Ministro de Hacienda: "El gobierno está haciendo su trabajo, ahora queremos ver al sector privado en acción"

Felipe Larrain, Ministro de Hacienda. Foto Reinaldo Ubilla
Felipe Larrain, Ministro de Hacienda. Foto Reinaldo Ubilla

"No podemos dejarnos llevar por el desánimo ni por un trimestre débil. He recibido muchos mensajes (...) Gradualmente se está empezando a generar un cambio de expectativas", sostiene. "No creo que 2019 esté jugado", afirma el jefe del equipo económico.


Como el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, se declara un ecléctico, en estos últimos días se ha acercado más a Keynes adoptando planes gubernamentales para apuntalar la economía. "Como no estamos casados ideológicamente con ningún mecanismo, miramos y donde vemos un espacio, lo tomamos", dice al explicar que está recurriendo a todos los instrumentos para contrarrestar el mal inicio de año, con un débil crecimiento de 1,8% en el primer trimestre, que hará difícil cumplir la proyección de la autoridad de 3,5% para 2019.

Con cambio de gabinete de por medio, el jefe de las finanzas públicas anunció un programa para acelerar concesiones de obras públicas por US$ 1.400 millones (que incluye US$ 300 millones en adelantar en construcción de hospitales) y; otro con Vivienda, de US$ 1.034 millones en subsidios para generar 15 mil nuevas viviendas. "En el tercer trimestre vamos a ver que el crecimiento de la economía va a ir con mucha más fuerza, impulsado, en parte, por este programa de aceleración económica que hemos hecho de más de US$ 2.400 millones", destaca. Vislumbra un cierto cambio en el ambiente macro, favorecido por este plan gubernamental, como también por la baja de tasas del Banco Central y el acuerdo en el que se ha avanzado con la DC en lo relativo a la reforma tributaria.

El nuevo ministro de OO.PP., Alfredo Moreno, dijo que los empresarios debían reencantarse. ¿Están desencantados los privados?

-Si pudiéramos decirlo en simple, en el primer trimestre de este año tuvimos la tormenta perfecta, en alusión a la película.

¿Cómo así?

-Porque nos tocó el recrudecimiento de la guerra comercial, ya que si bien estaba desde antes, en marzo EE.UU. subió los aranceles a 25% a los productos chinos por US$ 200 mil millones, después de una tregua de tres meses. Todo esto lleva a que la economía mundial ande más lenta. Las entidades multilaterales han rebajado cuatro veces las proyecciones de crecimiento mundial, con más de medio punto de disminución.

¿Qué otros elementos estuvieron en esta tormenta?

-El vecindario, donde nos encontramos con Argentina en una recesión muy dura, con una etapa muy intensa el último semestre del año pasado, y con otra caída de más de 5% en el primer trimestre, y Brasil, con un primer trimestre de caída -y si cumple dos, estará técnicamente en recesión-. ¿Por qué digo esto? Porque es cierto que el grueso del partido se juega en casa, pero hay una influencia significativa de la situación económica mundial. Chile depende de la economía mundial, y las exportaciones industriales son bien dependientes de lo que sucede con nuestros vecinos. Entonces, teníamos la guerra comercial, la situación de nuestros vecinos y después tuvimos los aluviones del norte, que generaron una caída en torno al 7% en el Imacec minero, lo que se une a las dificultades en tramitar las reformas que darán un impulso importante a la economía.

O sea, cuatro flancos

-Por supuesto, este conjunto de cosas fue la tormenta perfecta que afectó los estados de ánimo y las expectativas. Pero no podemos dejarnos llevar por el desánimo ni por un trimestre débil. Venimos de un año 2018 muy bueno: crecimos al 4%, la inversión se recuperó a casi un 5% y también la productividad, después de haber caído por cuatro años. Es cierto que nos desaceleramos al comienzo de 2019, pero soy optimista y vamos a ver un segundo trimestre mejor que el primero, pero aún menor a nuestras posibilidades de crecimiento, y en el segundo semestre veremos el dinamismo de vuelta.

¿Por qué tres meses bastan para desanimar al sector privado, son exagerados?

