
Massimo D’Alema, exprimer ministro de Italia: “Meloni no es capaz de proteger nuestros intereses nacionales”
En entrevista con La Tercera, el expremier y excanciller italiano criticó la mayoría de las decisiones tomadas por el actual gobierno de su país, al que acusó de estar subordinado a la administración de Donald Trump y de no defender la soberanía de Roma y Europa.
“La astucia es posible. Pero frente a los niños (de Gaza) que son asesinados, no es aceptable”. Ese fue el cuestionamiento que el exprimer ministro de Italia Massimo D’Alema (1998-2000) le hizo a la actual jefa de gobierno, Giorgia Meloni, por su decisión declarada de no reconocer al Estado palestino. Lo dijo en entrevista con La Tercera esta semana, donde valoró que “Meloni es una mujer astuta” y “tiene capacidad de maniobra política”.
No obstante, la obligación de los gobernantes sigue siendo “ser claros y firmes”, zanjó el político y periodista, quien es figura clave de la socialdemocracia italiana. “Europa está enormemente atrasada y debería haberlo hecho (reconocer al Estado palestino) dos años atrás. Pero finalmente Europa se despierta e Italia frena, lo que en mi opinión es lamentable como italiano”, expresó sobre la gestión de la actual primera ministra Meloni.
Sus declaraciones a este medio ocurrieron este jueves, tras ser invitado a Santiago por la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile, donde realizó dos exposiciones dirigidas a académicos y estudiantes: “Los grandes desafíos de la sociedad contemporánea” y “Los grandes temas de nuestro tiempo”. La segunda, junto al expresidente chileno Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000).
¿Cómo evalúa usted la gestión interna de Meloni?
Los italianos van a decidir. Si tuviera que recordar una cosa importante hecha por el gobierno de Meloni por nuestro país, sería difícil. Verdaderamente, sería difícil. Es una mujer inteligente, muy hábil en la maniobra política, pero no hay una reforma importante.
¿Qué opina del reciente encuentro que el candidato presidencial chileno José Antonio Kast sostuvo con Meloni?
Mira, no quiero hablar del gobierno italiano al extranjero, pero claro que el gobierno de Meloni toma parte de un bloque de gobiernos de derecha. Y vinculado primero al Presidente Donald Trump. Y representan el retorno a la escena mundial del nacionalismo, una reacción a la crisis del orden mundial liberal, a la globalización neoliberal. Yo no creo que esta derecha transnacional sea capaz de solucionar los problemas. Y también lo que me preocupa es que, aunque el nacionalismo americano está amenazando y afectando a los intereses europeos, Meloni, siendo vinculada a Trump, no es capaz de proteger nuestros intereses nacionales. Esa es la paradoja del soberanismo. Que el soberanismo más grande, de Trump, somete al soberanismo más pequeño. Por eso no creo que un gobierno de derecha sea capaz de proteger los intereses fundamentales de cualquier país.
¿Cuál es su postura respecto del avance de las fuerzas de extrema derecha en Europa?
Eso es un fenómeno vinculado con la crisis del mundo occidental, con el hecho de que nuestros valores, nuestra historia, nuestra confianza en el futuro se está oscureciendo. Y la derecha es la fuerza que representa este sentimiento de rencor. Es un fenómeno de crisis, sin esperanza por el futuro. El gran desafío de nuestro tiempo, el reto del gobernante es construir la paz, la coexistencia, salvar el planeta y compartir el bienestar. Porque la amenaza global de la polución y el crecimiento de desigualdades, esos son los temas. Y para ninguno de esos problemas la derecha tiene una respuesta. Es un fenómeno peligroso.
¿Cómo evalúa usted la decisión de Italia de distanciarse del reconocimiento al Estado palestino en la Asamblea General de las Naciones Unidas?
Es una decisión muy negativa. Primero, porque está en contrario a toda la tradición de la política exterior italiana. Italia fue siempre un país solidario con Palestina. Y no solo la izquierda, sino también la Democracia Cristiana, todos los gobiernos italianos fueron solidarios con Palestina. Parte del gobierno actual es abiertamente solidario con (Benjamin) Netanyahu. También durante la masacre en Gaza, el viceprimer ministro de Italia llegó a Jerusalén para respaldar a Netanyahu, lo que está totalmente en contra de nuestra tradición y del sentir de la mayoría de los italianos. Lo que es claro, no solo por las grandes manifestaciones, sino también por las encuestas.
Y Meloni es una mujer astuta, tiene capacidad de maniobra. De un lado no se quería aislar totalmente de Europa, de Francia, Reino Unido, España… España es muy fuerte. Quiero rendir homenaje a Pedro Sánchez, el único líder europeo muy fuerte y claro. Italia no quería distanciarse demasiado y, por otro lado, no quería distanciarse de Trump. Y esta astucia se podía reconocer. Pero frente a los niños que son asesinados, no es aceptable. El deber es ser claros, es ser firmes, finalmente. Porque Europa está enormemente atrasada y debería haberlo hecho (reconocer al Estado palestino) dos años atrás. Pero finalmente Europa se despierta e Italia frena, lo que en mi opinión es lamentable como italiano. Lamentable.
Respecto de la guerra en Ucrania, ¿qué riesgo cree usted que representa hoy Vladimir Putin para Europa?
Putin es una amenaza primero por Rusia, porque Rusia está pagando un precio muy alto. El revanchismo imperial de Putin en términos de vidas humanas y de aislamiento político y de sanciones económicas. Al mismo tiempo, creo que esta guerra es una guerra que nadie puede ganar, porque Occidente no puede aceptar la derrota de Ucrania. De otro lado, Rusia es un país que se juega su destino, y no creo que pueda aceptar ser derrotado sin usar todas sus armas, incluida la bomba atómica. Eso significa que esta guerra tiene que terminar. El gran problema es cómo alcanzar una negociación equilibrada. Yo comparto la idea de apoyar a Ucrania, pero al mismo tiempo siento la necesidad de una iniciativa política de Europa. Pero hasta ahora no ha habido una iniciativa política de Europa.
Porque lo que nos interesa no es un armisticio, sino también una paz, una paz con seguridad, garantizada por Europa y para Europa. Y si queremos seguridad garantizada, yo creo que necesitamos una conferencia sobre la seguridad en Europa y un acuerdo de seguridad con Rusia. Y no se puede pensar que la seguridad en Europa está garantizada sólo por la OTAN, porque la expansión de la OTAN sin un acuerdo con Rusia es una de las razones de la guerra en Ucrania.
Si queremos que Europa sea en el futuro una gran protagonista de las relaciones internacionales con sus valores de paz, de respeto de los derechos humanos, tenemos que estar unidos, fuertes y coherentes. No se justifica frente al mundo el hecho de que si Rusia ocupa Crimea, hay sanciones, y si Israel ocupa Gaza, no hay nada. Porque si queremos ser creíbles en la escena internacional, no se puede aceptar un doble estándar, doble rasero. Eso no es aceptable.
¿Y cómo califica usted el rol de Donald Trump en el actual escenario global?
El Presidente de Estados Unidos se presenta en la escena internacional como un elemento de inestabilidad y no como un hombre capaz de solucionar problemas, sino más bien uno que pone problemas.

