Luego de que en abril de 2018, Argentina, Brasil, Colombia, Paraguay, Perú y Chile anunciaran la suspensión por tiempo indefinido de su participación en la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) -un bloque creado hace más de una década para contrarrestar la influencia de Estados Unidos en la región-, la cancillería chilena adoptó la determinación de avanzar en la creación de un nuevo frente, para lo que convocó para este lunes a una primera reunión exploratoria con el objetivo de delinear las bases de una nueva arquitectura de integración regional.

Ya a mediados de enero, el presidente de Colombia, Iván Duque, había asegurado en una entrevista que en conjunto con el gobierno chileno estaban trabajando en esta línea e incluso adelantó el nombre que tendría esta nueva asociación. Ello luego de que Duque pasara, hace unos meses, de congelar su permanencia en Unasur a retirarse de forma definitiva de dicha instancia.

“Con el presidente de Chile, Sebastián Piñera, hemos venido avanzando en ese final de Unasur y la creación de Prosur, que más que una organización burocrática o al servicio de un Gobierno particular, sea un mecanismo de coordinación suramericano”, manifestó Duque a la emisora local Oye Cali.

El proyecto ya está en desarrollo con la organización de la cumbre en Santiago, a la que, según sostienen fuentes de Cancillería, acudirán representantes de las naciones críticas a Unasur. Está previsto que el encuentro sea liderado por el Secretario General de Política Exterior, el embajador Patricio Torres. La cita será inaugurada por el Canciller Roberto Ampuero, quien hará una intervención inicial y un saludo a los presentes.

Crisis

La Unasur fue creada en 2007 en Isla Margarita, Venezuela. Su gran promotor fue el entonces presidente venezolano Hugo Chávez y surgió en reemplazo de la Comunidad Suramericana de Naciones.

La crisis de la agrupación se inició a principios de 2017 con el fin de la gestión del secretario general Ernesto Samper, quien operaba desde la sede en Ecuador. Tras ello, hubo una serie de conflictos de los países miembros para lograr un acuerdo sobre quién debía ser su sucesor. Ello derivó en otro problema: el Gobierno de Ecuador, frente a la falta de uso de la sede en Quito, anunció que el edificio de la institución sería convertido en una Universidad.

El punto decisivo de la debacle fue la presidencia de Bolivia, proclive al Gobierno de Nicolás Maduro que ha sido duramente cuestionado por la comunidad internacional y que hoy enfrenta su peor momento con la proclamación del líder opositor Juan Guaidó como Presidente encargado.