La cultura Tusi: el avance de la droga de moda en la música urbana chilena que alerta a autoridades y expertos

Es una sustancia nueva y cuyos efectos aún no están totalmente documentados, pero que ya tiene a jóvenes en rehabilitación y un creciente mercado sobre todo entre los adolescentes. Más aún, lo que se conoce en Chile como “tusi” no corresponde realmente al origen de esa droga, sino que a mezclas de otra sustancia denominada ketamina, un analgésico veterinario que puede generar adicción y problemas de salud en interacción con otros productos. Mientras tanto, las menciones a la “cocaína rosa” -como también se le conoce- suben en canciones y videos de artistas emergentes a nivel nacional.



“Me accidenté carreteando bro, mucho alcohol y muchos excesos. Ya habrá tiempo para profundizar sobre el tema. Ahora quiero descansar y recuperarme”.

Fue acotada y sin demasiados detalles, pero la respuesta de Portavoz alcanzó para dar más tranquilidad a sus seguidores.

En ese entonces los familiares de Jorge Andrés Ferrer Millanao, el nombre real del artista, guardaron silencio sobre el origen de la situación. Sin embargo, el parte policial, al que tuvo acceso Investigación y Datos de La Tercera, revela detalles de los hechos y un dato que destaca: el supuesto consumo de la droga llamada “Tusi”.

El texto escrito por Carabineros da cuenta de un crudo relato de una de las personas que estuvo esa noche con el cantante.

A eso de las 05:50 horas Jorge Ferrer llegó desde una fiesta con unos amigos con evidentes signos de haber consumido alcohol y drogas (al parecer Tusi) por lo que lo nota muy distinto a otras veces (…) Comenzó a tener reacciones de euforia, alucinando cosas, las cuales no lograba entender, comenzando a caminar de un lado a otro en el interior del departamento hablando puras incoherencias, instantes en que inesperadamente se acerca a la ventana que da hacia la calle París, abriéndola y lanzándose al vacío.

Parte de Carabineros, 06 de agosto 2021

Más allá del hecho particular ocurrido con Portavoz, el Tusi -o las sustancias que se venden como si fueran esa droga en Chile- cada día toma más protagonismo en hechos policiales y otras situaciones. Las autoridades han tomado nota sobre esto y manifiestan preocupación. Las cifras dan cuenta de un crecimiento exponencial del consumo e incautaciones de la misma.

Hoy en varias zonas del país hay adolescentes y jóvenes en proceso de rehabilitación por adicción a esta droga. A pesar de estos hechos, muchos cantantes nacionales, sobre todo del género urbano, incluso hacen apología del consumo de la denominada “cocaína rosa”.

Un Tusi que no es Tusi

Según información de la Policía de Investigaciones (PDI), en la actualidad es posible encontrar dentro de las ofertas de sustancias ilícitas que circulan en el país la presencia de una sustancia en polvo de fina granulometría, la mayoría de las veces de color rosado, conocida coloquialmente como “Tusi”, “Tussi” o “Tusibi”, entre otras variaciones fonéticas del término.

El término “Tusi” fue acuñado en Colombia, y en ese país las referencias a esta droga pueden hallarse desde el año 2015. El compuesto comercializado correspondía, en conceptos técnicos, a la droga sintética 4-Bromo-2,5 dimetoxifenetilamina o simplemente 2C-B (que estructuralmente no tiene relación con la cocaína). Esta droga es un alucinógeno de la familia de droga conocidas como “2C”, y el término “Tusi” deriva precisamente de la pronunciación en inglés de esta sustancia (Two-Ci-Bi).

Según la PDI, en nuestro país varias unidades antinarcóticos han hecho incautaciones de esta sustancia desde al menos tres años. Su forma de venta es al gramo y su vía de ingestión es la inhalación, principalmente.

Los análisis que ha hecho el Laboratorio de Criminalística Central de esa institución a las sustancias incautadas y los protocolos recopilados desde el Instituto de Salud Pública dan cuenta hasta el momento, de la presencia de diferentes mezclas en los “Tusi” que se comercializa en nuestro país, y ninguna de ellos ha contenido la droga 2C-B. Las mezclas identificadas principalmente han sido de ketamina en soledad, ketamina con clorhidrato de cocaína, y ketamina con metilendioximetanfetamina (MDMA) y cafeína.

