
Barómetro Unab: mejoras en incertidumbre, confianza empresarial y riesgo país impulsan recuperación económica
En agosto la economía chilena retomó un camino a la recuperación, pese a haber caído en julio. Desde el Instituto de Políticas Públicas de la Unab recalcaron que “la realidad subyacente continúa siendo débil, ya que el desempeño macroeconómico se mantiene en niveles mediocres, sin señales claras de un crecimiento sostenido”.

El Barómetro de la Economía Chilena del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello (Unab) mostró una mejora durante el mes de agosto, marcando un retorno a la trayectoria positiva de la economía, a pesar de su retroceso de julio. Así “muestra una economía que retoma parte del dinamismo perdido en julio, con una mejora general del Índice Económico IPP UNAB y señales positivas en variables asociadas al entorno económico, como la incertidumbre, la confianza empresarial y el riesgo país”, evalúa el informe.
“Estos avances sugieren un escenario algo más favorable, especialmente considerando el impacto que pudo haber tenido el anuncio de los aranceles estadounidenses al cobre, finalmente excluyendo al cobre refinado, lo que permitió moderar presiones sobre el tipo de cambio y la percepción de riesgo”, añade.
“Sin embargo, la realidad subyacente continúa siendo débil, ya que el desempeño macroeconómico se mantiene en niveles mediocres, sin señales claras de un crecimiento sostenido”, apuntó el subdirector del Instituto Unab de Políticas Públicas, Gonzalo Valdés.
El índice económico IPP Unab pondera el desempeño de 24 variables económicas, posicionándolas en un plano dividido en 4 cuadrantes que corresponden a distintos estados: ‘bien y mejorando’, ‘bien pero empeorando’, ‘mal pero mejorando’, y ‘mal y empeorando’. También se incorporaron recientemente las categorías de “bien y sin cambios” y “mal y sin cambios”.
El indicador experimentó un alza en su puntaje, pasando de 16,5 a 20,5 puntos, lo que implicó un cambio positivo de cuadrante desde “Bien, pero empeorando” a “Bien y mejorando”. En este último cuadrante se ubicó el 16,7% del total de las variables que evalúa el índice. Estas son la incertidumbre económica, el riesgo país, el Ipsa y la tasa promedio de los créditos de consumo.
“Mal, pero mejorando” tuvo la misma proporción. Las 4 variables ubicadas en este cuadrante fueron la confianza empresarial, el dólar, el saldo de las cuentas corrientes y los depósitos a plazo, y la inversión extranjera directa. Lo mismo ocurrió con “mal y sin cambios” con el desempleo, la tasa hipotecaria, la creación de empleos y los índices de avisos laborales de internet.
“Bien, pero empeorando” consolidó el 12,5% de los componentes, los que corresponden a la inflación, el Imacec, y la tasa de deudores morosos. “Mal y empeorando” congregó la misma cantidad, con las exportaciones, la confianza de los consumidores y la tasa de ocupación.
“Bien y sin cambios” es la categoría que concentra la mayor proporción de variables, con un 25%. Estas corresponden a las remuneraciones reales, la deuda neta del gobierno, el precio del cobre, la participación laboral, la participación laboral femenina y la tasa de informalidad.
¿Qué mejora y qué empeora de la economía?
De las tres subcategorías del Barómetro, dos tuvieron mejores desempeños que el mes pasado. En primer lugar, el subíndice de expectativas, se mantuvo en el cuadrante “bien y mejorando”, aunque mejoró su puntaje de 29,3 a 37,7 puntos.
En el subíndice hubo cuatro variables que cambiaron de cuadrantes, y la mayoría fueron movimientos positivos. La incertidumbre económica y el Ipsa pasaron de “bien, pero empeorando” a “bien y mejorando”, mientras que la confianza empresarial avanzó desde “mal y empeorando” a “mal, pero mejorando”.
El único cambio negativo fue el índice de confianza de los consumidores que no logró quedarse en “bien y mejorando”, y terminó el mes de agosto en “mal y empeorando”.
El subíndice de situación de los consumidores, también tuvo un buen desempeño e incluso logró avanzar desde " bien, pero empeorando" a “bien y mejorando”, a pesar que de las cuatro variables que cambiaron de zona, sólo uno fue positiva. “Esto se justifica por la mayor magnitud de las variaciones positivas y por mejoras en algunas variables que, si bien no alcanzaron a cambiar de cuadrante, contribuyeron al alza en el puntaje total”, explica el informe.
Los cambios negativos fueron la inflación, y la tasa de deudores morosos que pasaron de “bien y mejorando” a “bien, pero empeorando”; y la tasa de ocupación que pasó de “mal y sin cambios” a “mal y empeorando”. El único cambio positivo dentro del subíndice fue la tasa de crédito de consumo que mejoró su posición al pasar de “mal y empeorando” a “bien y mejorando”.
El último de los subíndices, situación macroeconómica, fue el único que empeoró su posición, al pasar de “mal, pero mejorando” a “mal y empeorando”. Con cuatro variables consideradas en este que se movieron de área, dos desplazamientos fueron positivos y dos negativos.
El dólar logró avanzar desde “mal y empeorando” a “mal y mejorando”, al igual que la inversión extranjera directa. Los cambios negativos, por otro lado fueron el Imacec y las exportaciones. Ambas terminaron julio en “bien y mejorando”, y en agosto pasaron a “bien, pero empeorando”.
El informe destaca las señales positivas provenientes de variables asociadas al entorno económico - como la incertidumbre, la confianza empresarial y el riesgo país- aunque también hace un llamado no olvidar los desafíos persistentes, como la necesidad de consolidar un crecimiento sostenido, generar empleo de calidad y abordar los rezagos en productividad.
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