La semana en que Amarillos sudó la gota gorda: partido casi fue disuelto por malentendido con el Servel

El partido pasó horas de suspenso luego de que el Servel, contrario a lo que ellos esperaban, les notificara que es necesario que efectúen elecciones internas. Si no hubiesen comenzado con las gestiones para llevar cabo los comicios esta semana, por ley, la colectividad arriesgaba llegar a su fin.


“¡Está la cagada! Esto podría implicar que dejemos de existir”.

Eso es lo que ayer transmitían algunos de los dirigentes de Amarillos por Chile al enterarse de que, como informó La Segunda, el Servicio Electoral (Servel) obligó al partido nacido el año pasado a hacer elecciones internas.

Todo comenzó luego de que la colectividad que preside el diputado Andrés Jouannet proclamara a los integrantes de su Encuentro Nacional, instancia partidaria compuesta por 50 militantes y que tiene la tarea de escoger a la directiva definitiva de la colectividad. Esto en base a lo que estableció previamente el Tribunal Supremo de los Amarillos en un reglamento provisorio. Esto, aseguran en el partido, fue algo conversado con el Servel.

El problema llegó el jueves de la semana pasada, cuando el actual secretario general de la colectividad, el exministro Isidro Solís, llegó hasta las oficinas del Servel para hacer entrega de los documentos que buscaban ratificar los resultados de la conformación del Encuentro Nacional, que, de acuerdo al reglamento que rige a los amarillos, se hizo sin elecciones de por medio.

Cuando el Servel revisó el reglamento, entró en alerta. Según cuentan en Amarillos, se les alegó particularmente por la norma que establecía que se proclamaría electos a los candidatos en caso de no haber otras opciones. Y es que lo que hizo Amarillos fue precisamente presentar 50 candidatos para conformar el órgano de 50 escaños, sin la necesidad de que se vote por ellos.

En ese sentido, hubo un ultimátum desde el Servel: si no materializa una elección, es decir, que se instale una urna y que los candidatos saquen, al menos, un voto, se arriesga la disolución de Amarillos por Chile.

Según el artículo 60 de la Ley de Partidos Políticos, a estos se les pueden aplicar sanciones en caso de cometer infracciones a la norma, como lo es pasar por alto las elecciones internas. Estas van desde amonestaciones por escrito hasta la disolución.

Recibida la advertencia, rápidamente los amarillos organizaron elecciones internas, las que finalmente se celebrarán el jueves de esta semana. De hecho, ayer ya se enviaron los votos y los stickers necesarios para llevar a cabo la elección en las cuatro regiones en que el partido está constituido legalmente.

Algunos dirigentes dicen sentirse aliviados al pensar que Solís haya decidido ir al Servel justo la semana pasada. De no haber recibido esa información en ese momento, no realizarían las elecciones esta semana y el Servel pudo haber aplicado la sanción sin que ellos supieran que estaban incumpliendo una norma.

Desde la directiva de Amarillos explican que ellos entendieron que la primera elección interna de un partido nuevo es normada por ellos mismos. Según las mismas fuentes, la anterior secretaría general, la de Sergio Solís, concluyó que su primer reglamento de elecciones, de carácter provisorio, no sería revisado por el Servel. Así las cosas, creyeron que podían realizar su primera elección interna con ese reglamento.

Tan seguros están de eso, que algunos de los dirigentes del partido incluso sugieren que pudieron haber reclamado ante el Tribunal Constitucional por la decisión que adoptó el Servel. Pero como les alcanzaba el tiempo para desarrollar unas elecciones exprés, desistieron de esa idea.

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