Política

El daño colateral de la lista de Mulet: oficialismo perdió diputados en tres distritos

Al no lograr acuerdo para enfrentar las elecciones parlamentarias en una lista única, los partidos oficialistas hipotecaron su destino en los distritos 8, 12 y 20, donde pudieron haber obtenido más sillones en la Cámara.

Dedvi Missene

El actual oficialismo quedó en una situación incómoda tras las elecciones presidenciales y parlamentarias de este domingo. Los resultados no sólo dejaron avanzando al balotaje con un estrecho margen a Jeannette Jara por sobre José Antonio Kast, sino que configuraron un nuevo Congreso con la hoy oposición con ventaja en la Cámara, y un empate en el Senado.

Mucho que ver en ese nuevo escenario tuvo que ver la división que sufrió la centroizquierda a la hora de configurar la estrategia de cara a las parlamentarias. Y es que a pesar de los múltiples intentos, tratativas e incluso la insistencia del Presidente Gabriel Boric para competir bajo la lista única de Unidad por Chile, la sobrevivencia de algunos partidos pequeños de ese sector impulsó a Jaime Mulet (FRVS) a desoír el llamado del Mandatario e ir por su cuenta.

“No estamos para hacer arreglines y listas entre cuatro paredes“, zanjó en ese entonces Mulet. Sus pasos fueron seguidos por el presidente de Acción Humanista (AH) y candidato a diputado por el distrito 11, Tomás Hirsch.

Antes de los comicios la separación de listas suponía un riesgo para la coalición debido a que el sistema electoral designa los escaños en proporción a los votos conseguidos por cada pacto. Las alarmas estaban puestas en zonas claves como el distrito 12 de la Región Metropolitana que integra las comunas de La Florida, La Pintana, Pirque, Puente Alto y San José de Maipo. Y, en efecto, esta es una de las zonas que sufrió la dispersión de votos a raíz de la separación de las listas de izquierda.

Ahí Ana María Gazmuri (AH) logró la reelección bajo la lista del FRVS y Daniela Serrano (PC) hizo lo propio a través del pacto Unidad por Chile. Sin embargo, al hacer el ejercicio de unir en una lista a los mismos candidatos que se terminaron presentando por separado, el bloque de izquierda pudo obtener un tercer escaño con Fabrizio Alday (AH). Pero al no enfrentar las elecciones en conjunto, el Partido de la Gente se quedó con ese cupo con Zandra Parisi, hermana de Franco, el candidato presidencial.

Otro de los daños fruto de la división se produjo en el distrito 20 de la región del Biobío. De la lista Unidad por Chile salieron electos Antonio Rivas (PS) y Álvaro Ortiz (DC). En el caso de que se hubieran presentado en una sola lista, Ana Albornoz (ind.-FRVS) se habría quedado con un tercer escaño que finalmente fue para Chile Grande y Unido.

En el distrito 8 de la Región Metropolitana pudo haber ocurrido algo similar en el caso de que la lista única hubiera prosperado. Electos resultaron Gustavo Gatica (ind.-PC), Tatiana Urrutia (FA) y Marcos Barraza (PC). Podría haber entrado Juan Carlos Valdivia (ind.-DC) en desmedro de Pier Karlezi (PNL).

En el distrito 7, bastión oficialista en la Quinta Región, antes de los comicios de este domingo la izquierda tenía cinco de los ocho escaños del distrito, cifra que se redujo a tres: Jorge Brito (FA), Luis Cuello (PC) y Jaime Bassa (FA). Jorge Scharp, en la lista del FRVS, quedó fuera del Parlamento, aunque si hubiera integrado una lista mayoritaria del oficialismo de todas formas los pactos de derecha habrían obtenido cinco escaños debido a la cantidad de votos logrados.

Hay otras zonas críticas que no tuvieron efectos negativos, como es el caso del distrito 11 de la Región Metropolitana que comprende a las comunas de La Reina, Las Condes, Lo Barnechea, Peñalolén y Vitacura. Este territorio era la insignia de la hegemonía de derecha con cinco parlamentarios y un representante oficialista: Tomás Hirsch (AH), quien iba por la reelección. En este caso, la separación de listas no tuvo mayor incidencia y el bloque de izquierda logró mantener su cupo, aunque de la mano de Constanza Schönhaut (FA).

El núcleo de la separación oficialista

La emancipación de la segunda del oficialismo no solo se explica por la supervivencia natural que esgrimieron las colectividades, sino que también arrastra tensiones pasadas con el Ejecutivo, donde Mulet adoptó un papel protagónico. El diputado que logró la reelección en Atacama guarda en su historial político varios episodios tensos con el Presidente Boric, acrecentado cuando Mulet inició su aventura presidencial de cara a las primarias del sector. En medio de su campaña tuvo duros reproches al gobierno, especialmente contra el Frente Amplio (FA), a quienes calificó de “soberbios”.

Pero lo que realmente sepultó el lazo con La Moneda fue la fallida negociación parlamentaria. Tras semanas de reuniones con los representantes de los líderes de los nueve partidos de la alianza, el FRVS notificó que no se sumarían al pacto.

Con esta definición la presión recayó en el único ministro militante de la FRVS: el titular de la cartera de Agricultura, Esteban Valenzuela. Y así, a solo días de que se comunicara la decisión de las dos listas, el 20 de agosto el Presidente solicitó la renuncia del único secretario de Estado que hasta ese entonces era parte de la camada que seguía en La Moneda desde el gabinete inicial.

La polémica escaló a tal punto que Mulet afirmó que la salida de Valenzuela era un “torpeza” que podría dañar la candidatura de Jara. Además, responsabilizó al ministro Álvaro Elizalde por el fracaso de la negociación.

A las asperezas con el Ejecutivo también se suma el error tarifario en las cuentas de luz que terminó con una acusación constitucional contra el exministro de Energía, Diego Pardow. Mulet lanzó varios cuestionamientos al frenteamplista y en una comentada situación quedó en la presidencia de la comisión revisora que analiza el libelo.

Más sobre:Elecciones 2025Elecciones PresidencialesEleccionesJaime MuletFRVS

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

La mejor información para estas elecciones🗳️📰

Plan digital$990/mes SUSCRÍBETE