Felipe Berríos: "Chile ha crecido y el traje nos quedó chico"

El sacerdote regresó ayer al país tras cuatro años como misionero en Burundi y República del Congo, en el servicio jesuita de refugiados.




República del Congo, en Africa central. Luego Ruanda. De allí a Nairobi, capital de Kenia, y más tarde un avión a Bruselas, Bélgica, donde pernoctó en una casa de religiosos. Después, tres días en Roma, Italia, y otro avión al aeropuerto internacional de Barajas, en Madrid, España. Hasta que ayer, a las 08.10 horas, tras un periplo de una semana, por fin pisó Santiago.

Fue en junio de 2010, cuando el sacerdote jesuita Felipe Berríos (57) partió a Burundi, Africa, a servir como misionero en el servicio de refugiados de su congregación. Y luego de cuatro años, con un bolso de mano y una maleta pequeña, regresó.

En el aeropuerto de Santiago lo esperaban cerca de 15 personas, entre ellos cuatro de sus hermanos, el también sacerdote jesuita Fernando Montes -rector de la U. Alberto Hurtado- y Jorge Burgos, actual ministro de Defensa y su compañero de curso en el colegio San Ignacio de El Bosque. Berríos, incluso, recibió aplausos de algunos presentes en el terminal aéreo. "Me da un poco de vergüenza ser noticia, cuando hay otras cosas más importantes", dijo.

Su familia lo recibió con una camiseta de la selección chilena. "Estoy muy contento, creo que en Chile tenemos grandes desafíos y problemas, pero vivimos en un país privilegiado, construido entre todos, y estoy feliz de regresar. Vengo de una pobreza tan grande que es un lujo estar aquí", sostuvo.

Sobre su trabajo en Africa comentó que "fue un tiempo para reflexionar y entender el evangelio para los pobres. También estoy triste por dejar a los más abandonados". Sobre las reformas en proceso, tributaria y de educación, destacó que "todas son muy necesarias para proyectarnos 20 o 30 años más... Chile ha crecido montones y el traje nos queda chico, en algunos sectores aprieta mucho; hay que hacer uno nuevo. Y en eso tenemos que ayudar todos".

En cuanto a su relación con la jerarquía de la Iglesia católica, expresó que "siempre ha sido buena, por lo menos desde mi punto de vista. Vengo de Roma. Y creo que la Iglesia está tirando hacia vivir más el evangelio, no tengo por qué tener problemas con la jerarquía".

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