La última vez que los fans de Star Wars fueron felices

El equipo de The Mandalorian presentando la producción en 2019 en Chicago.

Pedro Pascal, Daisy Ridley, Gina Carano y Billy Dee Williams viajaron a Chicago en abril de 2019. También 65 mil seguidores de la franquicia. Nadie tenía cómo saberlo, pero la Star Wars Celebration de ese año fue la última vez que los fanáticos estuvieron reunidos físicamente y se fueron contentos a sus casas. Así fueron esos días según un periodista de Culto que estuvo en el evento.


Por la televisión, el pronóstico del tiempo anticipa pésimas condiciones climáticas: vientos dañinos, riesgo de tornado, riesgo de granizos. Sin embargo, no es nada tan fuera de lo común para el norte de Estados Unidos al inicio de la primavera, porque a los minutos hay un contacto en directo con un reportero de NBC usando un polerón que simula el pelaje de Chewbacca y se entretiene en atracciones basadas en la Galaxia muy muy lejana. La vida continúa, o eso parece.

Todavía no llega el primer contingente fuerte de fanáticos al McCormick Place de Chicago, pero el periodista parece listo para camuflarse entre stormtroopers, Han Solos y pilotos de X-Wing. Y que una vez dentro del mayor centro de convenciones de Norteamérica se esfume cualquier preocupación de si llueve, truena o graniza en la principal urbe de Illinois. Algo excepcional está a punto de ocurrir en la ciudad durante cinco días y la única posibilidad para asistir es haber comprado la entrada con antelación (o viajar desde algún lugar del mundo con credencial de prensa).

Creada en 1999 para el estreno de La amenaza fantasma, la Star Wars Celebration se convirtió en una cita que excede la muestra de adelantos exclusivos y la asistencia de las estrellas de la franquicia de George Lucas. Quizás en su origen se reducía a eso, cuando se desarrolló en un museo de Denver a tres semanas del estreno de la primera de las (vilipendiadas) precuelas; en abril de 2019, en cambio, se lleva a cabo a ocho meses del lanzamiento de El ascenso de Skywalker, y ese es apenas uno de los títulos a festejar.

Star Wars Celebration 2

El evento se hace en el mejor de los casos año por medio (en 2020 se canceló por la pandemia y ahora apunta a volver en agosto de 2022, en Anaheim, California), por lo que acudir al punto de Estados Unidos donde se realiza es un rito para miles de fans de Star Wars que pueden desembolsar el equivalente a 15 entradas de cine en Norteamérica para participar en los cinco días de actividades.

Ya en el lugar, se gasta sin pensarla dos veces. Una porción importante de seguidores abarrota el sector donde se ofrecen los productos oficiales de la convención, mientras que la mayoría se instala donde están los puestos en que los mismos fanáticos venden merchandising o montan una impresionante exhibición de todos los cascos de la saga. Así, imposible no caer en la tentación de comprar algún coleccionable de marca Funko para regalar o ir por algún objeto quizás inútil de la franquicia.

También resulta complejo mantenerse incólume ante la efervescencia que se registra en el segundo día del evento. Una jornada que arranca con una mañana ventosa y helada en Chicago, pero eso es apenas una anécdota al lado de lo que viene. Aunque no han sido anunciados de manera oficial, todas las estrellas de El ascenso de Skywalker –conocida hasta ese momento como Episodio IX– irrumpen en el centro de convenciones. También los droides R2-D2, BB-8 y D-O, aclamados como humanos, porque esa es parte de la esencia de Star Wars: el amor declarado por el universo y cada uno de sus personajes (salvo que te llames Jar Jar Binks).

El panel comienza con la presidenta de Lucasfilm, Kathleen Kennedy, bautizando al director J. J Abrams como el hombre que “se preocupa más que nadie” de darle un buen cierre a la franquicia y concluye con el estreno del primer trailer del filme. En el comienzo, desarrollo y final de la actividad, se puede ser testigo de algunas de las mayores muestras de emoción ante una película que ni siquiera ha sido estrenada.

¿Será que eso genera una alegría incluso superior a cualquier nueva historia que pueda emanar del universo Star Wars en el siglo XXI? El panel dura 70 minutos y no sé si El despertar de la fuerza, The clone wars o incluso The Mandalorian brindaron tanta felicidad como esa mañana de Chicago.

Entre el rugido del público y los adelantos que se van liberando en pantalla, pasa desapercibida una frase del presentador Stephen Colbert: “No estoy seguro de que podré disfrutar de esta película más de lo que estoy disfrutando al verlos disfrutar de estas fotografías en este momento”.

Al ser testigos en diciembre de lo que terminó siendo El ascenso de Skywalker, los asistentes a la Star Wars Celebration probablemente recordaron con nostalgia ese panel y lo que vivieron durante ese fin de semana. La sensación de un cierre épico de la franquicia terminó aplastada por una cinta dispareja y excesivamente apresurada, pero la dicha de esos días en Chicago no se borra tan fácil.

Fiel a la costumbre de la saga, un sube y baja constante, un frágil equilibrio de recompensas y decepciones, el evento de 2019 también acogió la primera presentación de The Mandalorian, con Pedro Pascal, Carl Weathers y (la despedida) Gina Carano en escena.

Al final, la primera serie live action de Star Wars para Disney+ terminó siendo la historia que le devolvió la fe a los seguidores, pero su primer evento en vivo es notoriamente más mesurado que el del Episodio IX. Se desarrolla durante el penúltimo día de la cita en Chicago y la misma Kathleen Kennedy hace las veces de presentadora, dándole el paso a Dave Filoni y Jon Favreau, la dupla creativa que para muchos debiera quedarse con las llaves de Lucasfilm.

Cuentan que su primera opción para el rol fue Pascal, el actor chileno a su vez afirma que se inspiró en Clint Eastwood para interpretar el personaje principal, y los creadores expresan en todo momento un amor profundo por la saga de George Lucas, por sus personajes estelares y por los más menores. También adelantan que un grupo de fanáticos de la franquicia actuó en la serie: un conjunto de humanos perfectamente disfrazados de stormtroopers que le solucionaron un dolor de cabeza a Filoni y Favreau en el último episodio del primer ciclo.

Esos seguidores fueron los únicos más felices que los 65 mil asistentes a la Star Wars Celebration de abril de 2019, la última vez que los fans de la Galaxia muy muy lejana estuvieron reunidos físicamente y se fueron contentos a sus casas.

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