Juan Santana (PS): “No veo razón para que no se invite a la DC a formar parte del gobierno... ha colaborado con la actual administración ”

El diputado y presidente de las Juventudes Socialistas advierte que -tras el fracaso del Apruebo en el plebiscito constitucional- es necesario que el Presidente Gabriel Boric amplíe aún más la base de apoyo de su gobierno. Llama al Frente Amplio a dejar los prejuicios con el centro político como los hicieron al invitar al Socialismo Democrático a ser parte de esta administración. “No tenemos ningún trauma ni pudor (...). Eso no nos hace menos de izquierda, más bien muestra nuestra capacidad de gobernar y una real vocación para generar cambios”, dice.


-¿Cómo evalúa los efectos de la derrota de su sector en el plebiscito?

Sobre el plebiscito…Es evidente que la soberbia y la arrogancia nunca son buenas consejeras en política. Se abusó de las mayorías circunstanciales que teníamos dentro de la Convención, empujando normas que no contaban con el respaldo suficiente en la sociedad chilena. La derecha puso su mirada, desde un inicio, en el plebiscito de salida y fue algo de lo que nosotros no nos dimos cuenta. Ellos, en vez de ser parte de una lucha, donde eran una clara minoría se abocaron a desprestigiar la imagen de la Convención y vieron en el plebiscito de salida la oportunidad para frenar el cambio constitucional. Acertaron y nosotros fracasamos.

-¿Eso implica renunciar a ciertos cambios comprometidos, generar nuevas alianzas?

Por supuesto que eso tiene una repercusión en el actual gobierno, que paradójicamente está enfrentando las mismas dificultades que, en su momento, vivieron los gobiernos de la exConcertación y la Nueva Mayoría, que es que no contaban con las mayorías parlamentarias para sacar adelante el programa. Como decía Clodomiro Almeyda las cosas que por obvias no se dicen, y por no decirlas a veces se olvidan, y resulta que en la Cámara necesitamos a la DC y al PDG para construir recién una mayoría simple y en el Senado la derecha tiene la mitad de sus integrantes. Por eso debemos ser capaces de entender la dimensión del problema e interlocutar con la oposición y con los partidos que no son parte del gobierno. Eso es dialogar con ellos, respetarlos, escuchar sus puntos de vista, acordar puntos en común, miradas de encuentro. Nuestra tarea es combinar eso con el avance gradual del programa.

-¿Pero es de los que cree que hay que ajustar las expectativas del programa ante el nuevo escenario político?

Más que renunciar a algo, me parece que hay que establecer prioridades del gobierno dadas las nuevas condiciones políticas para poder materializar esos cambios. Tenemos por delante la reforma tributaria y el objetivo del gobierno, según dijo el ministro Marcel, es que esté aprobada en el mes de marzo. Bueno, para eso habrá que hacer todos los esfuerzos para tener los votos y sacar adelante el proyecto que va a hacer viable otras reformas. Pero si hay algunos compromisos que se asumieron en campaña que, dado el clima que se generó en el país y en el Parlamento tras el plebiscito, hoy no cuentan con mayorías, no se van a poder sacar adelante en este periodo. ¿Eso significa renunciar a esas tareas? No, solamente significa a aquellas que, en este escenario político, son viables y pensar de qué forma en un futuro favorable podrían sacarse adelante.

-¿Cómo se aseguran esas mayorías para sacar adelante las reformas?

Veo con atención lo que está ocurriendo en la DC, y no por la pugna interna que existe al interior de ella o por los mandatarios que respaldaron la campaña del Rechazo, particularmente los senadores Rincón y Walker, sino más bien por las decisiones que ha tomado su institucionalidad. Nadie ha reconocido que la DC, con todas las críticas que ha recibido desde la izquierda particularmente, ha sido un partido que ha sido colaborador con la actual administración. Es más, yo no veo razón para que no se invite a la DC a formar parte del gobierno. Necesitamos ampliar la base de apoyo del gobierno del Presidente Boric y para eso resulta indispensable no prescindir de ningún aliado estratégico. En eso, por aprendizajes históricos, los socialistas no tenemos ningún trauma ni pudor en establecer alianzas con partidos de centro. Eso no nos hace menos de izquierda, más bien muestra nuestra capacidad de gobernar y una real vocación para generar cambios en la vida de los chilenos y chilenas.

