Universidad Católica se despidió de la Copa Chile 2025 con una derrota. La prematura eliminación del certamen, luego de una derrota ante San Luis en La Florida, ha sido uno de los fracasos del cuadro cruzado en el arranque de la temporada (sumado a lo sucedido en la Sudamericana, ante Palestino). Por lo tanto, el choque de este domingo en Viña del Mar era por cumplir. Cayó 2-1 con Everton, mostrando la misma irregularidad de todo el año.

Los ruleteros se jugaban la clasificación en medio de un momento convulsionado. Con el recuerdo vivo de la humillante derrota de 6-0, propinada precisamente por la UC, sumado a las dudas en el proceso de Mauricio Larriera y la reciente salida de su presidente ejecutivo, el cuadro oro y cielo necesitaba ganar, más una mano de La Calera ante San Luis, que jugaban en simultáneo.

En la incesante y escasamente fructífera (hasta la fecha) búsqueda de una estructura convincente, Tiago Nunes presentó una variación en el ataque, con cuatro delanteros: Diego Valencia (derecha), Juan Francisco Rossel (medio) y Clemente Montes (izquierda) formaron una línea por detrás de Fernando Zampedri, el centrodelantero estelar. Ese modelo quedó desbalanceado, porque la UC privilegió la izquierda para atacar.

Apenas se acomodaban los equipos en la cancha y Everton se puso 1-0 arriba con gol de Álvaro Madrid. Menos de un minuto y el local abrió el marcador, con un remate que se desvió y descolocó a Darío Melo, quien debutó con la camiseta estudiantil. Todo nació de una falla de Tomás Asta-buruaga, quien fue presionado en la salida y le robaron el balón. El zaguero, blanco de críticas tras la agónica derrota en el Clásico Universitario, recibió la confianza del cuerpo técnico para ser titular (pareja con Gary Medel en la zaga). Tuvo un difícil arranque, porque cada intervención generó sensación de duda. Se percibía su fragilidad.

A la Católica le costó ejercer un dominio desde el control de la pelota. Solo las intervenciones de Alfred Canales le daban otra cosa al equipo en faceta ofensiva. El ex Magallanes, novedad en la oncena, era el de los pases filtrados en la UC. Fue el más claro en la elaboración, buscando principalmente a Montes, a las espaldas de la zaga evertoniana.

Precisamente, una acción del punzante Clemente Montes, por la franja izquierda, provocó la chance del empate. En los 15′, se sanciona un penal por falta de Ramiro González en contra del 11 cruzado. Ejecutó Fernando Zampedri y colocó el 1-1 parcial en los 17′. En el cierre de la fase grupal, el Toro convirtió su primer tanto en la Copa Chile 2025.

Uno de los aspectos en los cuales Everton complicó a Católica fue en la pelota detenida. Así llegó el 2-1 del local. En los 36′, un córner de Alan Medina encuentra el cabezazo de Ramiro González, para batir a Melo y devolverle la ventaja a los ruleteros. Sin hacer una faena brillante, sí los viñamarinos mostraban otra cara respecto a los deslucidos e inquietantes antecedentes recientes. Mientras que la UC mantenía su desbalanceo: mientras Montes era el más desequilibrante, Diego Valencia participaba a cuentagotas por la franja derecha. El ex Salernitana no ha logrado justificar los minutos que le dan.

Un partido que fue decayendo en ritmo se hacía monótono. Con la ventaja en el marcador, Everton dejó de presionar. A su vez, Católica insistía en buscar por la banda zurda, su única vía para atacar con alguna dosis de riesgo. El ingreso del juvenil Diego Corral, por el opaco Valencia, refrescó el ataque universitario. De hecho casi logra el empate en los 67′, con un cabezazo que dio en el travesaño. ¿Por qué Corral no ha tenido más participación, si cuando ingresa responde?

Nunes hizo más cambios y le dio minutos a futbolistas de escasa presencia durante el año, como Guillermo Soto y Francisco Arancibia, que hicieron poco. La derrota deja a la UC como uno de los peores elencos de la fase grupal de la Copa Chile, con apenas cuatro puntos en seis partidos. Un registro paupérrimo para un grande. Mientras que el segundo clasificado del grupo D quedó en stand by, porque el choque de La Calera y San Luis debió suspenderse a raíz del lanzamiento de fuegos artificiales hacia la hinchada visitante (iba 0-0).