-Me acuerdo que alguien dijo que en Chile éramos maníaco-depresivos, que pasábamos de la euforia a un estado más depresivo. Lo que es yo, no estoy ni en la una ni en la otra: ni eufórico el año pasado, ni tampoco me bajoneé a principios de este año.

Pero sí los privados.

-Es indudable que sí, y se veía una expectativa más pesimista. Pero me da la impresión de que esto está cambiando. Hoy (jueves, cuando presentó el plan de Vivienda) he recibido muchos mensajes, llamados, que me dan a entender que está ocurriendo ese cambio de ánimo, que reciben muy positivamente esta agenda de aceleración económica del gobierno.

¿Quiénes lo han llamado?

-Empresarios, dirigentes sociales, algunos parlamentarios, incluso de oposición, que valoran lo que está haciendo el gobierno.

¿O sea que avizora un giro de las expectativas?

-Gradualmente se está empezando a generar un cambio de expectativas. Sé que algunos, como Santo Tomás, dirán: "Ver para creer" y esperarán a tener las mejores cifras, pero hay otros que están creyendo que esto está empezando a repuntar.

¿Ve el cielo más despejado con la baja de tasas del Banco Central (BC), el protocolo por la reforma tributaria y el plan público?

-Yo nunca canto victoria. Nos estamos ocupando de los problemas, estamos actuando. El gobierno está haciendo su trabajo, pero ahora queremos ver al sector privado en acción. Estamos sentando las bases de la aceleración económica, pero requerimos la cooperación de los privados y la esperamos.

No obstante, en general, los analistas dicen que 2019 ya está jugado.

-No creo que esté jugado, nosotros estamos tomando las medidas para que la segunda mitad sea bastante mejor que la primera y creemos que eso va a ocurrir, y por eso estamos tranquilos con nuestra proyección de crecimiento de 3% a 3,5%.

¿Eso quiere decir que no va a ajustar el rango de crecimiento cuando entregue el nuevo informe de finanzas? ¿Ya tiene fecha?

-Conversé con el presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, el senador Ricardo Lagos (PPD), y quedamos en ir la mañana del martes 9 de julio a presentar el informe.

¿Y mantendrá el piso de crecimiento en 3%, no se moverá?

-Lo develaré en ese momento. Siempre uno tiene alguna movilidad, pero ese es el marco que vemos hoy.

¿Pero sí habrá una estimación mayor del déficit fiscal efectivo que el 1,8% previsto en marzo?

-Si tenemos un precio del cobre que en vez de US$ 3 está ligeramente bajo US$ 2,8, no vamos a lograr tener el promedio de US$ 3 en el año, es evidente que eso tendrá un efecto sobre el déficit. Por lo tanto, efectivamente vamos a tener este año un déficit fiscal efectivo algo más alto que el planteado en el primer informe de finanzas en marzo.

¿Cambiará el déficit estructural?

-No, el déficit fiscal estructural lo vamos a cumplir (1,6%).

¿Cuánto ayuda a la economía la baja de 50 puntos de la Tasa de Política Monetaria (TPM)?

-Va a ayudar, pero la reducción de la TPM tiene un rezago sobre las decisiones de inversión y consumo. Hoy tenemos tasas históricamente bajas en Chile, y eso se da también porque tenemos una situación fiscal que ha mejorado en forma importante. Si no se hubiese producido la consolidación fiscal, no hubiese habido esta baja de tasas. Hoy es un momento estupendo para tomar un crédito, porque el costo de los de consumo e hipotecarios ha caído mucho.

Como ministro de Hacienda, ¿le pareció bien esta baja drástica de la TPM, ya que en un principio se interpretó como que la economía venía aún peor? ¿Lo planteó en la reunión? Supongo que usted habla dentro del consejo del BC...

-Cuando vea las actas de estas reuniones en unos años más podrá ver que el ministro de Hacienda habló. Y le puedo decir que ese argumento que menciona no es el que dio el BC, que dijo que había tres razones para ese movimiento: un mayor crecimiento potencial y tendencial de la economía que elevan en un cuarto de punto; corrigen a la baja la tasa neutral en un cuarto de punto; y un crecimiento más lento del primer trimestre que el proyectado por el BC. No fue sólo por un factor. Esta baja no habría ocurrido si no hubiesen existido los dos primeros elementos que son estructurales, y ambos son una buena noticia.

