Sustentabilidad

Las cinco claves para invertir en conservación verde

"El capital privado tiene un rol fundamental en la protección de nuestros ecosistemas. Hoy, invertir en conservación no solo mitiga riesgos, sino que diversifica portafolios con activos resilientes, tangibles y con potencial de retorno a largo plazo” señalan desde Genau Green.

Humedal de Chiloé. Fundación Conservación Marina.

En un panorama global, donde la crisis climática y la pérdida de biodiversidad exigen acciones urgentes, la inversión en conservación ha dejado de ser una actividad filantrópica para convertirse en un legado con rentabilidad sostenible. Sin embargo, para muchos inversionistas, el camino hacia el capital natural puede parecer complejo.

Para guiar a quienes desean alinear su portafolio con el planeta, Antonia Wiedman, gerenta de Administración y Finanzas de Genau Green, una empresa de proyectos de conservación natural, comparte las cinco claves esenciales para invertir con impacto y seguridad en el sector verde.

“El capital privado tiene un rol fundamental en la protección de nuestros ecosistemas. Hoy, invertir en conservación no solo mitiga riesgos, sino que diversifica portafolios con activos resilientes, tangibles y con potencial de retorno a largo plazo, como lo demuestran mercados emergentes como el de créditos de carbono y el ecoturismo”, señala la ejecutiva.

Según Antonia Wiedman, estos son los cinco pilares para una inversión exitosa en el ámbito de la conservación:

Clave 1: define tu “impacto esperado”, más allá del retorno financiero

“En conservación, la rentabilidad se construye en dos planos: financiero y ambiental”, explica Wiedman. Antes de invertir, es clave definir el tipo de retorno que buscas y el horizonte de inversión asociado. ¿Buscas un retorno financiero a largo plazo a través de la plusvalía del terreno o el acceso a nuevos instrumentos de financiamiento verde? ¿Tu prioridad es un impacto ambiental y social medible (como la protección de especies en peligro, la mitigación del cambio climático o el desarrollo comunitario)?

Consejo de la experta: Prioriza proyectos que combinen impacto ambiental medible y valorización de capital, con estructuras legales y financieras claras que aseguren estabilidad del retorno en el tiempo, sustentadas en una buena selección territorial, diseño del proyecto y visión de desarrollo a largo plazo.

Clave 2: prioriza la transparencia y la solidez legal (adiós al greenwashing)

El riesgo de caer en el greenwashing (falsa sostenibilidad) es una realidad que no debe subestimarse. Es fundamental que la inversión se sustente en una “debida diligencia” rigurosa.

Consejo de la experta: asegúrate de que el proyecto cuente con todos los títulos de propiedad, certificaciones ambientales y permisos de uso de suelo. La seguridad legal y la transparencia son la base para una inversión sólida y confiable a largo plazo.

Clave 3: evalúa el “capital natural” del activo

No todos los terrenos tienen el mismo potencial. Aquellos que conservan bosque nativo, agua o una alta biodiversidad tienden a valorizarse más con el tiempo. La calidad ambiental del lugar es parte fundamental del activo que estás comprando.

Santiago 28 Septiembre 2007. Bosque Nativo de la X Region

Consejo de la experta: invierte en terrenos con un alto valor ecológico y de biodiversidad. Estos activos son intrínsecamente más resilientes y tienen mayor potencial para acceder a fuentes de financiamiento verde y beneficios fiscales en el futuro.

Clave 4: busca la diversificación y un horizonte a largo plazo

La inversión en conservación es de resistencia, no de velocidad. Requiere paciencia, pero ofrece una baja correlación con los mercados financieros tradicionales, actuando como un amortiguador contra la inflación y la volatilidad.

Consejo de la experta: considera un horizonte mínimo de 5 a 7 años para ver beneficios significativos. Si no quieres comprometer un monto alto a largo plazo, puedes co-invertir junto a familiares o amigos, compartiendo la inversión y accediendo en conjunto a un proyecto de conservación con potencial de valorización futura.

Clave 5: asegura la participación comunitaria y la gestión continua

Un proyecto de conservación es sostenible solo si beneficia a las comunidades locales. La protección ambiental debe ir de la mano con el impacto social positivo, generando empleos locales, educación ambiental y desarrollo sostenible.

Consejo de la experta: pregunta por los planes de gestión y monitoreo a largo plazo. ¿Existe un protocolo de manejo ecológico? ¿Cómo se involucra a las comunidades? La conservación exitosa requiere una gestión activa que asegure que el valor del ecosistema se mantenga y crezca.

“La conservación verde es una de las tendencias del siglo XXI. Es una oportunidad única para poner tu dinero a trabajar para el planeta y, al mismo tiempo, construir un patrimonio financiero y de legado para las futuras generaciones”, concluye Antonia Wiedman.

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