiene que ver con el tamaño de la ola, porque el peak de casos está relacionado con el porcentaje de la población vacunada y las medidas sanitarias restrictivas que adopten las autoridades”, explica el epidemiólogo.

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Sudáfrica, es el “escenario de sensibilidad”. “En este país, no hay nada que frene a la variante. Hay poca vacunación, no hay cuarentenas, ese es el comportamiento más natural de esta cepa”. detalla Cavada.

En el Reino Unido, los casos comenzaron a aumentar en forma importante a mediados de diciembre, registrando un peak de casos nuevos el 5 de enero con más de 218 mil casos diarios. Dos semanas después de ese hito, este país registra alrededor de 90 mil casos diarios. Este país tiene 71% de la población vacunada y 54% con la dosis de refuerzo.

Para el epidemiólogo y director de Salud del Estudiante de la Universidad de Talca, Daniel Jiménez, las cifras que se están viendo como experiencia con Ómicron en otros países, son “prometedoras”, porque llegan rápidamente a un peak y bajan, pero también reconoce que “falta información”. “No sabemos qué ocurrirá en el mediano plazo, cómo afectará la infección con esta variante a los secuelados. No podemos decir cómo será. Algunos dicen que podría ser el fin de la pandemia, el paso para que se convierta en endemia, pero no sabemos si será así o no. Dos meses es muy poco para tomar decisiones basadas en evidencia”, indica.

En Argentina, también ha ocurrido algo similar. Los casos comenzaron a aumenta a fines de diciembre, registrando un peak de casos el 16 de enero con casi 140 mil casos para seguir con una tendencia lenta a la baja. Lo que podría ser explicado por la vacunación alcanzada a la fecha: 75% de la población con esquema de vacunación completa pero solo el 23% con dosis de refuerzo.

Argentina, con 46 millones de habitantes (más del doble de población que en Chile), ha llegado a 139 mil casos. En esa lógica, dice Cavada, podríamos esperar peak de 60 o 70 mil casos. La diferencia es que en Chile hay un 92% de población con esquema completo y casi el 70% con dosis de refuerzo.

En este año, dice Cavada, es probable que asistamos a la presencia de dos o tres variantes más. “Dentro de la transacción ecológica que hacen los virus para quedarse en el ecosistema, tienden a ser cada vez menos letales, menos agresivos en términos de la gravedad de la enfermedad, no necesariamente en el nivel de contagios. Entonces, llegará una nueva cepa que producirá muchos resfríos comunes y no pasará de eso. Lo importante es entender que eso ocurrirá, en el futuro, pero no será mañana. Por lo tanto, tenemos que seguir preocupándonos. Levantar las medidas sanitarias como están haciendo algunos países como Reino Unido es un error epidemiológico gigantesco”, dice Cavada.

Caso chileno

En nuestro país, hasta ahora se está comportando de manera similiar. Se detectó por primera vez el 4 de diciembre del año pasado en una persona que llegó del extranjero hasta el viernes y para el 29 de diciembre, la Seremi de Salud Metropolitana confirmó el 29 de diciembre.

Desde entonces, y en casi tres semanas de circulación entre la comunidad, ya se es la variante de mayor circulación en el país, correspondiendo al 70% del total de casos Covid-19 que hoy se registran en el país.

Según Cavada, la ola Ómicron en Chile será similar a la de los otros países, pero más baja. “Tendrá la misma forma, pero bastante más amortiguada por la buena vacunación que hemos logrado”.

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“Afortunadamente en Chile, vemos lo que pasa en los otros países con distancia en el tiempo. La primera ola la afrontamos con cuarentenas, restricciones que se cumplieron más o menos como uno esperaba y eso logró reducir los contagios esperados en un 40%. En 2021 fue distinto. Hubo mala comunicación de riesgo, aires triunfalistas pero las olas de ese invierton fueron más agresivas que en 2020 y las cuarentenas fueron de papel. Por eso hoy, el mensaje que se tiene que enviar a la población es que tiene que seguir con las medidas de autocuidado, sobre todo la vacunación, el uso de mascarillas, distanciamiento físico y lavado de manos. Y hay que poner más trabas de movilidad a los no vacunados”, insiste el epidemiólogo de la Escuela Pública de la U. de Chile.

A juicio de Jiménez, los casos nuevos en Chile pueden ser mucho más que los oficiales. “Se asume que los actuales casos nuevos son por Ómicron, pero hay que considerar que existe un subdiagnóstico porque solo se secuencia el 1% del total de muestras, si es esta variante, hay muchos casos que no dan síntomas. Con todo esto, dejar de hacer trazabilidad y levantar medidas es muy peligroso, porque estamos viendo un comportamiento en vivo de la variante, y no sabemos bien qué ocurrirá”, señala.

Factor movilidad

La doctora María Luz Endeiza, infectóloga pediátrica y jefa del Vacunatorio de Clínica Universidad de los Andes, también cree que al inicio de febrero los casos nuevos en Chile disminuirán.

“Lo que hace la diferencia en Chile es el alto porcentaje de vacunación alcanzado. Pero un factor en contra es la movilidad de la época de verano y las actividades festivas de la población. Hay mucha gente viajando, vacaciones, reuniones, fiestas. Se reducen los aforos, pero en la práctica, no todos hacen caso a ello y es probable que la ola Ómicron se pueda alargar un poco más. Si no estamos con más casos de hospitalización es gracias a la vacuna”, agrega la infectóloga.

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