Joseph Ramos critica reducción de jornada laboral a 40 horas y señala que “sería a expensas del empleo”

Joseph Ramos

El economista y académico de la Universidad de Chile manifestó que, tal como está planteada actualmente, la medida tendría como efecto un mayor desempleo.


Con la llegada del nuevo gobierno y la ambiciosa reforma tributaria que planea llevar adelante, además de otras medidas como la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales, el economista Joseph Ramos planteó algunas dudas y críticas al respecto.

En conversación con 24 horas, sobre el tema de la rebaja de la jornada laboral a 40 horas semanales, Ramos, quien es consejero en la Comisión Nacional de Productividad, señaló que en dicha entidad elaboraron un informe que concluyó que la medida -tal cual como está planteada hasta ahora- sería a expensas del empleo, “precisamente de la gente que trabaja 45 horas, que se supone serían los beneficiados”.

Lo anterior, dijo, “porque la persona que trabaja 45 y baja a 40, a no ser que pudiera hacer lo mismo en 40 que hacía en 45 produce menos, y por consiguiente se le pagará menos. Si no se le permite pagarle menos, muchos quedarán sin trabajo”.

Así, afirmó que aquella es una política que, de hacerse, debería ser gradual, y “sólo en la medida que efectivamente el país progrese”.

Otro de los puntos que ha deslizado el gobierno sobre la reforma tributaria ha sido el sueldo mínimo de $500 mil. Sobre una medida como esa, Ramos dijo que considera que es algo que se debe hacer, “pero cuesta mucho hacerlo”.

Sobre lo anterior apuntó a los altos costos para las pequeñas y medianas empresas, “que son las que pagan esos sueldos”. Eso además considerando el tema del empleo, dijo, el cual todavía no ha alcanzado el nivel que tenía prepandemia.

En tanto, sobre la proyección de la recaudación del 4% del PIB que señaló esta mañana Mario Marcel, el académico de la Universidad de Chile estimó que aquello será difícil.

Respecto a eso, recordó algunos intentos del pasado que no dieron los resultados esperados. “La presidenta Bachelet trató de elevar la tributación en 3 puntos del PIB, no 4, y logró menos de 2. El presidente Aylwin, en los años 90, elevó la tributación como en 2,5 puntos del PIB, no 3 ni 4. Entonces 4 es una cifra difícil”, aseguró.

A ello le sumó el impacto que tendría en la inversión. “4 puntos en tributación, si viniera a expensas de mucha caída en la inversión, sería hipotecar el crecimiento futuro”, concluyó el economista.

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