El año de los primeros vacunados en Chile

Zulema Riquelme, técnico en enfermería del Hospital Sótero del Río en la UCI Covid, recibió la primera inoculación contra el virus en Chile.

En vísperas de la Navidad pasada, cinco funcionarios de salud fueron elegidos para dar inicio a la campaña de inmunización, a pocas horas de que aterrizara el cargamento inaugural de vacunas Pfizer. Hoy, siguen colaborando en la emergencia, solo uno se contagió, y todos coinciden en que ese día los cambió: se sintieron más protegidos frente a la pandemia.


A las 11.41 del 24 de diciembre de 2020 se inoculó a la primera persona en el país contra el Covid-19, dando inicio a una campaña de inmunización que ya ha administrado más de 43 millones de vacunas entre primeras, segundas y terceras dosis.

La primera mujer que recibió la vacuna del laboratorio Pfizer BioNTech -de un primer cargamento de 9.750 dosis- fue Zulema Riquelme (47), técnico en enfermería de la UCI del Hospital Sótero del Río, con 26 años de carrera. En ese momento, contó que las restricciones sanitarias y el riesgo de trabajar con pacientes Covid-19 la habían mantenido aislada de su familia, que vive en Concepción.

Hoy, a un año de ese momento, la situación es distinta. “Nunca tuve miedo de ir y ponerme la vacuna porque nosotros, como personal de salud, recibimos un montón de vacunas para prevenir enfermedades infecciosas. El verdadero miedo lo sentimos en 2020, porque trabajar con incertidumbre por casi todo un año, sin vacunas, psicológicamente era muy duro. Así que cuando nos dijeron que llegaba la vacuna a Chile fue una luz de esperanza”, relata a La Tercera.

Primera vacunada en Chile: Zulema Riquelme, TENS. Foto: Mario Téllez.

A la fecha -y con tres dosis-, pese a que convive con el virus, no se ha contagiado. Cree, en parte, que es por la protección conferida por la vacuna, lo que también se refleja en la ocupación hospitalaria. “En el hospital prácticamente no tenemos pacientes Covid en UCI. Hoy, en mi módulo tengo solo a dos: uno no vacunado, y otro solo con dos dosis”, detalla.

La vacuna también le permitió reencontrarse con su familia: en cuanto recibió la segunda dosis, viajó al sur del país.

El primer médico vacunado

Juan Emilio Cornejo (43), médico intensivista de la UCI de la Posta Central, vio durante 2020 la peor cara del virus: la muerte. Y no solo en la unidad de cuidados intensivos, también como médico tanatólogo en el Servicio Médico Legal.

“Dentro de todo, ese día tenía cierto temor. Yo siendo médico, le tengo terror a las inyecciones. Y cuando llegué al Hospital Metropolitano, donde fue la primera vacunación, no tenía idea de que sería televisado”, recuerda.

Juan Emilio Cornejo, primer médico vacunado. Foto: Mario Téllez.

Al igual que Zulema, tiene tres dosis. Y no se ha contagiado del virus. Esa, dice, es la mejor muestra de que las vacunas sí funcionan.

“Yo mismo he visto esta estupidez generalizada que hay de la ‘plandemia’ y la única persona que podría escribir eso es alguien que no lo ha vivido. Hoy en la UCI tenemos un paciente con ese discurso de las vacunas y el ‘chip’ y que ha estado a punto de morir varias veces. En estas circunstancias, vacunarse es un gesto de generosidad”, dice.

El post Covid

Quienes logran sobrevivir a los largos períodos de intubación provocados por el cuadro de Covid-19 grave, luego requieren un largo proceso de recuperación donde el equipo de kinesiólogos de UCI es clave.

Óscar Vera (36) hoy se desempeña como jefe de dicha área en el Hospital Metropolitano y, entre los cinco primeros vacunados, fue el único que contrajo coronavirus. Eso sí, asegura que su contagio ocurrió fuera del hospital y que sus síntomas, gracias a la vacuna, fueron muy leves.

Cuarto vacunado: Óscar Vera, kinesiólogo. Foto: Rodrigo Balladares

“El Hospital Metropolitano lo montamos como un ‘hospital de guerra’, exclusivo para Covid, porque hasta mayo de 2020 estaba abandonado. Fui escogido para ser de los primeros vacunados porque con otro grupo de funcionarios estuvimos desde el principio levantando este recinto”, explica.

Fuera de su trabajo, el Covid lo golpeó en lo personal: en agosto pasado sus abuelos se contagiaron. No tenían las dosis de refuerzo. “Los dos estuvieron en UCI y uno de ellos falleció. Faltó la tercera dosis, porque en teoría la inmunidad dura seis meses. La gente que opta por vacunarse no sabe la importancia de la inmunización frente a una enfermedad nueva. En febrero tendremos una nueva ronda de refuerzo, y me da impotencia la gente que no se vacuna”, dice.

El temor de contagiar

La enfermera coordinadora de UCI, Adriana Arias (37), explica que la vacunación fue como “un regalo de Navidad”. Con el mismo grupo de Óscar, se instalaron en el Metropolitano cuando éste permanecía aún vacío, para levantar un centro de referencia en el tratamiento de la enfermedad.

“Mi familia jugó un rol superimportante de contención durante el período más duro de la pandemia. Pero a la vez, existía el miedo de llevar el virus a la casa. Era un temor constante”, recuerda.

Primera enfermera vacunada: Adriana Arias. Foto: Rodrigo Balladares

Y aunque la vacuna no evita totalmente el riesgo de infección, dice trabajar más tranquila con este apoyo a los elementos de protección que usa religiosamente. Hasta ahora está “invicta” del virus.

“El personal de salud en su gran mayoría ha adherido a la campaña de vacunación entendiendo que es algo preventivo. Nosotros trabajamos directamente con los pacientes, tenemos más riesgo, concluye.

La decisión de vacunarse

Durante 2020, Ruth Herrera (53) cumplía un rol clave cada vez que entraba o se iba de alta un paciente de la unidad de cuidados intensivos: estaba encargada de desinfectar cada uno de los box.

“Cuando supe que la vacuna llegaba al hospital, tomé la decisión de ser de las primeras y lo manifesté a las jefaturas, principalmente para cuidar a mi familia, para no poner en riesgo a mi madre”, comenta.

Ruth Herrera, auxiliar de servicio, y quien completa el grupo de vacunados. Foto: Rodrigo Balladares

Como todo fue televisado, recibió saludos de familiares, incluso del extranjero que la vieron en la transmisión. Ella, como una de las primeras funcionarias vacunadas, aún se considera una privilegiada: no se ha infectado.

En el mismo hospital recibió su segunda dosis, y ya acudió por la tercera. “Si me da Covid en algún momento, sé que me va a dar más suave de lo que vemos acá en la UCI”, sentencia.

Ayer, tres de los cinco primeros vacunados acudieron al aniversario realizado por Minsal y Presidencia. Foto: Rodrigo Balladares

Desde la Subsecretaría de Redes Asistenciales, Alberto Dougnac destaca a estos funcionarios, que fueron “la punta de lanza” del inicio del proceso. “No nos cansaremos de decirlo: vacunarse, junto con respetar las medidas de autocuidado, son un acto de responsabilidad consigo mismo o y con quienes nos rodean”.

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