Mirada integral contra el delito



SEÑOR DIRECTOR:

El pasado 6 de abril, el gobierno anunció el plan “Calles sin violencia”, en un país que sufre y mira con horror cada día cómo se cometen más crímenes violentos, con un cambio claro en el modus operandi tanto de bandas delincuenciales como de crimen organizado.

Como respuesta a este incremento de los crímenes violentos en el país, el plan propone medidas reactivas que, aunque podrían ser asertivas en parte, no resuelven el problema de fondo. Este escenario vertiginoso de cambios implica remirar la estructura social y urbana del Chile de hoy y actualizar no solo políticas de control del delito, sino de vivienda, sociales, de migración, por nombrar algunas.

Por supuesto, se entiende el trabajo que el plan estipula entre el Ministerio del Interior y Carabineros, PDI o el Ministerio Público; pero qué pasa con el Minvu, Mineduc, Mideso o Relaciones Exteriores; qué pasa con la alianza con los municipios que conocen a sus comunidades. Las acciones policiales apropiadas y el correcto funcionamiento del sistema judicial son muy importantes, pero no las únicas claves para enfrentar este incremento de los crímenes violentos, como lo muestra la evidencia internacional.

Como mencionaba la periodista urbana Jane Jacobs en su libro “Vida y muerte de las grandes ciudades americanas” (1962), para que una ciudad sea segura se necesita trabajar a escala humana y resguardar el tejido social; se necesita un diseño socioambiental de las ciudades más consciente de evitar oportunidades delictivas, inseguridad y problemas de salud mental en la población, medidas que busquen incrementar la habitabilidad de los barrios y sus calles.

Macarena Rau Vargas

Presidenta

International CPTED Association

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