Un tormentoso camino de por medio: la Roja vuelve al Estadio Nacional con público luego de 2.566 días

Este martes, a las 20 horas, la Roja enfrenta a Paraguay y vuelve al Estadio Nacional. Lo hace tras cuatro años actuando fuera, producto de las refacciones que estaba recibiendo el recinto de cara a los pasados Juegos Panamericanos de Santiago 2023. Claro que los últimos dos partidos en el recinto de Ñuñoa fueron sin gente en las tribunas, producto de la pandemia del Covid 19. A finales de 2020, en un coliseo vacío, la escuadra comandada por Reinaldo Rueda igualó 2-2 ante Colombia y venció por 2-0 a Perú. Luego pasaron muchas cosas. Cambios de entrenadores e intermitencia en los recintos. La Selección terminó jugando las Eliminatorias rumbo a Qatar 2022, donde fracasó en su plan de ir al Mundial, en San Carlos de Apoquindo, con un paso intermedio por el Monumental.

¿Hace cuanto que el combinado nacional no utiliza el principal recinto deportivo con gente en las butacas? Entre ambos partidos transcurrirán 2.566 días. Hay que retroceder bastante en el calendario. La última vez fue el 2 de junio de 2017, en un encuentro amistoso ante Burkina Faso (3-0), cuando el equipo, en ese entonces dirigido por Juan Antonio Pizzi, se preparaba para ir a la Copa Confederaciones. Llegaron poco más de 25 mil espectadores y los goles fueron obra de Arturo Vidal (2) y Ángelo Sagal. Las clasificatorias al Mundial de Rusia fueron finalizadas en Macul. Más atrás hay que ir para encontrar un duelo por los puntos en el Nacional: el 15 de noviembre de 2016, ante Uruguay (3-1).

El regreso de la Roja a Ñuñoa es algo que el plantel está esperando hace tiempo. Uno que nunca lo ha ocultado es Alexis Sánchez. El goleador histórico el año pasado ya clamaba por el regreso: “Nosotros estamos acostumbrados a jugar en el Estadio Nacional, con la gente del Nacional. Ahí salimos campeón (de la Copa América 2015), fuimos a dos Mundiales jugando en ese estadio, entonces, ¿cómo no voy a poder jugar en mi estadio representando a tu país? Eso tiene que ver con la dirigencia y con todo lo que hay”, expresó, cuando el coloso seguía cerrado.

Desde su cierre hasta la reapertura, la Roja sumó problemas. Pasó de estar a en la élite del fútbol planetario a buscar reposicionarse en el contexto continental. A nivel de reductos, San Carlos de Apoquindo sirvió en la pandemia, porque con el aforo permitido podía llenarse y a los jugadores les gustaba sentir el público cerca. Luego se volvieron a disputar los partidos en el Monumental. Allí se empató 0-0 con Colombia, se venció a Perú 2-0 y se igualó sin goles ante Paraguay, en 2023, con Eduardo Berrizo como DT.

La incomodidad en Pedrero hizo que Sánchez volviera a levantar la voz. “Llegas al estadio de Colo Colo y del desagüe sale excremento de nosotros mismos en la ducha. Entonces uno dice ‘¿es la Selección o un equipo de Tercera División?’”, manifestó el Niño Maravilla, en una declaración que dio la vuelta al mundo.

En el pasado, diversos factores alejaban de Ñuñoa al Equipo de Todos. La cercanía con público o los conciertos, hicieron que la Roja juegue algunos duelos de las Eliminatorias al Mundial de 2014 y luego de 2018 en Macul. Sin embargo, nunca se había pasado tantos años lejos del reducto. Por ello, en la ANFP vislumbran que luego de este martes, la Selección continúe ejerciendo su localía allí. “Tenemos una planificación con el ministerio del Deporte de jugar todos los partidos de Chile en el Estadio Nacional. Es una vuelta esperada por nosotros. Estuvimos en varios estadios y ahora volvemos a nuestra casa”, señaló Pablo Milad.

Desde 2017, el Estadio Nacional ha sufrido una serie de cambios. Durante ese año, todo el 2018 y también el 2019, Universidad de Chile siguió ejerciendo su localía allí. La salida de la Roja tenía otros factores. Jugar más amistosos en regiones, por ejemplo. Pero luego vinieron las complicaciones. En 2020 llegó la pandemia. Eso obligó a disputar el comienzo de las Eliminatorias sin gente. Luego, se cerró el recinto.

Tuvo aperturas intermitentes. Por ejemplo, en el Clásico Universitario de 2022, cuando la UC venció a la U, recibió público. Sin embargo, solo se pudo jugar aquel compromiso. Después volvió a cerrar sus puertas. Recién en los Juegos Panamericanos pudo llenarse. Y no fue fútbol lo que vio la gente. En Santiago 2023, las gradas se repletaron para ver las competencias de atletismo. En en el megaevento se abrió el Parque Estadio Nacional, donde se exhibieron por primera vez todos los arreglos en los alrededores del coliseo central. El balompié siguió esperando.

A inicios de 2024, la Supercopa fue anunciada con bombos y platillos. Con un extenso plan de seguridad y novedades. Sin embargo, el partido no pudo terminar. Como ha sucedido en diversas oportunidades, la violencia se apoderó de un grupo de fanáticos y una invasión derivó en la suspensión del compromiso entre Colo Colo y Huachipato, cuando el partido llegaba a su final. Semanas más tarde, con los duelos de la U en el torneo de Primera División, el Nacional pudo completar sus compromisos. Los laicos han ejercido su localía en Ñuñoa, a excepción de un duelo en Concepción, jugado allá debido al estado del césped luego de tres conciertos. Ahora llega el turno de la Roja.