Fraternalmente unidos en la diversidad



SEÑOR DIRECTOR:

Las sociedades que progresan son las que se esfuerzan en consensuar aspectos institucionales y políticos comunes con sentido de futuro, que fundan eficazmente el carácter de su contrato social.

Nuestro país transita por una etapa compleja, donde se ha dado cumplimiento a un proceso constituyente, que nació de un acuerdo fundado en la voluntad de paz y en la declinación de las perspectivas y los diagnósticos propios.

Como consecuencia de ello, un grupo de chilenos cumplió con su deber de entregar una propuesta de nueva Constitución. Tal vez faltó tiempo o no se previeron aspectos que pudieran frustrar los resultados, entre ellos, el más esperado: que fuera un texto capaz de interpretar a la más amplia mayoría, es decir, de aquellos que votaron por tener una nueva Constitución.

Cualquiera sea el resultado de este domingo, la lógica política y la necesidad de dar satisfacción a la aspiración de la amplia mayoría de los chilenos, requiere un esfuerzo adicional, tal cual lo ha señalado la voluntad de todos los actores democráticos, en cuanto a dar continuidad al proceso constituyente tras el resultado más esperado: la unidad del país.

La existencia de señales positivas, prometedoras, de que solo a través de una voluntad de diálogo y de un sincero interés por la democracia, tendremos una institucionalidad acorde con las necesidades de progreso y justicia social, es una garantía de que hay una mirada nueva, amplia, muy mayoritaria, para construir un futuro con los principios esenciales del bien común.

Al respecto, todos los actores políticos deberían materializar una tregua tras el plebiscito, declinando las escaramuzas innecesarias, para crear un ambiente propicio y avanzar hacia el objetivo común que resuelva aquellos aspectos que impiden el consenso.

El próximo 10 de septiembre tres organizaciones éticas, humanistas y librepensadoras realizarán un nuevo Fraternitas de la República, ceremonia patriótica, cívica y fraternal, donde se quiere contribuir a la superación de las diferencias. Bajo el llamado “Fraternalmente unidos en la diversidad”, queremos contribuir a un nuevo tiempo, potenciando en cambio las virtudes de la política y del debate respetuoso, responsable y sereno, para bien de los propósitos superiores que necesitamos para unir al país en un proyecto común, donde la condición humana esté en el centro de la institucionalidad política y social.

Sebastián Jans Pérez

Gran Maestro de la Gran Logia de Chile

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