Jimena Llosa, de Compass, por valorizaciones de empresas chilenas y peruanas: “Hay muchos riesgos, pero hay mucho valor”

Jimena Llosa, head regional de estrategias de inversión de Compass Group, señala que si bien apuestan en grande por Brasil y México, dentro de la región andina también lo hacen por Chile, pues "hay riesgos, pero también es un país de calidad, con fundamentos sólidos, empresas eficientes, hay de dónde colgarse para poder dormir tranquilo con esa decisión".


“El mundo, en general, está yendo hacia una normalización post pandemia que puede tomar dos formas: la contención y el final de la pandemia, o la adaptación a funcionar con el virus, pero con el despliegue de vacunas reforzadas. Esto nos parece más probable”, dice Jimena Llosa, head regional de estrategias de inversión de Compass Group. Y es que para la ejecutiva, ese escenario es el que marcará el desempeño de las economías y los mercados para el segundo semestre.

En contexto, Llosa apunta que al menos en Estados Unidos las utilidades corporativas han repuntado, aunque el rebote a nivel global se dará de manera diferente en regiones y países. Para los mercados, “este primer semestre las acciones globales, medidas por el ACWI, es el mejor desde los años 80, y para las materias primas el mejor desde 1972, y la entrada de flujos, si se anualiza, equivale al 45% de los activos bajo gestión”.

¿De cara al segundo semestre, y dados estos récord, dónde invertir?

-Por default, entre acciones y renta fija, lo que tiene sentido hoy es estar más invertido en acciones. En la renta fija se especula con una burbuja, pero las tasas ya subieron, aunque creo que ahora volverán a bajar. Pero seguirá volátil. Y estamos hablando de una inflación transitoria, pero aún así es mejor no estar en bonos.

En nuestra asignación, seguimos sobreponderados en renta variable, básicamente en Europa, apostando a una recuperación cíclica y EE.UU. En mercados emergentes hemos bajado en Asia. En América Latina, es 70%-80% México y Brasil. Este último país ha volado, han subido mucho las acciones de tecnología, y hay oportunidades. A nivel corporativo se ven eficiencias y desarrollo, y en muchos casos ligados a empresas nuevas. Bolsonaro está perdiendo popularidad, pero las reformas se han ido dando en silencio.

En México, tanto a nivel economía y político, el gobierno está llevando de una manera pragmática el tema de la dependencia del vecinos del norte, ha sido bastante táctico el presidente. Ahí existen empresas golpeadas al igual que el tipo de cambio, pero las perspectivas son buenas.

Respecto de los países andinos, estos tienen situaciones político-sociales complejas, pero tienen un soporte en los precios de la materias primas, petróleo en Colombia y cobre en Chile y Perú.

Pero medidas en dólares son las bolsas de los países andinos las que más caen.

-En el caso de Chile es muy evidente lo golpeado que están las valorizaciones. Es difícil que un inversionista doméstico quiera entrar, por la sensación ambiente. Ahora, inversionistas extranjeros no van a faltar. Y en Perú hay un tema de incertidumbre, al igual que en Chile. Hay muchos riesgos, pero hay mucho valor.

¿México se verá beneficiado por un fortalecimiento de la cadena de producción occidental?

-Las exportaciones chinas mataron la competitividad de México en algún momento, eso se está volviendo a balancear en términos de precios y equilibrios. Se dará un mundo de dos polos; China y EEUU, pero se sabe que de Colombia hacia el norte dependen mucho de EEUU, la mayoría de sus exportaciones va hacia allá, y hacia abajo el destino de las exportaciones es China.

¿Por qué bajan su ponderación en Asia, considerando que están más avanzados en la reapertura de la economía?

-Hemos estado mucho tiempo invertidos en las acciones China-A, que se transan en el continente. Eso voló el año pasado, pero ya llegó a un peak en valorizaciones, está en una etapa más adelante del ciclo y está comenzando a tratar de frenar cualquier cosa que pueda generar un sobrecalentamiento de la economía. Y también ya pasó el peak de inflación que fue cerca de un 3% el año pasado. Los precios a los productores siguen caros, pero no los precios a la demanda, el consumo no se ha recuperado del todo y siguen entregando estímulos, están frenando por el lado de la oferta. China viene ahora desacelerándose y eso impacta a Asia emergente. Efectivamente en China los casos (de COVID) están controlados, pero en Malasia, Tailandia y Filipinas hay una nueva ola y ha retrasado el tema de poder estar abiertos para el verano europeo. Esas economías han sido golpeadas, nos gustaban, pero hemos retrasado la entrada apostando por otros mercados que muestran una recuperación más marcada.

¿Los precios de los activos en Chile, es sólo un tema de expectativas y temor, o hay algo estructural?

-Chile es un país que va a crecer de manera robusta, tiene cuentas fiscales ordenadas, ha habido mucho gasto, más del 30% de estímulos fiscales incluidos el retiro de las AFP, lo que es récord en el mundo. Pero aún así, las cuentas nacionales son sólidas, se manejan de manera disciplinada, tienen ahorros y un soporte en el precio del cobre. Además, las empresas son sólidas y eficientes, y más ahora después de la última crisis, pues han racionalizado mucho el tema de abordar un crecimiento de calidad más que de cantidad, y las valorizaciones están en el suelo. Si un inversionista aterriza de Marte y se abstrae de lo que pasa, debería ser la papa. Lo que ocurre es un tema macro-socio-político-institucional que genera mucho ruido. Hay riesgos de eventos difíciles de cuantificar, pero dentro de América Latina estamos sobreponderando Brasil y México, y un poco Chile, hay riesgos pero también es un país de calidad, con fundamentos sólidos, empresas eficientes, hay de donde colgarse para poder dormir tranquilo con esa decisión.

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