Columna de Juan Carlos Corvalán: “Avanzar más rápido, la clave está en la gobernanza”

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Juan Carlos Corvalán, gerente de sostenibilidad y cumplimiento de Sodimac.

“Mantener la alerta estratégica de una empresa supone estar atentos a los enormes desafíos del entorno, además de estar conectados con los anhelos y expectativas de los clientes, trabajadores, proveedores y la sociedad. Ellos nos demandan que seamos parte urgente de las soluciones y el éxito empresarial de nuestras organizaciones dependerá también de cuán capaces seamos de actuar clara y coherentemente en sintonía con estos desafíos”.


El Primer Congreso Regional de Sostenibilidad Corporativa de Pacto Global en Latinoamérica y el Caribe, que reunió la semana pasada en Paraguay a más de 400 ejecutivos, empresarios y expertos, hizo un llamado urgente: estamos atrasados y se requiere redoblar esfuerzos para evitar un colapso medioambiental y social sin precedentes. Es urgente avanzar más rápido.

En tiempos altamente cambiantes y exigentes para las empresas, con desafíos incluso de sobrevivencia de la humanidad, no basta poner foco solo en la rentabilidad y el crecimiento. Para enfrentar las dificultades y proyectarnos al futuro, debemos incorporar la gestión responsable de nuestros impactos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), de manera efectiva en la estrategia y gestión del negocio. No hay alternativa viable. Este es el desafío para las empresas modernas y su dirección tiene un rol clave en ello.

Insertar la sostenibilidad en la gestión es un proceso posible y necesario de realizar por cualquiera empresa, independiente de su tamaño o rubro. Pero es fundamental introducirla en la estructura del gobierno corporativo, institucionalizarla al más alto nivel: el directorio, la gerencia general, toda la primera línea y también transversalmente en las distintas gerencias de la organización.

La gobernanza asegura que la sostenibilidad sea parte formal de la planificación estratégica, permite establecer metas claras y transparentes, facilita la ejecución, la medición y control de los distintos programas y acciones, sus avances y retrocesos. Ello requiere un directorio comprometido y un comité de la administración que se reúna con periodicidad para analizar la marcha de la estrategia planteada, con metas y responsabilidades claras. La sostenibilidad no puede quedar radicada en un departamento, sino que debe involucrar a toda la organización para impulsar el cambio cultural que se requiere.

Este es un camino gradual y dinámico, que requiere gestión, mejoramiento continuo, colaboración y mucha perseverancia. Es indispensable hacer una medición eficaz, constante y permanente, utilizando los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) e indicadores basados en normas internacionales para tener una hoja de ruta clara, identificar los avances, los adelantos y las brechas, integrando los indicadores al sistema de incentivos de los gerentes y las jefaturas.

Mantener la alerta estratégica de una empresa supone estar atentos a los enormes desafíos del entorno, además de estar conectados con los anhelos y expectativas de los clientes, trabajadores, proveedores y la sociedad. Ellos nos demandan que seamos parte urgente de las soluciones y el éxito empresarial de nuestras organizaciones dependerá también de cuán capaces seamos de actuar clara y coherentemente en sintonía con estos desafíos.