La ketamina no es de fácil acceso, principalmente porque su venta está regulada a usos veterinario, es un anestésico que se ocupa en el rubro veterinario para las operaciones de los animales entonces está muy regulado el uso en Chile, pero en otros países de la región no está regulado tanto su venta, por lo tanto se han detectados casos de contrabando de esa sustancia desde afuera hacia Chile”, explica el comisario de la Brigada de Investigación de Sustancias Químicas Controladas (BRISUQ), de la PDI, Nelson Parada Valenzuela,

En las incautaciones realizadas por la BRISUQ se ha constatado la elaboración de la mezcla de estas sustancias en diferentes diligencias investigativas. El color rosado corresponde a colorantes alimenticios utilizados en la elaboración de tortas y pasteles, por lo que no se descarta la pronta aparición de “variaciones” de esta droga con diferentes colores. No es lo único en que las drogas varían: los consumidores dicen que hay “sabores” hasta de “chicle”.

¿Su valor? Según las investigaciones, hoy se puede encontrar ofertas que dicen corresponder a esta sustancia en un rango de precios que de los $9.000 a los $30.000.

Las consecuencias del Tusi

“La ketamina (que hoy principalmente se vende como “Tusi”) es una anestésico disosiativo, entonces el principal efecto que produce es una especie de compromiso de conciencia, como de nublar la conciencia y de una especie de separación del propio cuerpo, como de distancia en relación al propio cuerpo. El efecto buscado es una especie de alucinógeno también”, explica el doctor Carlos Ibáñez, médico psiquiatra, jefe de la Unidad de Adicciones, Clínica Psiquiátrica de la Universidad de Chile.

Ibáñez recalca que las consecuencias del consumo permanente de esta droga son muy complejas. “La ketamina en dosis frecuente y en uso crónico va produciendo un daño, las personas terminan con una cosa muy parecida a lo que le llaman los síntomas negativos de la esquizofrenia, que es una especie de aplanamiento afectivo, con poca motivación para hacer las cosas, con una especie de apatía frente a las cosas de la vida”.

Pero no solo eso, según Ibáñez “desde el punto de vista médico hay algunas cosas bien complicadas al nivel urinario, se produce un daño al nivel de la vejiga que puede ser muy grave y que incluso puede requerir cirugía, bien complicada desde el punto de vista médico”.

Para el comisario Parada, una de las preocupaciones es que hoy la droga que está en la calle y que es vendida puede tener muchos tipos de “ingredientes” y por lo tanto, las consecuencias son aún más peligrosas.

“Se desconocen las interacciones que puede tener con otro tipo de drogas. Entonces inicialmente podría producir un tipo de intoxicación aguda o incluso la muerte”.

Nelson Parada, comisario de la Brigada de Investigación de Sustancias Químicas Controladas (BRISUQ), de la PDI.

En esa misma línea, el director del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), Carlos Charme, manifiesta que “se empieza con dosis más bajas hasta que el cuerpo empieza a acostumbrarse y empieza a aumentar las dosis con efectos inesperados que incluso puede llegar a causar la muerte de las personas”.

El rol de la música urbana

La letra es parte de la canción “Dimelo má” de Marcianeke ft Pailita. El hit tiene cerca de 45 millones de reproducciones en YouTube y otros tantos millones más en otras plataformas: Una de las canciones más escuchadas en Chile en 2021 hace referencia directa la consumo del Tusi y la Ketamina.

No es la única canción de uno de los artistas más populares del momento que hace referencia a esta droga. “¿Qué le echaste al Tusi, hermano?” es otra canción de Marcianeke que hace referencia a la “cocaína rosada”.

No solo sus canciones hablan de esta droga. Marcianeke también hizo noticia por comprarse un automóvil de marca Porsche y pintarlo de color rosado. Varios medios de comunicación han informado que el propio artista bautizó el vehículo como “el Tussi Móvil”.

En varios videos subidos en Youtube también aparece el artista consumiendo una sustancia rosada. Los comentarios de los propios usuarios de la plataforma aseguran que el cantante está consumiendo este tipo de droga.

No es el único cantante urbano que hace mención a esta droga. Muchos de los últimos “hit” de artistas nacionales hacen referencia e incluso apología al Tusi.

El hecho de que tantos artistas simplifiquen el consumo de esta droga en sus canciones y acciones genera preocupación en las autoridades.

