Cómo Ucrania logró derribar el letal misil hipersónico ruso que era “imposible” de interceptar

Cómo Ucrania logró derribar el letal misil hipersónico ruso que era “imposible” de interceptar. Foto: AP

Con una herramienta que le enviaron tres potencias del Occidente, Ucrania logró derribar un peligroso misil, que era el arma más preciada de Rusia.


La noche del 4 de mayo, en los cielos de la golpeada capital de Ucrania, Kiev, volaba un peligroso misil de destrucción masiva, con la capacidad de realizar maniobras evasivas, a una velocidad cinco veces mayor a la del sonido.

Lo había lanzado Rusia, y minutos después, las alarmas antiaéreas de la ciudad comenzaron a sonar. En las maniobras por evitar el mayor daño posible, lograron interceptar uno de los misiles con la ayuda del sistema Patriot, una herramienta cara pero altamente eficaz que representó una fuerte derrota para Vladimir Putin.

El peligroso misil Kinzhal que Rusia lanzó en la madrugada del 4 de mayo sobre Kiev, Ucrania.

Una ayuda del Occidente

Hasta ahora, no se sabía si Patriot -que es un sistema de lanzamiento de misiles con ocho lanzadores, un radar de tierra, una estación de control y un generador- podía detener a los misiles rusos en la guerra. Y es que a pesar de haberlo utilizado anteriormente, no se había logrado hasta esta ocasión.

“Es uno de los sistemas de defensa antimisiles aéreos más utilizados, fiables y probados que existen”, afirmó Tom Karako, director del Proyecto de Defensa Antimisiles del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales a Infobae.

Sistema Patriot móvil, para la defensa aérea. Este es el que logró interceptar al letal misil y reducirlo.

Por ello, para mejorar sus defensas aéreas, Ucrania recibió al menos tres sistemas Patriot: uno de Estados Unidos y los otros dos de Holanda y Alemania. Sin embargo, al confirmar que efectivamente habían logrado derribar un misil, desde el Pentágono no dieron detalles de cuál de los tres fue el que se utilizó.

Solo confirmaron y celebraron que pudieron interceptarlo a tiempo.

Vladimir Putin, mandatario de Rusia, había asegurado que sus misiles eran imposibles de interceptar. Foto: AP

Una derrota para Vladimir Putin

El peligroso misil que envió Rusia, bautizado como Kinzhal, es una de las armas más preciadas de Moscú. Está compuesto por una moderna tecnología que los hace “imposibles” de derribar, según sostuvo Vladimir Putin.

Es tal su potencia, que están ideados principalmente para poder destruir objetos fortificados como búnkeres subterráneos o túneles de montaña.

“Decían que el Patriot es un arma estadounidense obsoleta y que las armas rusas son las mejores del mundo. Pues bien, hay una confirmación de que funciona eficazmente, incluso contra un misil hipersónico”, celebró el portavoz de la Fuerza Aérea Yurii Inhat, frente a los dichos del mandatario ruso.

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