Cómo se adapta la ciudad a los nuevos negocios de los centros comerciales

Parque-Arauco

Los malls ya han dejado atrás su definición de ser solo espacios dedicados al comercio y se han abierto a otras líneas como viviendas, hoteles y oficinas. Los expertos valoran esta diversificación del uso de suelo, pero exigen que los estándares de mitigación en estos nuevos proyectos sean claros y eficientes desde el minuto cero.


La ampliación de la oferta de los malls ha significado que dentro de estos lugares -íconos del comercio- se incluya al rubro de la entretención, alimentación, oficinas, hospedaje, educación, salud y ahora, podría entrar la idea de construcción de viviendas.

Según los expertos, ésta se daría porque los shoppings están en puntos suburbanos al concentrar en un mismo terreno una diversidad de uso. Prueba de ello es cómo se ha distribuido la construcción de centros comerciales dentro de la Región Metropolitana (ver gráfico).

Sin embargo, el llamado de atención de los expertos ante la nueva tendencia de diversificación de espacios es a definir antes de la aprobación, construcción y puesta en marcha de las iniciativas, las medidas de mitigación para evitar dolores de cabeza a futuro. Un buen ejemplo es el caso de la torre del Costanera Center, que no ha podido dar el vamos a su hotel y oficinas, tras siete años de negociaciones fallidas con la Municipalidad de Providencia, para consensuar las medidas de mitigación y aprobar su funcionamiento. A lo que se suma la expectación de que se pueda amortiguar las consecuencias viales de la puesta en marcha del megaproyecto de Cencosud.

Por su parte, Parque Arauco, en Santiago, se encuentra impulsando sus obras en Kennedy que significará el crecimiento de su principal espacio inmobiliario dedicado al comercio y la construcción de un Hotel Hilton de 401 habitaciones con el centro de convenciones más grande dentro de un edificio dedicado al hospedaje. Además, de la inauguración de su Outlet de Buenaventura, que tiene fecha prevista de inauguración para este año.

Mientras que en la junta de accionistas de MallPlaza se comentó la decisión de profundizar en el uso mixto de sus espacios, considerando dentro de eso un eventual uso inmobiliario.

Autos: el dolor de cabeza

En esa línea, el urbanista y académico de la Universidad del Desarrollo (UDD), Julio Nazar, comenta que "si quisiéramos avanzar, en una concentración morfológica en el área de central de Santiago, vamos a tener que pensar que hay que exigir a esos proyectos que tengan pocos estacionamientos para justificar su emplazamiento". Mismo diagnóstico que tiene el académico de Universidad de Chile (UCh), Ernesto López, que no ven con malos ojos la diversidad de uso, "pero con una regulación de altura y densidad que tiene que ser acorde con la armonía de los centros en que se están haciendo y eso yo no sé si le va a interesar a los holdings de mall inmobiliario", plantea.

Las empresas, al igual que el académico de la UDD, también tienen en la mira a las explanadas en donde se ubican los autos a la hora de pensar sus expansiones, pero no pensando en los planes de mitigación, sino que para la construcción de sus nuevos proyectos.

"Los estacionamientos son un gran negocio para los centros comerciales, pero no quiere decir que ese negocio vaya a seguir siendo lo más atractivo a futuro (...) van encaminados para su desarrollo urbano, construyendo oficinas, viviendas, equipamientos, incluso espacios públicos, que te rentan más que promover el cobro al automóvil", prevé el académico e investigador del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Católica, Roberto Moris.

La tendencia de diversificación del espacio de los centros comerciales y restricción del espacio al auto es una tendencia que ya se está viviendo en el mundo. De hecho, el National Mall en Washington, EEUU, ha ido cambiando su espacio subterráneo para los autos por oficinas.

Áreas comunes

Otra de las preocupaciones de los urbanistas ante esta expansión de los centros comerciales es como las empresas piensan y construyen las áreas comunes.

Al respecto, según López, "al ser todo comercial se empieza a desvirtuar el concepto de espacio público. Son urbanizaciones prácticamente privadas por entorno", comenta el académico de Urbanismo de la Universidad de Chile.

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