Elección de consejeros constitucionales: los “encontronazos” de la campaña en la derecha

De izquierda a derecha: José Antonio Kast (Republicanos), Gloria Hutt (Evópoli), Javiera Macaya (UDI) y Francisco Chahuán (RN).

Aunque al principio algunos en Chile Vamos analizaron la opción de competir junto a Republicanos, no hubo chance para ese escenario. Tampoco estuvieron dispuestos a restarse de la disputa en ciertas regiones, en la estrategia conocida como "pacto por omisión". Chile Vamos y el partido de José Antonio Kast se enfrentarán en todo Chile y la refriega electoral ha dejado varios episodios de tensión y rencillas entre ambas listas.


En enero de este año todavía se hablaba de la opción de una posible lista única de Chile Vamos y el Partido Republicano para la elección de los integrantes del Consejo Constitucional que se realizará mañana. Incluso desde el gremialismo se barajó un nombre: “Lista del rechazo 4 de septiembre”, según deslizó en su momento la secretaria general de la UDI, María José Hoffmann. La oposición de Renovación Nacional (RN) y Evópoli, junto a la negativa del partido de José Antonio Kast, sepultaron la idea.

De esta forma, “las dos derechas” inscribieron a sus candidatos por separado. Por un lado, el pacto Chile Seguro, con la UDI, RN y Evópoli; y por el otro el Partido Republicano, que decidió ir por otro carril y cerró además la puerta a pactos por omisión. La tienda que entonces era liderada por Ruth Hurtado se convirtió en el primer partido en oficializar -en solitario- su listado de postulantes ante el Servel.

Pese a que al inicio hubo, en general, “guante blanco”, a medida que se acercaba la elección de este 7 de mayo la fricción electoral generó desencuentros y disputas entre ambas apuestas.

Un punto de inflexión tuvo lugar el 19 de abril, cuando Kast criticó duramente en sus redes sociales al presidente de RN por unas declaraciones que, posteriormente, Francisco Chahuán rectificó, referentes a un órgano estatal “que pague pensiones”.

La arremetida del exabanderado presidencial hacia el bloque -a quienes endosó como una supuesta postura colectiva las declaraciones de Chahuán- fue la gota que rebasó el vaso y desde Chile Vamos salieron en masa a frenar la embestida, utilizando conceptos como “mentira”, “bajeza” y “guerra sucia”.

La inquietud del sector a que el ataque de Kast repercutiera en un mal desempeño electoral de Chile Seguro los había llevado a responder en bloque.

El primer episodio de tensión, sin embargo, había tenido lugar a una semana de la inscripción de candidaturas, luego de que en grupos de WhatsApp internos de dirigentes de Chile Vamos alertaran sobre un afiche que acusaban era compartido desde el Partido Republicano con un cuadro comparativo entre los distintos pactos. En la gráfica se hacían afirmaciones que desde la UDI, RN y Evópoli calificaron como fake news (noticias falsas).

Si bien desde el Partido Republicano descartaron tajantemente estar detrás o vinculados a la creación o difusión del material, algunos en Chile Vamos apuntaron al partido de Kast. La exministra UDI, Isabel Plá, por ejemplo, los emplazó directamente en Twitter: “Esto que difunde republicanos es falso. ¿Qué pasó, José Antonio Kast, con lo de hablar ‘con la verdad’?”, posteó.

Además, los líderes de Chile Vamos difundieron una declaración en la que “invitaron” a “todos los pactos a tener un diálogo con altura de miras, honesto y constructivo”.

El 25 de abril hubo otro punto alto de crispación cuando Luis Silva, abogado de derecho constitucional que compite en la Región Metropolitana por la tienda republicana aseguró que su partido no quería una nueva Constitución pero que ya estaban “embarcados” en el proceso. Vendría una ola de críticas desde Chile Vamos.

“Cuesta entender que se postulen a algo para boicotearlo. Sería mejor noticia para la izquierda radical: cuanto hay oportunidad de cerrar esto bien para Chile y quitarles la excusa constitucional, aparecen ustedes como salvavidas. Miren más allá! Recapacitar!”, le respondió el secretario general de RN, Diego Schalper.

Por su parte, el exconvencional de Evópoli, Hernán Larraín Matte, emplazó a Silva: “‘Definitivamente el partido Republicano no quiere una nueva Constitución’ dice su candidato (...) ¿Para qué se presentan a la elección? ¿Para que fracase el proceso de nuevo? ¿Para que siga todo igual? Sería muy malo para Chile”, escribió en Twitter.

El escenario en la derecha es particularmente complejo en las comunas que componen el distrito 11, que agrupa a Las Condes, Vitacura, Lo Barnechea, La Reina y Peñalolén. La zona es un bastión electoral para la derecha -tradicionalmente ha agrupado al electorado duro de ese sector- lo que lo transforma en un campo de batalla con la irrupción de los republicanos.

En Chile Seguro, al iniciarse la campaña hacían cálculos en los que apuntaban a conseguir entre 25 y 27 escaños en los comicios. Los republicanos apostaban a elegir por lo menos cuatro. Con el correr de las semanas las expectativas cambiaron. Hace unos días, hubo una reservada cita telemática en que, con encuestas en mano, el expresidente Sebastián Piñera -quien ha estado activo en monitorear el escenario- y Chile Vamos analizaron una posible arremetida republicana en el Consejo Constitucional.

Ante ese escenario, desde RN hubo un llamado para “aleonar” a sus diputados ante la amenaza del partido de Kast en la elección.

Cuando se negociaba la opción de una lista unitaria, el senador y timonel gremialista, Javier Macaya, planteó que quizás republicanos veía en este proceso la oportunidad para diferenciarse. Con la seguridad monopolizando la agenda, ambas opciones apuntaron a esos temas en campaña y en el Congreso, donde, por ejemplo, los republicanos rechazaron la Ley Nain-Retamal, bajo el argumento de que las modificaciones en el Senado habían “suavizado” la iniciativa, marcando así diferencia con Chile Vamos en esa votación.

“Nosotros no tenemos una obsesión con el Partido Republicano ni nos parece que nuestro objetivo tenga que estar dibujado por lo que ellos hagan o dejen de hacer”, afirmó Macaya en entrevista con La Tercera.

Lo cierto es que, con o sin obsesión, la derecha tradicional está atenta al resultado de la tienda de Kast este domingo.

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