-¿Cómo se imagina esa integración, incorporándose a alguna de las coaliciones, con cargos en el gobierno?

Más que hablar de la política de alianzas, de si son o no parte de una coalición, que es una discusión que está pendiente y deben resolver las directivas, lo importante es incorporarlos y valorar la conducta que han tenido sin ser parte del gobierno. La DC, su institucionalidad, estuvo respaldando la campaña del Apruebo. No he visto una conducta de dirigentes que mantienen una relación estrecha con la directiva actual que haya empantanado u obstaculizado los proyectos de ley que el gobierno ha enviado al Parlamento, muy por el contrario. Y ahí hay un llamado al Frente Amplio: que así como terminaron con sus prejuicios hacia el mundo del Socialismo Democrático, que tantas veces criticaron, puedan también dejar el prejuicio que existe con la DC para fortalecer la base social y política que el gobierno necesita para poder seguir conduciendo los destinos del país.

-¿Qué viabilidad tiene eso en el contexto interno de la DC? ¿No es complejo para ese partido sumarse a la tarea de gobernar? Ayer se conoció la renuncia de Claudio Orrego, histórico militante…

Lo que pasa es que el gobierno y el resto de los partidos deben relacionarse con la institucionalidad de los partidos. Si la relación en política es de manera individual, de manera particular, pierde todo su sentido. La DC, como partido político, y eso por supuesto que lo respetamos tremendamente y lo valoramos, ha tomado una decisión. Y esa decisión ha sido ponerse a disposición de los cambios que hemos estado empujando con todas las dificultades del escenario político chileno. Pero eso fue una decisión de la DC que trajo, entre otras cosas, como consecuencia lo que hoy día vemos. Yo no quiero involucrarme dentro de un debate interno, porque soy respetuoso de la institucionalidad de cada partido, pero el gobierno y los partidos que formamos parte del oficialismo debemos ser capaces de valorar este tipo de gestos y la forma de hacerlo es invitarlos a formar parte de la actual administración. Eso es cultivar relaciones políticas.

-Usted comentaba los prejuicios del FA con su sector. ¿Cómo lee que el gobierno haya cedido el corazón de su administración al Socialismo Democrático y qué rol deberían jugar ustedes en lo que viene hacia adelante?

Valoramos tremendamente el gesto político que tuvo el Presidente Boric con los socialistas al invitarnos a formar parte de su gobierno. Ese es un gesto de mucho valor. Y, por supuesto, que se hayan producido cambios en el gabinete luego del plebiscito del 4 de septiembre muestra la confianza que el Presidente Boric tiene en la cultura socialista y es que tiene la capacidad de poder liderar la conducción del gobierno en este periodo de alta complejidad. No creo que se trate de que una coalición es más de izquierda o moderada que otra, sino que se trata más bien de depositar confianza en dirigentes, con actores políticos que cuentan con una experiencia. Eso hace que el gesto que inicialmente tuvo el Presidente Boric hoy día se duplique con nosotros los socialistas. Pero lamentablemente, persiste un escenario de desconfianza entre coaliciones, ese es el escenario que tenemos hoy día, de pugnas que son medias irracionales al interior de los partidos.

-¿Cómo se resuelve eso?

Ahí entra, justamente, el rol del PS en esta administración. El PS tiene la obligación de colaborar, en primer lugar, en la conducción del gobierno del Presidente Boric. La experiencia que tenemos de otros gobiernos, la seriedad con la que han actuado nuestros mandatarios, nuestra representación popular, entre otros elementos, obligan a que ese sea nuestro comportamiento. Más aún si son ministras o ministros provenientes del mundo socialista quienes lideran las carteras de mayor relevancia para el país. Pienso que los socialistas somos quienes debemos defender algo que es parte del sentir popular de Chile: la idea que estamos por los cambios, pero que se den en paz y en tranquilidad.

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