La catarsis de los presidenciables de la oposición: Muñoz y Rincón exigieron fin al “maltrato” y Boric hizo mea culpa por apoyar tarde a Guillier

En un inédito encuentro que reunió desde Pamela Jiles (PH) hasta Ximena Rincón (DC), los abanderados a La Moneda hicieron sus descargos y sinceraron posturas. Que cesen los ataques permanentes desde el PC y el Frente Amplio a la ex Concertación y el reconocimiento de parte de Gabriel Boric de que fue un "error" tardar tanto en dar su apoyo a Alejandro Guillier en 2017, fueron algunos de los puntos que marcaron la cita. Y los candidatos salieron con un acuerdo: conformar un equipo de trabajo -que se reunirá este viernes- para establecer mínimos comunes que permitan pavimentar el camino de la esquiva unidad.


“Me parece importante en una reunión como ésta no andar en un baile de máscaras. (...) No podemos tener el ánimo de llegar a entendernos si es que constantemente hay ataques”.

La advertencia la hizo esta mañana el presidente del PPD y abanderado de ese partido, Heraldo Muñoz, en el marco de una inédita cumbre que convocó -a través de Zoom- a todos los presidenciables de la centroizquierda.

“La verdad, el bullying ha estado bien equiparado. No hay nadie que se libre, nadie que no haya recibido y nadie que no haya dado”, le retrucó -minutos después- Pamela Jiles (PH).

El diálogo refleja uno de los temas que ocuparon gran parte de la conversación en la cita que fue iniciativa del presidente del Partido Radical y candidato a La Moneda, Carlos Maldonado: el “maltrato” en el que han caído los abanderados del sector en la búsqueda por posicionar y diferenciar sus campañas (se han tratado desde populistas hasta responsables y cómplices de las causas del estallido social).

A la reunión, que duró cerca de una hora y media, además asistieron los abanderados presidenciales Paula Narváez (PS), Ximena Rincón (DC), Gabriel Boric (Convergencia Social), Marcelo Díaz (Unir) y Jaime Mulet (FRVS); los timoneles Guillermo Teillier (PC), Álvaro Elizalde (PS), Catalina Valenzuela (PH), Camilo Lagos (PRO), Jorge Ramírez (Comunes), Alondra Arellano (CS) y Francisco Vidal (PPD), y los jefes de campaña Joanna Pérez (DC), Marcela Hernando (PR), Pablo Maltés (PH) y Julio Salas (Unir).

En lo que fue calificado como una verdadera catarsis por varios de sus asistentes, algunos partieron por sincerar el clima poco fraterno que ha marcado esta primera etapa de la carrera presidencial en el sector. “Si hemos estado a las patadas en las canillas, hasta hace pocas horas y de repente decimos somos todos amigos y vamos a ir todos en un mismo camino común, sin discutir ideas, principios, creo que le estaríamos haciendo un flaco favor a la gente”, agregó Muñoz.

Al líder del PPD se sumaría después Ximena Rincón. Ambos fueron quienes más se resistieron a participar del encuentro: “No podemos pretender construir una unidad si a cada rato en los medios de comunicación somos denostados y acusados. Si no paramos eso, este tipo de reuniones no tienen mucho sentido”, dijo la senadora, quien estuvo presente sólo por algunos minutos.

Alejándose de la postura que habían manifestado sus aliados de la Unidad Constituyente, Narváez intervino señalando que “no siento que tengamos que hacer campaña aquí adentro. Me parece fundamental que hablemos como los actores políticos que somos, a eso fuimos convocados a esta reunión”.

El guante sí fue recogido desde el PC y Frente Amplio, desde donde las acusaciones fueron desdramatizadas, además de Jiles, por Guillermo Teillier (PC) -quien representó al abanderado comunista, Daniel Jadue, luego de que se excusara de asistir por un tema familiar- y por el presidente de Comunes, Jorge Ramírez.

Si bien el presidente del PC ofreció “disculpas” si alguien se sintió ofendido con sus declaraciones, llamó a “no hacer un tema”, porque “nuestro candidato presidencial no fue muy bien tratado cuando él apareció en las encuestas”. Ramírez, a su turno, aseguró que nunca se van a poner de acuerdo respecto del diagnóstico de los últimos 30 años y que eso debía asumirlo.

