Por Lucas Mujica“Hoy se ve la magnitud de lo que pasó”: a 20 años del día que el Bernabéu aplaudió de pie a Ronaldinho en el Barcelona
El 19 de noviembre de 2005, la fanaticada del Real Madrid dejó de lado las rivalidades y se rindió ante el talento del brasileño.

La escena es irrepetible, incluso 20 años después. Un estadio históricamente hostil al Barcelona, como lo es el Santiago Bernabéu, de pie y rindiéndose ante la exhibición de un rival. El 19 de noviembre de 2005, Ronaldinho alcanzó una de las cumbres de su carrera. Ese día, el Barça derrotó 3-0 al Real Madrid.
El partido correspondía a la duodécima fecha de LaLiga 2005-06, una temporada que los catalanes cerrarían con el título, ocho puntos por encima de los merengues. El Barcelona entró con un tridente que combinaba juventud y talento: Messi, Ronaldinho y Eto’o. El camerunés abrió el marcador antes del cuarto de hora, tras una asistencia del entonces joven argentino, que disputaba su primer Clásico en el recinto madridista.
El Real Madrid resistió como pudo gracias a Iker Casillas. Pero el impulso azulgrana fue incontrolable. En el segundo tiempo, Ronaldinho tomó el balón en el sector izquierdo y ejecutó dos jugadas que aún circulan en los archivos. Primero dejó atrás a Sergio Ramos y a Iván Helguera para definir cruzado. Minutos después, encaró nuevamente, superó a Ramos con la misma naturalidad y remató con la zurda. El marcador sentenció el partido, pero lo que vino después instaló el mito. Parte del público se puso de pie y aplaudió.
Hubo hinchas que abandonaron el estadio, molestos por la superioridad rival. Sin embargo, la imagen que quedó grabada fue la de los aficionados merengues reconociendo a un jugador que, por esos días, alcanzaba la plenitud de su carrera. Ronaldinho vivía un 2005 brillante, que más tarde coronaría con el Balón de Oro.
El recuerdo de Dinho
Cuando se cumplieron diez años, el propio Ronaldinho volvió a aquella jornada. “Lo he visto tantas veces... la preparación siempre es distinta, y este día fue especial para mí”, dijo al canal oficial del Barcelona.
Sobre sus dos goles, optaba por un tono modesto: “Fueron simples. Salí con balón corriendo y, bueno, luego la suerte de uno, de tocar a un lado de Casillas y el otro también”. Lo que no percibió en la cancha fueron los aplausos rivales. “En ese momento no. Me acuerdo que cuando llegamos al vestuario todos estaban hablando; fui a mirar por la televisión”, dijo. Lo que sí mantuvo fue la emoción de haber vivido algo excepcional: “Pocos jugadores han tenido esta felicidad: en un Clásico, la afición del mayor rival te aplauda”.
En 2024, al canal Desimpedidos, Ronaldinho volvió a recordar ese instante, insistiendo en lo difícil que era entender lo ocurrido mientras el partido estaba en curso. “Ni siquiera se me pasó por la cabeza. Me di cuenta al día siguiente, cuando la gente empezó a hablar de ello, cuando salió en la televisión. Hoy en día se ve la magnitud de lo que pasó, porque todo el mundo habla de ello. Pero en ese momento, ni siquiera… No hay tiempo. En la euforia de marcar un gol, de celebrarlo, ni siquiera piensas en eso. Pero es más bonito verlo después”, señaló.
La victoria en el Bernabéu fue parte de una racha extraordinaria del Barça de Frank Rijkaard: 18 triunfos consecutivos entre octubre de 2005 y enero de 2006. Con el paso del tiempo, el valor simbólico de aquella ovación se ha ampliado. Dos décadas después, la escena mantiene intacto su brillo.
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