Se puede ser más optimista tras la reunión de Trump con Xi Jinping

-Las declaraciones de China y EE.UU. de que reanudarán las conversaciones son una buena noticia, pero esperaría ver resultados concretos que sellen un acuerdo comercial antes de cantar victoria. En diciembre también hubo expectativas favorables luego de la tregua, pero al final desembocaron en un recrudecimiento de la guerra comercial. Laracionalidad conduce a un acuerdo comercial, pero a veces la racionalidad escasea en este tipo de confrontaciones.

¿Cuánto influirán las medidas del gobierno en el crecimiento del PIB de este y el próximo año?

-Pensamos que la primera medida -la de concesiones- tendrá un efecto completo de 0,3 a 0,5 puntos y la de vivienda, en torno a 0,35 puntos. Por ende, el efecto directo de este conjunto de medidas podría ser de 0,8 puntos de crecimiento, cuya mayor parte se verá en 2020. Pero algo vamos a ver en el segundo semestre. Tampoco creo que estemos llegando al Nirvana, para eso faltaría mucho: que se disiparan los temores de guerra comercial, que volvieran a crecer Argentina y Brasil. Aunque sí creo que estamos evidentemente mejor: el impulso monetario va a ser una ayuda y tenemos un mejor escenario para la aprobación de las reformas.

¿Vienen más medidas?

-El Presidente anunció medidas de mayor competencia. Y vamos a tener novedades en los medios de pago, vamos a dar a conocer los plazos para que esté implementado el modelo de cuatro partes.

También se ha mencionado la portabilidad financiera, ¿en qué están pensando exactamente?

-Hay que pensar en un símil de la portabilidad numérica para que sea más expedito cambiarse con un crédito y poder comparar ofertas promoviendo una mayor competencia entre las entidades financieras, que redunde en menores tasas. Nuestra idea es enviar en las próximas semanas el proyecto de ley.

¿Cómo les ha ido con los bancos, porque en la portabilidad numérica se demoraron mucho tiempo por las trabas de las compañías?

-Nosotros estamos haciendo nuestro trabajo y los bancos van a tener que enfrentar mayor competencia. No actuamos según lo que opinen los bancos. No obstante, hemos tratado de trabajar con ellos, y así lo hemos hecho con los medios de pago, pero tampoco vamos a aceptar cualquier plazo, tienen que ser acotados.

Reforma tributaria:"Hay un acuerdo institucional (con la DC), no vamos a partir de cero en el Senado"

Respecto de las reformas, en lo previsional la DC valoró las indicaciones sobre un ente autónomo para el 4% adicional, pero no están de acuerdo con las agencias administradoras, ¿qué opina?

-Nosotros nos comprometimos y cumplimos. Presentamos la indicación y creo que en torno a ella se puede producir un acuerdo. Si bien podemos acoger ideas, lo claro es que este consejo tiene que licitar la gestión de los fondos y las personas deben poder escoger dentro de distintas opciones, y eso significa que habrá más de un oferente y más de un fondo.

En la DC hablan de solidaridad intra e intergeneracional. ¿Están disponibles o solo se abren a más seguros?

-Lo primero es que los cuatro puntos de cotización extra pertenecen a los trabajadores y van a ir a sus cuentas individuales. Planteamos un seguro de dependencia (0,2%), y eso para nosotros es un principio de solidaridad; es una muy buena noticia para los adultos mayores. Podemos considerar alguna expansión de recursos en este tipo de iniciativas, en forma de seguros.

¿Con una cotización mayor al 4%?

-Puede ser, pero debemos ser cuidadosos, porque elevar la cotización tiene efecto en el mercado laboral y fiscal.

¿Por qué el protocolo tributario se firmó un domingo?

-Veníamos conversando hace días, no se produjo por encanto el domingo. Este protocolo aterriza los temas a los que nos habíamos comprometido cuando se aprobó la idea de legislar, y ahora lo que viene son las indicaciones que presentaremos la próxima semana.

