Coronavirus profundiza crisis en la hípica y la industria de apuestas en el país

El rubro de apuestas y juegos de azar, como muchas otras, se ha visto afectada producto de la crisis sanitaria. El estallido social provocó un impacto que disminuyó las ventas los últimos tres meses del año pasado, pero no detuvo la actividad. Hoy la situación es más grave. En el caso de la hípica, se analizan fórmulas para reanudar las carreras sin público.


Las pistas de carreras de los centros hípicos del país, así como los salones de juego de los casinos, dejaron de ser esos bulliciosos y frenéticos centros de apuesta. Ninguno de sus parroquianos, esos miles de clientes ávidos de obtener premios a diario, es testigo de la solitaria tarea que desarrollan los cuidadores para mantener sanos a los caballos, o del sonido mudo de las tragamonedas vacías.

La industria de apuestas y juegos de azar, como muchas otras, se ha visto afectada producto de la crisis sanitaria. El gerente comercial del Club Hípico de Santiago, Cristián Muñoz, cuenta que si bien luego del estallido social las ventas bajaron alrededor de 30% y no habían repuntado en el año, hoy la situación es peor porque desde su última jornada de carreras, que fue el 20 marzo, no perciben ingresos. Incluso se suspendieron cobros a los arrendatarios que ocupan las instalaciones del lugar donde viven alrededor de 2.000 caballos.

El Club Hípico tiene 200 trabajadores de planta, y sólo los encargados de ejercitar a los caballos, mantener las pistas y otras labores de mantención asisten al recinto. Respecto de los cerca de 200 colaboradores cuyas funciones y salarios dependen directamente de que las jornadas de carreras se realicen, analizan la opción de acogerse a la ley de protección del empleo y no se descarta buscar acuerdos por rebaja de sueldo si el panorama no mejora.

El Hipódromo Chile, en tanto, opera con 50 trabajadores, de un total de 400. Su gerente comercial, Alex Jiménez, señala que están haciendo todos los esfuerzos para resguardar los puestos de trabajo, pese a que esta “es la crisis más grande que ha tenido la hípica en la historia” y “las pérdidas son salvajes”.

“Como Hipódromo Chile, que llevamos cuatro jornadas sin correr, hemos dejado de vender $4 mil millones en ventas de apuestas. Eso corresponde a ingresos para el Hipódromo por alrededor de $400 millones”, indica.

El Consejo Superior de la Hípica Nacional, que reúne a representantes de hipódromos, federaciones y gremios de preparadores y jinetes, por medio de una carta solicitó a las autoridades autorizar las jornadas de carreras sin público general con apuestas por medio de canales remotos, que representan en promedio el 40% de las ventas de la industria.

“Con esa solicitud se está aceptando una merma muy importante en apuestas, pero entrega a los gremios la posibilidad que puedan correr”, señala Jiménez. Según cálculos de la industria, retomar las carreras bajo estas condiciones le significa al negocio una baja en las ventas de 60% aproximadamente.

El día a día de los casinos

Por otra parte, las 24 salas de juegos que hay en el país, por orden de la Superintendencia de Casinos de Juego, están cerradas de forma indefinida.

Dada la incertidumbre respecto de la duración definitiva de esta medida, Sun Dreams señala que no es posible por ahora determinar el efecto que esto tendrá.

Según la clasificadora de riesgo ICR, aún cuando el sector recupere su demanda y el gasto promedio, la liquidez de la industria se vería altamente afectada por el cierre de sus operaciones. Dice que Sun Dreams ya había pasado por la experiencia de cierre de uno de sus casinos, Monticello en 2017, pero que “el panorama ahora se agudiza dado que incluye el cierre de todas las operaciones bajo un escenario de completa incertidumbre sanitaria”.

Sun Dreams aumentó sus ingresos en un 9% en 2019 y reportó ganancias por $12.128 millones el año pasado. Enjoy, su principal competidor, disminuyó en 4% sus ventas y registró pérdidas por $27.707 en el mismo periodo: cuantificó en $7.556 millones el impacto del estallido social en ebitda en el cuarto trimestre.

Con estos números rojos, Enjoy fue la primera en aplicar medidas como reducir los sueldos de sus principales gerentes y ejecutivos por un plazo fijo. También realizó despidos que abarca a todas las áreas de sus operaciones.

En este escenario, su presidente, Javier Martínez, plantea que es necesario una revisión a la entrada en vigencia de las nuevas licencias, que se adjudicaron en 2018. “Hemos ido sorteando cada uno de los obstáculos que hemos tenido que enfrentar para poder realizar los proyectos, pero claramente dada la realidad actual del país, hace necesario reevaluar los plazos exigidos y las fechas de inicio de las licencias”, dijo en la memoria 2019 de la compañía.

Más aún, plantea que “en este contexto se hace difícil poder realizar un nuevo proceso de licitación de licencias vigentes, lo cual debe ser reprogramado para un período de mayores certezas y dar tiempo para la recuperación económica del país”.

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