Fue una propuesta que visaron los tres presidentes de partidos de Chile Vamos y que empujó Diego Paulsen, el jefe de campaña de Evelyn Matthei: el modelo de 11 vocerías del comando para enfrentar la contienda electoral.

El 28 de abril pasado Matthei presentó como sus voceros a los alcaldes Mario Desbordes, Jaime Bellolio, Sebastián Sichel, Felipe Alessandri y Carol Bown; a los diputados Diego Schalper, Jorge Alessandri y Francisco Undurraga; las senadoras Luz Ebensperger y Paulina Núñez, y a la exseremi Francesca Parodi.

Pese a que la idea de este modelo era diversificar las intervenciones y que la exalcaldesa tuviera menos sobreexposición, lo cierto es que esa estrategia sigue sin convencer a Chile Vamos y está haciendo aguas. Esto, porque -sostienen en la coalición- no tienen tareas asignadas claras ni tampoco hay relato común entre ellos.

De hecho, este martes el tema fue motivo de conversación en el tradicional almuerzo que sostiene el comité de senadores de Renovación Nacional. Ahí, según presentes, se hizo un diagnóstico crítico de esa estructura de la campaña y de lo que consideran falta de despliegue territorial y claridad del relato.

De acuerdo a las mismas versiones, los senadores plantearon que ese sistema de vocerías no da para más. Un análisis que es compartido en la UDI, desde donde algunos lo han sincerado. Uno de ellos fue el diputado Juan Manuel Fuenzalida, quien este martes sostuvo -en entrevista con La Tercera- que “trataría de centralizar las vocerías en Diego Paulsen”.

De los voceros, solo algunos han hecho intervenciones y varios han realizado declaraciones que son consideradas desafortunadas para la campaña. Sin ir más lejos, la senadora Paulina Núñez debutó con una entrevista en El Mercurio de Valparaíso donde el titular no cayó bien en el resto de la coalición.

“Trabajamos para llegar incluso a un Socialismo Democrático que hoy se siente huérfano”, decía la senadora en el diario local. La declaración generó una fuerte crítica del vicepresidente UDI Eduardo Cretton y el cruce abrió el debate sobre si hay acuerdo -o no- en la coalición para ir a cazar el voto de centro.

Semanas después, en medio de la contingencia por el conflicto en Medio Oriente, mientras la abanderada de Chile Vamos apuntó contra el Presidente Boric por hacer “uso político” del conflicto entre Palestina e Israel, el diputado Jorge Alessandri (UDI) aplaudió la medida adoptada por el Mandatario. “Es una señal clara de que no aceptaremos el genocidio”, aseguró.

Así, la presión está sobre Paulsen para que ejerza liderazgo y haga cambios en el modelo. Si bien en el bloque dicen que el expresidente de la Cámara se está “aceitando” y ordenando la estructura de campaña, su rol ha comenzado a generar cierta inquietud en algunos sectores de Chile Vamos.

En la coalición sostienen que al exdiputado le falta experiencia en campañas, lo que podría estar pasándole la cuenta. Además, creen que todavía hay falencias comunicacionales.

Sin ir más lejos, este martes Carla Munizaga, histórica colaboradora del expresidente Sebastián Piñera, dejó la dirección de comunicaciones de la campaña, lo que nuevamente abre un flanco en esa área, la que ya venía siendo cuestionada bajo su liderazgo.

Si bien su salida responde a motivos personales -debido al accidente que sufrió una de sus hijas, lo que la obliga a estar tiempo completo con ella-, lo cierto es que, según al menos dos versiones, ella y Paulsen tenían miradas diferentes en el ámbito comunicacional y cómo relacionarse con los medios de comunicación.

Así, su salida ocurre en medio de la discusión interna sobre cómo hacer cuajar el diseño comunicacional, donde hasta ahora se han definido tres grandes ejes: orden, progreso y esperanza.

“Amigos: como saben, mi hija tuvo un enorme accidente la semana pasada y su condición se ha agravado. Esta situación personal me impide seguir colaborando en la campaña porque requiere mi plena atención”, fue el mensaje que envió Munizaga al comando.

Su lugar ahora lo ocupará el periodista Cristián Torres, una de las personas del círculo de confianza de Matthei, con quien trabaja desde la Municipalidad de Providencia. Torres también tuvo modificaciones en su rol. Primero estuvo en comunicaciones, posteriormente pasó a ser jefe de gabinete y hace unos días había regresado a sus tareas originales, luego de que Matthei decidiera hacer nuevos ajustes y nombrar a Carol Vargas en la jefatura de gabinete.

