Es probable que el acuerdo entre Microsoft y Activision se enfrente a un duro escrutinio antimonopolio

Microsoft ya es una fuerza en el mercado de los videojuegos con una cartera de títulos y su consola Xbox. FOTO: BING GUAN/BLOOMBERG NEWS

Las empresas tendrán que navegar la línea más dura de los fiscalizadores de acuerdos tecnológicos en Estados Unidos y en el extranjero.


Es probable que la propuesta de Microsoft Corp. de adquirir Activision Blizzard Inc. por US$ 75.000 millones sea mirada de cerca por parte de las autoridades antimonopolio en Estados Unidos y en el extranjero, en tiempos que han intensificado el escrutinio a las propuestas de fusiones, especialmente en el sector tecnológico.

El acuerdo llega en un momento de intenso debate en Washington sobre si el gobierno debería hacer más para contener a las empresas tecnológicas más grandes y poderosas del país. A pesar del tamaño y el papel de Microsoft en la economía de EE. UU., así como de su historia en la mira antimonopolio en la década de 1990, esta vez ha evitado en gran medida ser el centro de atención. En cambio, el Departamento de Justicia, la Comisión Federal de Comercio (o FTC por sus siglas en inglés) y los miembros del Congreso se han centrado en las supuestas amenazas a la competencia que representan Google de Alphabet Inc., Amazon.com, Apple Inc. y Facebook de Meta Platforms Inc.

La adquisición de Activision podría poner a Microsoft en la mira (en el asiento caliente).

“Las recientes acciones de las agencias antimonopolio en Estados Unidos, pero también las recientes agresivas acciones, sin precedentes, en el extranjero, incluyendo las de la UE y las del Reino Unido, probablemente sugieren que las agencias observarán de cerca la transacción”, afirmó el exjefe antimonopolio del Departamento de Justicia, Makan Delrahim.

Foto: REUTERS/Dado Ruvic/Illustration

Bajo el mando de las personas designadas por la administración de Biden, tanto el Departamento de Justicia como la FTC han señalado su intención de examinar —y potencialmente desafiar— una gama más amplia de acuerdos con el argumento de que amenazan con reducir la competencia en el mercado.

Horas después de que Microsoft anunciara su adquisición el martes, las agencias dijeron que revisarían las pautas gubernamentales para revisar las fusiones propuestas. En una conferencia de prensa previamente programada, las autoridades pidieron comentarios del público sobre las formas en que podrían fortalecer las pautas para combatir las fusiones ilegales. Las agencias dijeron que un área de enfoque era explicar mejor cómo los tratos en el mercado digital afectan la competencia.

Delrahim dijo que el que Microsoft y Activision tengan como fecha para finalizar la transacción el 2023, parece ser un reconocimiento de que las revisiones regulatorias pueden llevar mucho tiempo. Una pregunta clave para los encargados de hacer cumplir las leyes antimonopolio, afirmó, es si una combinación de Microsoft y Activision puede competir mejor en videojuegos contra compañías extranjeras como Tencent Holdings Ltd. de China y Sony Group Corp. de Japón.

Aún no está claro si el Departamento de Justicia o la FTC será la agencia que revise la transacción en Estados Unidos. Los dos comparten la autoridad de aplicación de las leyes antimonopolio y se reparten el escrutinio de las fusiones.

Funcionarios de ambas agencias se negaron a comentar sobre el acuerdo de Microsoft.

La industria mundial de los videojuegos ha estado experimentando una ola de consolidación en los últimos años, y el cierre de acuerdos en el sector ha tenido un buen comienzo este año. Además de los planes de Microsoft para comprar Activision, la semana pasada Take-Two Interactive Software Inc. dijo que llegó a un acuerdo para comprar Zynga Inc. por US$ 11.000 millones.

Microsoft ya estaba en una ola de compras de estudios de juegos. El año pasado, la empresa compró al propietario de la popular franquicia de videojuegos Doom por US$ 7.500 millones y antes de eso adquirió varios más pequeños. Si agrega Activision a su cartera, tendrá un total de 30 estudios de juegos, frente a los 23 de hace un año y el triple desde que Satya Nadella se convirtió en director ejecutivo de Microsoft en 2014.

El jefe de juegos de Microsoft, Phil Spencer, dijo que la compañía seguirá estando detrás de sus rivales como Tencent y Sony Group en términos de ingresos, y agregó que los teléfonos móviles siguen siendo el dispositivo de juego más predominante en todo el mundo y “no es un lugar donde Microsoft tenga una capacidad única”.

La transacción, dijo, ayudaría a Microsoft a compensar el control de las plataformas móviles sobre la distribución de videojuegos. “Sabemos que tenemos un largo camino por recorrer para continuar nuestro viaje, que en realidad se trata de llegar a los jugadores”, afirmó en una entrevista.

Si bien Microsoft tiene una versión móvil de su exitosa franquicia Minecraft, más allá de eso la compañía no tiene una gran presencia en los juegos móviles, que el año pasado generaron más ingresos que los juegos de consola y computador combinados.

Algunos defensores de los consumidores expresaron preocupaciones inmediatas sobre el acuerdo.

“Una vez más, Microsoft, una de las más grandes de las Big Tech, está engullendo descaradamente a un competidor para tratar de fortalecer su posición en el mercado”, afirmó Alex Harman de Public Citizen, un grupo de defensa del consumidor sin fines de lucro. “De ninguna manera la Comisión Federal de Comercio y el Departamento de Justicia de los Estados Unidos deberían permitir que se lleve a cabo esta fusión. Si Microsoft quiere apostar por el ‘metaverso’, debería invertir en nueva tecnología, no tragarse a un competidor”.

En Europa, es probable que la fusión propuesta enfrente un intenso escrutinio. Durante varios años, los reguladores de competencia de la Unión Europea en la Comisión Europea se han vuelto cada vez más cautelosos con la consolidación de la industria, particularmente en adquisiciones por parte de gigantes tecnológicos. Es probable que analicen la presencia total de Microsoft en el negocio de los juegos después de la fusión, que abarca tanto las consolas de juegos como el software de juegos, así como el impacto de las sinergias entre los juegos de Activision y Xbox de Microsoft.

Entre las preguntas que probablemente surjan, está la de si es que Microsoft es propietario de Activision Blizzard, eso produzca, o no, una competencia injusta frente a sus principales rivales en el ámbito del hardware de juegos. El acuerdo permitiría a Microsoft ofrecer más contenido exclusivo en sus consolas Xbox, lo que podría obligar a los consumidores a elegirlas en lugar de las máquinas PlayStation de Sony Group y Switch de Nintendo.

Algunos juegos de la franquicia Call of Duty de Activision, por ejemplo, han estado en consolas de las tres compañías, y es posible que ese ya no sea el caso, al menos mientras las consolas todavía estén de moda. Se espera que el auge de los juegos en la nube, o el streaming de videojuegos, similar a Netflix, haga que las consolas queden obsoletas en los próximos años, al brindar acceso a los juegos a través de dispositivos más comunes, como smart TVs y teléfonos móviles.

—Aaron Tilley contribuyó a este artículo.

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