Voto dirimente de Brahm: el otro debate que cruzó al TC

Antes de rechazar que se acogiera a trámite el requerimiento del gobierno por un tercer retiro de fondos previsionales, el TC abordó la solicitud de inhabilidad presentada por parlamentarios en contra de la presidenta del organismo, María Luisa Brahm. La petición fue finalmente rechazada, pero se dio un amplio debate respecto del carácter dirimente del voto del líder del TC. El ministro José Ignacio Vásquez fue el más severo en la discusión, apuntando a que en los últimos siete años se ha usado ese rol -que permite a quienes dirigen la institución resolver los empates de las votaciones- de forma política y abusiva.


Ya desde muy temprano en la mañana se sentía en el ambiente la tensión. Ministros que estaban conectados remotamente desde sus casas esperaban que se iniciara la sesión de pleno del Tribunal Constitucional (TC) cuando en la televisión apareció uno de ellos hablando en directo para los matinales del país. La intervención causó sorpresa en el organismo. El ministro Iván Aróstica era interceptado por las cámaras de televisión apostadas afuera del recinto, ubicado en Huérfanos 1234, y como pocas veces, el magistrado habló y lanzó una frase que no cayó muy bien en La Moneda: “El punto central no es quién hace las leyes, sino qué hacer para solucionar los problemas de la gente”.

La frase fue interpretada como un mensaje directo al Ejecutivo y, en parte, tenía que ver con aquellas voces que desde la semana pasada planteaban como un escenario probable que el requerimiento que presentó el Presidente Sebastián Piñera, y que busca declarar inconstitucional la iniciativa parlamentaria que regula un tercer retiro de 10% de fondos de la AFP, podría no sortear la primera barrera: el examen de admisibilidad.

De forma presencial en el TC, pero conectados por Zoom desde sus despachos, estaban Aróstica; la presidenta del TC, María Luisa Brahm, y los ministros Juan José Romero y Cristián Letelier. Desde sus casas siguieron y participaron del debate los ministros Gonzalo García, Nelson Pozo, Rodrigo Pica, Pía Silva, José Ignacio Vásquez y Miguel Ángel Fernández.

Deber de ingratitud

El primer tema que abordaron los ministros en esta jornada clave fue la solicitud presentada por diputados y el senador Carlos Bianchi, quienes pedían inhabilitar a Brahm. La vez anterior que el Ejecutivo recurrió contra el segundo retiro del 10%, en uso de sus facultades, el voto dirimente la presidenta del TC dio un triunfo al Presidente Piñera al acoger el libelo que presentó, primando entonces la decisión de la abogada por sobre la del resto de los ministros.

Brahm, que en todo momento permaneció conectada al debate, sostuvo que no había causal para sacarla de la discusión del requerimiento y apuntó, además, que los parlamentarios no tenían legitimación activa para plantear un incidente de este tipo.

Pese a que la pretensión del grupo de congresistas fue desestimada, en una estrecha votación por cinco votos a cuatro, el ya fracturado ambiente al interior del TC se trizó aún más cuando tomó la palabra el ministro José Ignacio Vásquez. En su ya acostumbrado tono severo analizó cómo él ha visto que durante los últimos siete años el voto dirimente que la ley confiere al presidente del TC se ha usado de forma política, alejado de lo jurídico, y también de forma abusiva.

El magistrado, que fue electo por la Corte Suprema en su cargo, apuntó a la administración de Carlos Carmona, cercano a los gobiernos de la Concertación, y que cuando fue presidente ocupó 28 veces dicha prerrogativa. La crítica se extendió, por supuesto, a Brahm, con quien Vásquez ha protagonizado públicas disputas.

“No hay que ser esclavo ni ‘Espinita’ del órgano que te nombró”, resume uno de los ministros el que fue el tenor de los puntos centrales de esta discusión. En ésta, Vásquez, exdirector de Estudios de la Corte Suprema, recordó el “deber de ingratitud” que debe tener una autoridad al momento de ser nombrada, es decir, no tener ningún tipo de compromiso con quien ayudó para que llegaras a ese cargo.

Ya que la decisión fuera reñida fue toda una sorpresa al interior del TC. A eso se suma que ministros como Nelson Pozo, considerado cercano al grupo de Brahm, estuviera por sacarla de la discusión aduciendo que ha perdido parcialidad. La jornada con los debates respecto de si se acogía a trámite o no el requerimiento del Ejecutivo continuó con similar intensidad.

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