“Son demasiados voceros y voceras que muchas veces se llevaban la candidata ‘para la casa’, dando a conocer algunas propuestas que eran de ellos y no de la candidata. Hay que disminuir la cantidad de voceros en esta nueva etapa y es importante reforzar las reuniones con los diputados y senadores después del 29, cuando ya sepamos a quién vamos a enfrentar desde el oficialismo. Tiene que haber una mejor bajada, y si eso significa que Diego concentre las vocerías, estoy de acuerdo”, dijo el diputado RN Miguel Mellado.

Otra de las demandas de los partidos tiene que ver con el despliegue territorial en la campaña, que hoy está a cargo del UDI Felipe Valdovinos. Sobre eso, parlamentarios del sector creen que deberían ser más incluidos en el despliegue y tener roles claros asignados.

Sobre esto, Núñez -quien es una de las voceras y quien ha sido cuestionada debido a sus intervenciones y el caso de las licencias médicas- sostuvo que “siendo la coalición más grande del país, debemos hacer valer esa fuerza territorial, desde concejales a senadores todos en terreno”.

El propio Paulsen indicó a este medio que “nosotros en cada visita (a regiones) está considerado reunirse con la estructura de los partidos” y que eso incluye a las autoridades locales de la coalición. De hecho, ayer sostuvo una reunión telemática con los alcaldes del bloque, y durante esta semana se concretarán citas con concejales y consejeros regionales.

Respecto al modelo de vocerías, agregó que, en la práctica, la idea de Fuenzalida “ya está implementándose”, haciendo alusión al despliegue que ha tenido en medios en las últimas semanas.

Sin embargo, el modelo de once portavoces sigue vigente.

Punto de inflexión

En Chile Vamos son varios los que dicen que la candidatura de Matthei se encuentra en un punto de inflexión y que cómo se desenvuelva de ahora en adelante será clave. Las miradas en el sector están puestas en las elecciones primarias del oficialismo, donde se medirán Carolina Tohá (apoyada por el Socialismo Democrático), Jeannette Jara (PC y Acción Humanista), Gonzalo Winter (Frente Amplio) y Jaime Mulet (FREVS).

En la coalición la mayoría cree que Jara será la que se impondrá en los comicios y que eso le dará un aire a Matthei, porque permitirá recoger cierto electorado de centro debido al factor “anticomunista”, aunque otros advierten que el beneficiado podría ser Kast debido a la polarización que podría generarse entre ambos candidatos.

Por lo mismo, recalcan que será relevante que cuando se levante la veda electoral y se conozcan los nuevos sondeos de opinión, la exministra vuelva a tener una posición de liderazgo; de lo contrario, advierten que se desordenarán las filas de Chile Vamos y volverá a ocurrir lo que pasó con Sebastián Sichel en 2021, donde varios se empezaron a descolgar en favor de la carta republicana, José Antonio Kast.

En este contexto es que en RN -debido a la inquietud que existe por el costo que la baja de Matthei podría implicar para las aspiraciones parlamentarias- algunos han empezado a especular con un posible “plan B” para la presidencial.

En el partido que lidera Rodrigo Galilea ha surgido una preocupación entre parlamentarios, exministros y exasesores del gobierno de Piñera, de forma soterrada: qué hacer si es que Matthei no repunta en los sondeos de opinión.

Al menos cinco fuentes de Chile Vamos afirman que, en medio de la desesperación, algunos han planteado la opción de levantar una carta alternativa en caso de que la caída de Matthei en los sondeos se consolide tras la primaria de los partidos del oficialismo.

Esto, sin embargo, es considerado descabellado por una mayoría, quienes creen que si Matthei continúa a la baja, lo que pasará será un desorden en las filas y una inclinación por la candidatura de Kast, sobre todo si él logra capitalizar mejor ser el adversario de quien gane las primarias oficialistas.

Que RN se desordene, en todo caso, no es novedad. Ya ha ocurrido antes. Primero, con las presiones de ciertos sectores que pedían tener una carta propia de la colectividad y, posteriormente, el grupo que empujó las fallidas primarias de la derecha, lo que fue a contrapelo de la directiva liderada por Galilea.

Así, los días posteriores a la primaria son clave en la campaña de Matthei y no se descartan nuevos ajustes en la estructura del comando una vez resuelto el nombre oficialista. Ya lo adelantó así el vocero Jorge Alessandri. “El 1 de julio se va a ver un equipo totalmente renovado (…). Una Evelyn mucho más presidencial”, afirmó en Radio Pauta.