El telefonazo que salvó a Mena

La seleccion de futbol de Chile llega hasta el aeropuerto donde partira rumbo a Rusia para jugar la Copa Fifa Confederaciones 2017
Foto: Víctor Pérez / Agencia Uno

El lateral de la Roja fue detenido por manejar por la Ruta 68 en estado de ebriedad, a 166 km/h. El fiscal habló telefónicamente con el jugador y lo dejó irse a casa, por el artículo 197 de la Ley de Tránsito. El zurdo logró viajar a Rusia con el plantel. La ANFP y Pizzi decidieron que siga en la delegación.




Un radar en el kilómetro 31 de la Ruta 68 detectó que el Audi Coupé A4 de Eugenio Mena se trasladaba a 166 km/h en una zona de 120. De inmediato, Carabineros ordenó la detención del vehículo infractor y cursarle la multa al conductor. El uniformado a cargo del proceso detectó un potente hálito alcohólico del jugador de la Roja. La sospecha se confirmó después con el test de rigor: el zurdo manejaba con 1,16 gramos de alcohol por litro de sangre. Ante la ley, en estado de ebriedad.

El triste episodio, que nuevamente involucra a un seleccionado en una crónica policial, se dio el domingo por la noche. Según el parte policial, a las 23.22. Mena conducía acompañado de una mujer. Luego de requisarle sus documentos y leerle sus derechos, el futbolista fue trasladado a la una comisaría, para un control de detención. A esa altura, el viaje a Rusia con el plantel, programado para el día siguiente, corría serio peligro. Mena recién entendía su grave falta y los posibles efectos.

Lo bueno para el jugador del Sao Paulo es que su hoja de antecedentes estaba limpia. Y que nunca había cometido una infracción siquiera similar. Además, y ésa fue la clave, el jugador se mantenía en control de sus actos, pese a la importante ingesta de alcohol.

Según los artículos 197, 198 y 199 de la Ley de Tránsito (que regula el procedimiento de detención para el delito de manejar en estado de ebriedad), en casos como el de Mena la reclusión no es obligatoria, debido a que no hubo daños materiales ni lesiones producto de la transgresión a la norma (muy distinto a lo que sucedió con Arturo Vidal en la Copa América 2015, por ejemplo). El asunto, por ende, queda a criterio de las autoridades y depende del grado de embriaguez del infractor. En palabras simples: si es capaz de mantenerse en pie sin dificultad y hablar correctamente.

El proceso quedó en manos del fiscal jefe de Curacaví, Cristián Cáceres, quien controló todo por vía telefónica. Primero se comunicó con el carabinero que le tomó los datos al seleccionado nacional. "El oficial me explica que Mena está en control de sus actos y que se le ve bien. Yo, asumiendo que siempre puede haber cierta permisividad por ser un jugador de la Selección, pedí hablar personalmente con Mena y confirmó que efectivamente es capaz de tener una conversación coherente", explica el fiscal a La Tercera.

Según los apuntes de Cáceres, la cantidad de alcohol detectada a Keno equivale a "dos o tres vasos de whisky", como para hacerse una idea. "El efecto que genera en una persona da lo mismo. Si toma eso al desayuno, posiblemente quedará borracho. Si lo toma después de una comida, se puede sentir menos. Para efectos del test, el resultado de la medición es la misma", dice el abogado.

En los próximos 30 días se conocerán los resultados de la alcoholemia (examen de sangre para medir el grado exacto de alcohol en la sangre). Luego de eso, Mena será citado y formalizado por la Fiscalía. El Tribunal debe definir la fecha de la citación, posiblemente para dentro de dos meses. Ahí comenzará el proceso para determinar culpas y penas para el jugador, que arriesga: 61 a 540 días de detención, suspensión de licencia por dos años y multas hasta 5 UTM.

El perdón de Pizzi

Una vez que explota la noticia ayer por la mañana, la ANFP reconoce el exceso de velocidad de su seleccionado pero niega su consumo de alcohol. Luego, tras leer el parte, admite finalmente el delito. El directorio se comunicó con Juan Antonio Pizzi para resolver el caso de Mena desde el punto de vista deportivo. Se optó por mantenerlo en el régimen de la Roja y se le permitió subir al avión rumbo a Rusia, para la Copa Confederaciones. "Para tomar esta decisión, se evaluó que lo sucedido fue un incidente fuera del período de concentración, lo cual no excluye que el jugador deba responder, como cualquier ciudadano, a lo que defina la justicia", fue la respuesta. La ANFP no quiso responder sobre si el jugador había faltado a su confianza , si había vulnerado un reglamento interno, si procede crearlo. También se negó a condenar o relativizar la falta,

Mena era uno de los seis futbolistas que aún no se unía a la concentración, junto a Alexis, Felipe Gutiérrez, Paulo Díaz y Medel. Hoy, llegando a Moscú, Pizzi dará una conferencia de prensa agendada hace semanas. Ahí hablará del caso Mena.

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