Son al menos ocho los informes técnicos que analizaron los 515 ventiladores mecánicos chinos donados por la CPC, para determinar si eran o no aptos para el uso en pacientes. La conclusión -plasmada en un documento del departamento de equipamiento médico del Ministerio de Salud- es que ante una emergencia, del total de 483 respiradores que actualmente están en bodegas del Minsal y hospitales, 39 podrían ponerse a disposición para el transporte de pacientes, sumándose a los 32 que hasta ahora no han presentado problemas y siguen en funcionamiento en la red asistencial.

Por eso, el destino para el resto de las máquinas estaría fuera de los recintos de salud.

El mismo reporte señala que “(las alternativas de uso son) donar los equipos a instituciones públicas, que en el marco de la emergencia sanitaria hayan desarrollado prototipos de ventiladores mecánicos. Por ejemplo, a la Universidad de Concepción, Universidad Austral, Universidad Federico Santa María, entre otros. Lo anterior, con el objetivo de potenciar el desarrollo de tecnologías. O donar los equipos a instituciones públicas que posean departamento de electrónica o ingeniería biomédica, con el objetivo de apoyar el mejoramiento de los laboratorios prácticos y conocimiento a futuros ingenieros”.

Si bien el exministro de Salud Jaime Mañalich señaló a La Tercera que “son ventiladores que están de reserva en caso de que tengamos un invierno terrible”, esto no sería factible considerando las recomendaciones de los técnicos a cargo de las revisiones. Por ejemplo, solo 39 unidades del ventilador marca Eternity, modelo SH200 ya mencionados podrían utilizarse en casos de emergencia o transporte de pacientes, aunque con la condición de que estos equipos sean distribuidos donde exista personal de cuidados intensivos altamente capacitado en terapia ventilatoria y en el uso de estos equipos.

Así, y por ahora, qué se hará con las máquinas es una incógnita, pues, sumado al diagnóstico negativo de la mayoría de las máquinas y aunque los actos administrativos que aceptan las donaciones de la CPC por parte de Salud están elaborados, estos aún no se han tramitado. De hecho, en un informe elaborado por la división jurídica del Minsal se explica que no existe “un protocolo o normativa que determine cómo proceder ante donación de cosas que finalmente no cumplen su finalidad (...). El donatario debe solicitar al donante que consienta la nueva finalidad que se les asignará a los recursos donados”.

Y también se recalca que “no es procedente la aceptación de donaciones de bienes o recursos que no tengan utilidad alguna”.

Con este marco legal, el destino de los respiradores está en manos de Salud y del Ministerio del Interior.

El abogado y experto en derecho administrativo Luis Cordero explica que “en los hechos, ya se aceptó la donación, por ejemplo, al distribuir parte de estos ventiladores. Pero administrativamente es algo que deben regularizar, pues cuando se hace una donación tiene que quedar inventario de esta”. Es decir, en el caso de los equipos que han sido distribuidos, se debe asignar un valor monetario e incorporarlo como “activo” del servicio u hospital al cual fue despachado.

En el análisis de los abogados del Minsal se cita el Decreto con Fuerza de Ley Nº 104, el que establece distintas disposiciones ante situaciones de sismos o catástrofes, entre ellas, las donaciones de privados para satisfacer necesidades básicas de salud. Este sería el marco legal bajo el cual habrían sido entregadas las máquinas ventilatorias y otros insumos sanitarios por parte del gremio empresarial.

Cordero aborda que en ese escenario, “para efectos del Ministerio del Interior, Salud tiene que emitir opinión de cuál será el destino final de estas donaciones. Sin embargo, al ser Interior el gestor de la llamada Ley de Sismos o Catástrofes, ellos deben emitir un pronunciamiento final, asociado a cuál será el destinatario de estas donaciones y Salud podrá decir si sirven o no sirven para estos propósitos”.

“Lo que probablemente tenemos en este momento es una cantidad de activos que no están en inventario, y los inventarios en el sector publico están súper regulados. La impresión es que lo que se debe hacer ahora es regularizar el proceso y la regularización supone su destino final y su inventario”, expone el abogado.

En privado, desde Salud explican que con los informes técnicos a disposición, se está viendo cuál sería la “utilidad” de cada una de estas máquinas. Y por utilidad no solamente se estaría considerando su funcionalidad en la red asistencial, sino que también -por ejemplo- como elementos formativos en universidades, lo cual haría viable derivarlos a estos recintos o escuelas de ingeniería, tal como sugiere uno de los informes.

Sin embargo, la División de Gestión de Redes Asistenciales (Digera) debería dar un último pronunciamiento, considerando que, además, dada la emergencia sanitaria, se requiere un número de ventiladores en bodega en caso de reemplazo.

También, un eventual cambio en los destinatarios de la donación debe ser con la venia de la CPC, pues “el donatario debe solicitar al donante que consienta la nueva finalidad que se les asignará a los recursos donados”.

Por eso, hasta ahora, desde el gobierno no han emitido a la CPC una resolución exenta que acepte la donación y les permita a los privados acceder a beneficios tributarios que la ley considera para estos casos.