“Es una forma de marketing espeluznante, dramática y que además debe ser condenada por toda la sociedad”, añade Charme. “Lo vi (Marcianeke) cantando hace poco en un concierto en el país, y todos nos hacemos los lesos y de lo que está hablando es de droga que mata, de droga que angustia, de droga que quita sueños, entonces esa sublimación y esa expresión musical de la narcocultura es inaceptable”, agrega.

En esa misma línea, el doctor Ibáñez sostiene que “cualquier promoción y cualquier normalización del consumo de drogas que sean lícitas o ilícitas es muy negativa para la salud sobre todo de los adolescentes, mientras más se hable de las drogas, mientras más se normalice el consumo, como que todo el mundo lo hiciera, mientras más entre comillas natural sea que las personas consuman como parte de su vida resulta más atractivo para los adolescentes empezar a ocupar las drogas”.

Para Patricio Carvacho, director del Centro de Tratamiento de Adicciones, Anástasis, donde actualmente hay varios adolescentes y jóvenes intentando superar la adicción a esta droga, la “oda” al Tusi es preocupante.

A nosotros nos parece que es dañino para la adolescencia y para la juventud en general. Sin criticar tanto lo que es el espacio cultural o el estilo musical, hoy día estamos haciendo una oda al consumo, una oda al delito y en ese sentido es la imagen que le estamos proyectando a los jóvenes y adolescentes

Patricio Carvacho, director del Centro de Tratamiento de Adicciones, Anástasis,

Para esta investigación La Tercera intentó conseguir la opinión de Marcianeke, sin embargo, su círculo cercano informó que no entregarían declaraciones.

Los niños en rehabilitación

El aumento paulatino y sostenido del consumo de Tusi en Chile ha llevado a que hoy ya existan adolescentes en proceso de rehabilitación en distintos centros del país.

“Yo primero comencé con la marihuana, y después las pastillas y después comenzó el Tusi (…) El Tusi me llevaba a delinquir, a robar, a no estar en la casa, a estar todos los días en la calle”, relata José –a quien cambiamos su nombre para los efectos de esta investigación-, de 17 años, y quien se encuentra en su proceso de rehabilitación por el consumo de esta droga, en el Centro Anástasis, patrocinado por Senda.

Lo pasas bien un rato, pero después al siguiente día, al tercer día no tienes plata tienes que salir otra vez a robar”, recuerda el joven, quien hoy ha vuelto al colegio, pero que precisamente por un compañero de escuela comenzó con el consumo de drogas.

Hasta que te suceda algo, te pase algo brígido y ahí recién piensas en dejar las drogas, dejar de robar, todo esto”, agrega el joven. José consumió por última vez Tusi hace tan solo un mes.

Elizabeth – a quien también cambiamos su nombre- es una joven de 19 años y quien también estuvo en un centro de rehabilitación, en Cerro Navia, para superar el consumo de diferentes drogas entre ellas, el Tusi.

“No tenía miedo, pero sí quería probarlo, no sé, curiosidad (…) Era como fumar marihuana, como estar tomando algo, entre curado y volado, algo así (…) En los carretes era como más entretenido, porque hacía como todo más prendido”, recuerda Elizabeth.

La joven explica que su entorno fue una de las cusas de su llegada a las drogas. “Mi hermana consume pasta, mi hermano mayor le hace a la cocaína igual, y mi otro hermano estaba metido en eso, pero ya murió, lo mataron”.

Elizabeth hoy trabaja y dice estar completamente alejada de las drogas, fundamentalmente gracias a las personas que la rescataron de la calle y a que ella no quería seguir el ejemplo de sus hermanos mayores.

Es una droga altamente peligrosa, es una ruleta rusa consumir, especialmente en los niños y adolescentes. Nosotros, ya lo estamos tratando, específicamente en el norte, en Valparaíso, en la Región Metropolitana”, explica el director del Senda.

En tanto, para el director de Anástasis sostiene que “la mayoría de los chiquillos, yo diría un 70%, ha experimentado con este tipo de droga y un 30 o 40% está con un consumo problemático de Tusi”.

“Es muy adictiva, es una droga que yo diría es casi tan adictiva como la cocaína y con un daño mucho más complejo y además muy presente en la adolescencia hoy en día (…) Me da la impresión que tiene una incidencia mayor hoy en día que la cocaína”, sostiene Carvacho.

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