La firma fue accidentada: el diputado Pablo Lorenzini (DC) no firmó y se fue molesto por la presencia del Presidente Piñera. ¿Lo sorprendió su llegada?, ¿Cuánto complicó la situación?

-La llegada del Presidente revela que este es un acuerdo de mucha importancia para el gobierno. El resto, si se retiró alguien, es secundario, anecdótico.

Pero eso anecdótico puede debilitar su cumplimiento, ¿confían en la palabra del presidente de la DC, Fuad Chahin?

-No solo lo firmó el presidente del partido, sino que también el jefe de bancada de diputados DC, Gabriel Ascencio, y sí confío en ellos. Nosotros vamos a cumplir y yo espero que nuestra contraparte cumpla, eso es todo.

¿Dónde espera ese cumplimiento, porque los diputados DC de la Comisión de Hacienda, Lorenzini y José Miguel Ortiz, no firmaron el protocolo?

-Espero que el cumplimiento del protocolo con la DC también ocurra en la Comisión de Hacienda. Nuestro objetivo es salir de la Cámara en 30 días, porque necesitamos avanzar. Al país no le conviene que se siga dilatando la discusión tributaria.

¿Espera que este sistema se esté aplicando en la Operación Renta del próximo año?

-Espero que este proyecto se despache antes de fin de año, es muy importante que lleguemos al 2020 con este tema despejado.

¿Y cómo ve el paso en el Senado, cuando la oposición entera, incluidos los senadores DC, rechazan la reintegración del sistema?

-Aquí hay un acuerdo institucional, no vamos a partir de cero en el Senado. Es indudable que el proyecto puede tener cambios en el Senado, pero consideramos que gran parte del trabajo se ha hecho.

-¿Y qué pasaría si la reintegración no se aprueba?

-No me pongo en ese escenario.

Cambio de gabinete: "Nunca tuve ninguna señal sobre Cancillería"

¿Por qué fue necesario reforzar el equipo económico en el cambio de gabinete?

-El Presidente juzgó que había que dar un golpe de timón y lo dio con el cambio de gabinete. Creyó necesario reforzar el equipo económico y nosotros estamos llevando a cabo ese mandato.

Se mencionó su nombre como posible canciller, ¿estuvo en algún momento esa opción?

-Es interesante esto de los rumores, a uno lo ponen en muchas partes. El Presidente estima que yo puedo servir mejor al país acá en Hacienda, y yo también lo creo así. Es una decisión suya, pero la verdad es que nunca tuve ninguna señal sobre Cancillería. Leía los rumores y hasta me llegaron algunas felicitaciones…

¿De embajadores?

-O de los que querían ser embajadores (ríe)... Yo voy a seguir trabajando acá mientras el Presidente confíe en mí.

¿Cómo va a ser esta vez su relación con el nuevo ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, porque hubo cierta tensión en el gobierno anterior cuando fueron dupla?

-Veo estupendamente bien la relación. Con el ministro Fontaine somos amigos, colegas, trabajamos lealmente juntos. Hemos dado muestras de ello, como fue el programa de aceleración de obras en el MOP: nos reunimos, le planteé un par de ideas, él coincidía y las desarrollamos en conjunto. Fuimos antes a inaugurar las obras complementarias de la Ruta 5 Sur. Tengo la mejor relación de trabajo con Juan Andrés.

¿Incidió usted para que él se viniera a Economía?

-Noooo (ríe), esas son decisiones que toma el Presidente.

Generalmente hay roces entre los ministros de Hacienda y de Economía por los temas macroeconómicos. ¿El ministro Fontaine puede comentar el Imacec, o esa es materia de Hacienda?

-Hay cosas que son preferentemente de un ministerio, pero podemos coordinarnos para salir a darle mayor densidad comunicacional a un tema. Ahora, obviamente que cada ministerio tiene su propio ámbito, por ejemplo, no me van a ver hablando del tema de pesca, porque pertenece a otro ministerio. Pero vamos a coordinar el mensaje comunicacional.

¿Y usted seguirá liderando el comité económico o lo compartirá con otros ministerios?

-A ver: institucionalmente, el ministro de Hacienda preside el comité de ministros económicos y no hay ninguna disputa. Al contrario, lo que me interesa es cooperar con mis colegas.

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