El escalofrío por Waterman

El delantero panameño del Campanil estará fuera por dos semanas por la profunda herida que sufrió ante Cobresal.



Cecilio Waterman es el protagonista de la escena más escalofriante de la fecha. La profunda herida que sufrió ante Cobresal remeció las redes sociales. En los 34’, una fuerte entrada del defensor nortino Rodolfo González le produjo un profundo corte en la parte posterior de la pierna izquierda. Tanto que se podía apreciar a simple vista el tendón de Aquiles de la extremidad, lo que produjo el natural temor respecto de una lesión de gravedad. El victimario recibió apenas tarjeta amarilla de parte del juez Piero Maza. “Fue una jugada de fútbol. El balón estaba en disputa. Toco la pelota y a Cecilio. No soy un jugador mala leche. Al término del partido fui al camarín de la U de Conce y le ofrecí disculpas. Me las aceptó”, dice González

Waterman, quien después del entretiempo fue reemplazado por Maximiliano Quinteros, y abandonó el estadio Ester Roa de Concepción afirmado en muletas, tuvo que pasar ayer por el pabellón. Se le practicó un minucioso lavado y se le aplicaron nueve puntos de sutura.

El procedimiento quirúrgico es apenas la primera parte, pues ahora las precauciones apuntan a evitar infecciones. La pierna izquierda del delantero fue inmovilizada para disminuir los riesgos.

El plazo para el retorno a las canchas es incierto. La proyección más optimista es que su ausencia se prolongará por dos semanas. La baja es clave para elequipo de Eduardo Acevedo, necesitado de sus goles para sumar unidades que lo alejen de la zona de descenso.

“Lo complicado es que es una herida traumática, sucia, que no tiene bordes lisos, lo que complica la cicatrización. El tendón de Aquiles quedó expuesto. Pudo incluso deshilacharse, lo que, afortunadamente, no pasó”, explican en el staff del club sureño.

El delantero ha iniciado de gran forma su paso por Chile. Acumula cinco goles en el torneo, cuatro de penal, y lidera la tabla de artilleros junto a Roberto Gutiérrez, de O’Higgins, y Joaquín Larrivey, de Universidad de Chile. Su obligada ausencia será un golpe duro para los penquistas. Tanto como el que recibió en Collao y generó un susto generalizado.

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