¿Usted cree que la guerra en Ucrania puede terminar pronto?
En 2006, frente a la guerra entre Israel y Líbano, Europa actuó. En esa época, yo era el ministro de Asuntos Exteriores de Italia y, junto con los otros países europeos, de inmediato convocamos una conferencia por la paz, obligando a los norteamericanos a participar. Israel la rechazó. Y decidimos presionar al gobierno de Israel, de un lado, y de otro lado a Hezbolá. Al final, en dos meses, fue posible terminar la guerra con una resolución del Consejo de Seguridad y con el despliegue de una fuerza internacional entre Israel y Líbano. Eso muestra que se puede actuar si hay voluntad política y fuerza.
¿Cómo evalúa la política migratoria de Meloni?
No hay política migratoria actualmente. Hay propaganda migratoria, que no es política. Primero, no hay ninguna invasión de Italia. Este año, con el gobierno de Meloni, llegaron 35 mil migrantes en barcos, más que el año pasado. Así que no es verdad que Meloni ha bloqueado la migración. Está creciendo, independientemente de todas las declaraciones de Meloni. No es verdad. Es estadística oficial. La de Meloni es propaganda.
Segundo, a pesar de que llegaron 35 mil personas, la población total de Italia disminuyó. Italia es un país que se ve muy diferente, se va despoblando. El pueblo se va reduciendo progresivamente. No es un país invadido. Si usted llega a los campos, al interior del país, se ve que hay solo viejos. Y no se busca personas para trabajar en los campos.
La realidad es que Europa necesita migrantes. Según la estadística oficial de Europa, hasta el final del siglo, o Europa es capaz de integrar al menos 150 millones de migrantes, o su economía y su sistema de bienestar van a colapsar. Esta es la realidad. La de Meloni es propaganda (...). El gran problema es integrar, es reducir el impacto, es combatir el crimen. Pero no es rechazar gente que es necesaria, por nuestro país y por el futuro de Europa.

¿Y cree que esa propaganda se puede replicar en otros países?
Sí, lamentablemente, se puede replicar, con los mismos resultados desastrosos, si es que la gente acepta la propaganda en lugar de reflexionar sobre la realidad.
¿Qué opina sobre el rol de China en el escenario global?
China es una gran potencia indispensable. Es un país muy diferente a nosotros, el sistema político es diferente, pero es un país enormemente dinámico. Primero, en muchos sectores tecnológicos fundamentales, con una perspectiva de ser, en pocos años, la primera potencia económica del mundo. Y tenemos que cooperar con China. Tenemos que establecer reglas sostenibles de comercio, de cooperación con China.
La idea de aislar a China es una idea loca. No tiene sentido, porque China no se puede aislar. China tiene una relación creciente con el Sur Global. Y está trabajando por reforzar su relación con India, que fue problemática, difícil en la historia. Yo creo que la idea de Occidente de oponerse con fuerza a China no es sólo inaceptable moralmente, sino quimérica. Porque hay tendencias económicas, demográficas, que no se pueden parar. Son imparables.
Entonces, yo creo que el gran problema es cómo trabajar juntos. No hay alternativa. Finalmente, quiero decir que China, hasta ahora, es un factor de estabilidad. No bombardea ni invade países ni hace guerras. Lo que no es poco en el mundo de hoy. Es un factor de estabilidad. Practica el comercio.

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