Boric: “Nos demoramos demasiado en apoyar a Guillier en su momento”

Minutos antes de que terminara la reunión, Boric hizo un mea culpa que sorprendió a todos los presentes, especialmente a sus pares de la ex Concertación. “Nosotros nos demoramos demasiado en apoyar a Guillier en su momento, parto diciendo eso. Yo lo apoyé en pleno último día y viéndolo en perspectiva fue un error, independiente de las lecturas que se puedan hacer de aquello”, dijo el candidato presidencial de Convergencia Social, RD y Fuerza Común.

Las palabras del diputado por Magallanes se daban justamente como respuesta a lo que minutos antes había planteado el presidente del FRVS y también candidato presidencial de ese partido, Jaime Mulet, cuando emplazó a sus pares a responder una pregunta: “¿Estamos en disposición de en una segunda vuelta hacer los esfuerzos para aglutinarnos todos tras el que gane o la que gane si es que va más de uno?”.

El parlamentario argumentó que como en materia presidencial se veía complejo ponerse de acuerdo para que todo el arco opositor llegara con solo una candidatura a la primera vuelta, lo relevante era comenzar a trabajar en mínimos comunes para que exista un respaldo expedito al que pase a segunda.

A la sorpresa que generó el mea culpa de Boric se sumó la disposición de Jiles a respaldar la opción presidencial del resto de sus pares en un eventual balotaje: “Estoy perfectamente disponible para votar por cualquiera de ustedes, sin ninguna duda”, dijo la parlamentaria humanista.

El llamado a una compleja unidad

Varios fueron los timoneles y candidatos que, durante sus intervenciones, reconocieron que la división en el sector aún era profunda. “Hasta ahora no hemos tenido buenos resultados en términos de consolidar una amplia alianza con vocación de mayoría para transformar a Chile. Las experiencias recientes no son buenas”, sostuvo en su turno el presidente del PS, Álvaro Elizalde.

Sus palabras fueron luego replicadas por otros de los presentes, como los timoneles de Convergencia Social, Alondra Arellano, y del PRO, Camilo Lagos. “Llegamos a este momento con un nivel de división que es insoportable para la gente, que genera mucha decepción”, dijo Lagos, mientras que la dirigenta manifestó que “la tarea ahora es ponernos también plazos, porque son acotados. No podemos estar, como ya nos ha pasado, hasta el último día de la inscripción, o el mismo día, intentando hacer reuniones de una unidad que finalmente no ocurre”.

En ese contexto, todos concordaron en que la responsabilidad mayor del sector en estos momentos es ofrecer una alternativa a la derecha y evitar que vuelvan a gobernar. “No sería bueno para Chile que la derecha gobierne y que lo haga como consecuencia de nuestros propios errores, por nuestra falta de unidad, entendimiento e incapacidad de encontrar acuerdos para ofrecer una alternativa de mayoría”, sostuvo Díaz.

La misma opinión había dado en un principio Maldonado: “Tenemos una gran responsabilidad, cuando hemos estado divididos, gana la derecha y pierde la gente, como ocurrió en 2009 y 2017, en que no supimos sumar efectivamente nuestras fuerzas en primera ni segunda vuelta. No podemos repetir los errores del pasado”, sostuvo.

Así, a medida que avanzaba la cita, los participantes fueron aceptando la invitación que al inicio había realizado Boric, de conformar un grupo programático que trazara las primeras líneas de un acuerdo común, con un mecanismo de seguimiento a ese trabajo. Ese grupo, acordaron, se reunirá este viernes.

Incluso, lo hizo una de sus principales adversarias -y más críticas a su figura- dentro de la carrera presidencial. “Es evidente que es necesario avanzar en un programa común. (...) Siento que tengo una enorme cantidad de ideas en común con cada uno de ustedes, si me concentro en el presente y en el futuro”, sostuvo Jiles.

Narváez, en tanto, finalizó llamando al resto de los candidatos a no caer “en la trampa de aquellos que nos quieren hacer pelear más de la cuenta, es importante tenerlo presente”.

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