“Pudo haber sido un efecto político grave para Chile”: Canciller explica sanción al cónsul general en Barcelona tras filtración de correo sobre designación de German Berger

Esto tras la polémica que se generó a raíz de la designación del hijo de la diputada PC, Carmen Hertz como agregado cultural. Justamente sobre dicho puesto, la ministra Antonia Urrejola explicó que “aún cuando fuese en Barcelona no hay nada nuevo en eso, no es un capricho, han habido agregados culturales con asiento en Barcelona anteriormente, el que yo recuerde es Julio Young y unos más”.


Hasta las dependencias del Congreso Nacional en Valparaíso llegó la ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola. ¿La razón? Participar de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados para dar cuenta de la gira del Presidente a la Cumbre de las Américas, realizado a principio de junio en Estados Unidos.

Pero en la instancia parlamentaria se abordaron varios otros temas. Uno de ellos la polémica que se generó a partir de la designación como agregado cultural de German Berger, hijo de la diputada PC, Carmen Herz, quien ejerce como presidenta de la Comisión de RR.EE. de la Cámara Baja.

La historia es la siguiente. A inicios de julio, se filtró una advertencia del cónsul general en Barcelona, Jaime Ferraz respecto a los efectos políticos que podría traer la designación de Berger en la agregaduría. Dicha situación cayó como un balde de agua fría en la Cancillería y en específico en la Canciller Urrejola, ya que debió tratarse de una comunicación privada y no hacerse pública.

La situación terminó con una anotación de demérito en la hoja de vida del funcionario de carrera, efectuada por el embajador de Chile en España, Javier Velasco el 7 de julio.

Sobre este tema, Urrejola debió dar explicaciones frente a los diputados presentes en la sala. Durante la presentación, en ningún momento la diputada Hertz dio cuenta que Berger era su hijo, pese a los emplazamientos de algunos de sus pares para que se inhabilitara por su relación familiar.

Sobre dicho punto la Canciller explicó que “a partir del mensaje enviado por el cónsul de Barcelona a la Cancillería yo quiero señalar que en primer lugar, tanto los jefes de misión, embajadores, tanto como los jefes de representaciones consulares, están obligados a un conjunto de deberes establecidos en el estatuto administrativos”.

“Dentro de esas obligaciones está que los representantes consulares si tienen observaciones política, sobre política exterior, el artículo 14, número 6 del reglamento consular señala que ‘los cónsules generales deberán enviar al jefe de la misión diplomática -en este caso embajador o embajadora- para su visto bueno todos los informes que elaboren relativos a materia de índole política’. El primer punto es que si el cónsul Ferraz si tenía alguna observación del nombramiento del agregado cultural debió haber mandado una nota a su jefe superior. Él no hizo eso, sino que mandó un mensaje a la Cancillería”, agregó la jefa de la cartera.

Urrejola dejó en claro en la sesión que Ferraz “tiene todo el derecho y la libertad de expresar su opinión política de la conveniencia o no de una designación. Pero él tiene una obligación reglamentaria y legal de haberla hecho de una manera determinada y no la hizo de esa manera”.

“El tema no es que él haya manifestado una opinión política, sino que no lo hizo mediante las vías que la ley y el reglamento se lo exige”, complementó.

En ese sentido aseguró que si “hubiese sido con otro país esta misma situación, donde las relaciones bilaterales están en cuestión, donde hay temas sensibles, y hace este mensaje por la vía pública y no reservada, y la hace con copia a las distintas direcciones de la Cancillería, podríamos haber terminado con una grave crisis diplomática. Y ese es el tema central. El tema no es lo que él opinó, el tema es cómo lo hizo. Y por eso una anotación de demérito”.

“En este caso no tuvo ningún efecto en la relación bilateral, porque hay una buena relación bilateral. Pero nos puede suceder con otro país, que eventualmente a un cónsul se le ocurra hacer lo mismo y podemos terminar con una grave crisis diplomática”, agregó.

“Fue un error que a mí me parece inexcusable (...) Pero pudo haber sido un efecto político grave para Chile, no para mí, no para el agregado, no para el embajador, sino que para Chile en su relación bilateral con España”, reafirmó.

En la misma línea, detalló que Ferraz no fue el único sancionado por este episodio, ya que “también se amonestó a los funcionarios que no mandaron la comunicación al cónsul. Solo salió en la prensa porque el cónsul así lo hizo público. Las amonestaciones son reservadas, esto que haya salido en la prensa que fue amonestado, es porque él lo hizo público. Solo lo puede ver la persona que tiene la anotación de demérito. Hay dos personas más que tienen la sanción de demérito, porque aquí hubo un error administrativo, aunque él ya sabía que el señor Germán Berger, la comunicación formal no se había enviado. Entonces no es una persecución al cónsul”.

De ahí Urrejola ahondó en el hecho de que esta polémica no tuvo grandes consecuencias en las relaciones entre Chile y España.

“No ha habido ninguna queja y ningún problema con España. Yo con posterioridad al viaje tuve que hablar con el Canciller de España por otro tema y yo le entré a dar explicaciones y no sabía ni siquiera de lo que le estaba hablando”, dijo.

Y agregó: “Ante la batahola que se causó en la prensa, yo cité al embajador de España, en el fondo para anteponernos ante cualquier cosa y tampoco había ningún problema”.

Designación de Berger

La Canciller también debió dar explicaciones políticas sobre la designación de Berger en la agregaduría. Sobre dicho punto explicó que “los agregados son facultad exclusiva del Presidente de la República. El señor Germán Berger no vivía hace años en Barcelona, su exmujer y sus hijas viven en Barcelona, él vive en Chile. En tercer lugar, el señor Berger es agregado en España, con asiento en Madrid y Barcelona Y el encargo que él tiene es ir a distintas ciudades”.

Añadió que “aún cuando fuese en Barcelona no hay nada nuevo en eso, no es un capricho, han habido agregados culturales con asiento en Barcelona anteriormente, el que yo recuerde es Julio Young y unos más”.

Y cerró con que “el señor Berger antes de cualquier trámite tuvo que renunciar a la nacionalidad española, sino los españoles no habrían aceptado su designación. Entonces él sí renuncio a la nacionalidad española”.

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