Trump y el juicio penal

Trump Columnist Lawsuit
(AP Photo/Mary Altaffer, File)


SEÑOR DIRECTOR:

El siglo XX ha sido el “Siglo Americano” y Estados Unidos aparece como la primera potencia económica, tecnológica y militar en el mundo. En el presente siglo mantiene sus capacidades globales hegemónicas y emerge como defensor de la democracia y las libertades. El politólogo Seymour Martin Lipset, en su obra El Excepcionalismo Americano promueve la tesis que influye en su política exterior, como país cualitativamente diferente a otras naciones y fundado, como lo expresara Abraham Lincoln en su discurso de Gettysburg, en valores e ideales republicanos y democráticos de contenido ético, denominadas “Las cruzadas morales de EE.UU.”

Por ello resulta inédita la imputación de 34 cargos penales, la primera en la historia de los EE.UU., contra un expresidente que causa un grave daño político y moral a la democracia más antigua de América. El mandato del expresidente Trump buscó el aislacionismo, socavando las instancias internacionales, despreciando el peligro de la pandemia y su negacionismo del cambio climático. Quizás la más grave de las acusaciones fue la instigación a sus seguidores de la supremacía blanca al asalto al Capitolio para evitar la certificación del triunfo de Joe Biden, que originó un impeachment por el delito de “incitación a la insurrección” que configura un virtual golpe al Congreso y un grave crimen que no puede quedar en la impunidad. Importa una conducta impropia de un primer mandatario que intentó además utilizar a las FF.AA. para anular las elecciones. Las penas accesorias deberían imponer su inhabilitación para futuros cargos políticos. La otrora sólida democracia americana ha quedado erosionada en su imagen internacional.

Nelson Hadad Heresy

Académico y ex embajador de Chile

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