Acusación constitucional: los efectos de un “autogol”

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La sesión del martes en el Senado, en la que se rechazó la acusación contra el intendente Felipe Guevara.

El revés que sufrió la centroizquierda con el rechazo de la acusación contra Guevara reabrió el debate interno sobre la esquiva unidad del sector. Dirigentes advierten que este escenario dificulta aún más la construcción de una alternativa al gobierno de Sebastián Piñera.


"Esto dificulta severamente algo que los chilenos necesitan, que es ir construyendo una coalición, una alternativa política distinta a la que encabeza la derecha". Así abordaba este miércoles el jefe de los diputados socialistas, Manuel Monsalve, las consecuencias de la decisión de seis senadores de la oposición que, por distintas razones, el martes no dieron sus votos para aprobar la acusación constitucional que buscaba destituir al intendente metropolitano, Felipe Guevara (RN).

Las ausencias, pareos y abstenciones de legisladores del PPD, la DC y el PS terminaron por echar por tierra el libelo y le infligieron una nueva derrota a la oposición, una especie de "autogol" -como lo definen algunos- para el sector que reabrió el debate interno sobre la esquiva unidad del bloque de cara a los desafíos electorales y políticos que se aproximan.

En la misma línea que Monsalve, otros dirigentes opositores advierten que lo ocurrido en el Senado, sobre todo en una ofensiva cruzada por la vulneración de derechos humanos, afecta las relaciones políticas del bloque y, asimismo, genera una "pérdida de confianza" en el trabajo conjunto. En este escenario, de hecho, varios proyectan que este tipo de episodios podrían seguir dificultando que el sector logre construir una alianza o una alternativa al gobierno del Presidente Sebastián Piñera.

"Hay muchos desafíos este año, no solo el plebiscito constitucional, también las alianzas respecto a las municipales y gobernadores, y luego la presidencial. Y para eso se necesitan confianzas. Pero, lamentablemente, las confianzas se construyen sobre realidades, y esto claramente ha dañado nuestras confianzas", advirtió el jefe de bancada del PPD, Ricardo Celis.

La presidenta de Revolución Democrática, Catalina Pérez, señaló, a su vez, que "lo que ocurrió es vergonzoso, una muestra de respaldo a un gobierno con el 6% de aprobación, que sin duda genera desconfianza e incertidumbre hacia una oposición que hemos buscado articular en torno a la defensa irrestricta de los DD.HH. y el proceso constituyente". Y agregó: "El PS, el PPD y la DC tienen que esclarecer a qué lógica obedecen y responder por sus parlamentarios. No pueden esperar que construyamos a futuro con quienes dicen una cosa y actúan de otra forma".

El senador Francisco Huenchumilla (DC), quien fue uno de los cinco senadores democratacristianos que aprobó el libelo, sostuvo que "a mí me preocupa que no seamos capaces de consensuar una mínima postura respecto de cómo enfrentar los distintos escenarios que se nos van presentando".

"Siento que aquí hay un punto respecto de cuántas oposiciones tenemos y si dentro de tantas oposiciones es posible una mínima coordinación, un mínimo común denominador de cómo enfrentar a un gobierno de derecha", recalcó.

El presidente de la Democracia Cristiana, Fuad Chahin, si bien admite que "la verdad es que unidad total de la oposición no ha existido, no existe y no va a existir", asegura que "lo importante es que estemos lo más coordinados posible para alcanzar objetivos, y lo que se requiere es coordinación y no sumisión, no pretender que si alguien dice algo el resto tiene que seguirlo irreflexivamente".

Las diferencias en la DC

"Falta de coordinación". Ese es el argumento principal que entregan diputados y senadores de la DC para justificar las diferencias que se produjeron al interior del partido, luego del resultado de la votación de la acusación contra Guevara.

El escenario marcó un claro contraste con lo ocurrido en la Cámara, donde el propio jefe de bancada del partido, Gabriel Ascencio, fue quien coordinó la acción y redactó gran parte del libelo.

De los cinco senadores de la DC, tres optaron por no votar a favor: Carolina Goic y Jorge Pizarro se abstuvieron, mientras que Ximena Rincón estuvo "pareada".

"Nos podríamos haber coordinado mejor", señaló el subjefe de diputados de esa colectividad, Daniel Verdessi, mientras que Huenchumilla sostuvo que "esto demuestra que tenemos visiones distintas de cómo enfrentar una situación (...), pero yo no tuve conversaciones con ningún diputado ni con la directiva tampoco".

En ese sentido, los contactos entre los parlamentarios del partido disminuyeron previo a la votación del libelo. De hecho, no se celebró ninguna reunión entre los jefes de bancada y de comité luego que la Cámara aprobara la acción a mediados de enero, citas que habían acordado sostener cada dos semanas con el fin de mejorar la coordinación en medio del estallido social.

Así, al interior del partido también se produjeron algunas críticas cruzadas. Si bien desde la directiva defendieron el rol que deben cumplir los senadores para las acusaciones constitucionales, reprocharon el hecho de que algunos de ellos se hayan ausentado. "Me parece bastante más presentable el que alguien vaya a la sala, argumente y diga por qué no vota a favor", señaló Chahin, quien agregó que se "debió haber considerado de mejor manera el que esta acusación tenía la firma del jefe de bancada de los diputados de la DC".

Por su parte, el senador Pizarro criticó el trabajo de los diputados para asegurar el éxito del libelo. "Los diputados no pueden pensar que cada acusación que se les ocurra presentar va a tener los votos porque sí, porque somos oposición", dijo.

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