¿Cómo se determina el grado de peligrosidad de una variante y cuáles son las que circulan en Chile?

Una experta explica por qué, a pesar de existir más de 4 mil variantes en el mundo y siete en Chile, sólo algunas merecen más preocupación por parte de las autoridades sanitarias. ¿Podría existir una variante que se resista definitivamente a las vacunas?


Este jueves, el Ministerio de Salud (Minsal) informó del primer caso de la variante sudafricana del Sars-Cov-2 en Chile, en una viajera proveniente de EE.UU., sumándose así al “ecosistema” de diversos virus que circula en el país.

De esta forma, de acuerdo al último reporte de variantes entregado por el Minsal en marzo, además de la variante B.1.351 (Sudáfrica), están presentes la P.2 (Rio de Janeiro, Brasil), B.1.427/429 (California, Estados Unidos), B.1.525 (Nigeria), B.1.526 (Nueva York), B.1.1.7. (Reino Unido) y P.1 (Brasil).

Las variantes son un tema de suma preocupación para la Organización Mundial de la Salud (OMS). En términos globales, para el organismo existen categorías como “procupantes”, donde se enmarcan las variantes del Reino Unido, Sudáfrica y Japón (de viajeros procedentes de Brasil), así como las “variantes de interés”, cuyas características genéticas potencialmente problemáticas obligan a vigilarlas. La OMS cita tres, registradas inicialmente en Escocia, Estados Unidos y Brasil.

¿Qué hace que una variante sea más importante que otra? la Dra. Claudia Cortés, infectóloga de Clínica Santa María, explica que “se considera qué tan diferente sea del virus original (de Wuhan, China) y su comportamiento virológico y clínico; si es más contagioso o mortal, o si afecta más a un grupo como los niños. En estos casos, las variantes de ‘preocupación’, son menos en número, pero más peligrosas”.

“Los virus van mutando porque es su naturaleza. En el fondo, cuando el virus se reproduce comete un ‘error’ y es como si cambiara un ladrillo por otro. Así, salen adelante las variantes más adaptadas porque si no, esa variante se extinguiría. Sobrevive el más apto, y del punto de vista del virus es el que se trasmite mas rápido y enferma más gente”.

La familia

Pero además circulan muchas otras variantes -se cree que más de 4 mil-, que la comunidad científica trata de localizar y evaluar para eventualmente incluir en alguna de las dos primeras categorías. Todas están clasificadas por familias, y según sus mutaciones ocupan un lugar preciso en el árbol genealógico del virus de origen del SARS-CoV-2. La clave está entonces, en el tipo de mutaciones que adoptan.

Por ejemplo, las variantes inglesa, sudafricana y brasileña comparten una mutación denominada N501Y, que podría convertirlas en más contagiosas. Por su parte, las variantes sudafricana y brasileña tienen otra mutación en común, la E484K, que reduciría la inmunidad adquirida por una vacuna o una infección pasada, dando pie a una posibilidad mayor de reinfección.

Para esto también es clave la vigilancia genómica, o la capacidad de secuenciar el coronavirus en busca de cambios genéticos, esperando detectar variantes que puedan estar a punto de dominar el escenario actual. Por ejemplo, este viernes en EE.UU. el presidente Joe Biden anunció que gastará 1.700 millones de dólares sólo en esta área, considerando el atraso del país del norte en relación a sus pares europeos, y en donde la variante del Reino Unido se convirtió en la versión más dominante del coronavirus.

“En Chile aún se ha estudiado muy poco del tema. En algunas clínicas privadas se están empezando a hacer pruebas de técnicas diagnósticas, y la única entidad que está haciendo el estudio es el Instituto de Salud Pública y el consorcio de universidades que tienen la tecnología, pero es una técnica muy cara. El Ministerio de Ciencia se comprometió en enero a poner fondos para las universidades que no cuenten con los recursos, pero no han habido avances”, sostiene la Dra. Cortés.

“Nos falta información para saber qué tenemos porque se están estudiando muy pocos casos. El Minsal envió a tomar muestras a hospitales públicos de pacientes jóvenes y que estuviesen graves, que sospechamos tienen más contacto con esta variante. Pero esa información aún no se hace pública”, dice.

Pero en este lado del mundo, también se teme al aumento de otras variantes, como la británica, además de la sudafricana y brasileña, más capaces de evadir los anticuerpos producidos en respuesta a la cepa original.

Contagiosas

Hoy existe un consenso científico sobre el hecho que las tres variantes “preocupantes” son más contagiosas. Para la OMS, la variante inglesa es entre 36% y 75% más contagiosa y un 64% más mortal: por cada mil casos detectados, provoca 4,1 muertes, frente a 2,5 para el coronavirus clásico. En el caso de la variante sudafricana, aumenta un 20% el riesgo de morir en el hospital.

Pero el caso de la variante brasileña es distinto. De acuerdo a un estudio publicado esta semana en Science, el linaje P.1 adquirió 17 mutaciones, incluido un trío en la proteína spike (K417T, E484K y N501Y) asociadas con un aumento de la unión al receptor ACE2 humano.

Esto implica que la variante brasileña P1, que está detrás de la mortífera oleada de Covid-19 en el país y ha suscitado alarma a nivel mundial, está mutando de manera que podría tener una mejor capacidad de evadir los anticuerpos.

“Utilizando un modelo dinámico de dos categorías que integra datos genómicos y de mortalidad, estimamos que P.1 puede ser 1,7 a 2,4 veces más transmisible, y que la infección previa proporciona 54 a 79% de la protección contra infección con P.1 que proporciona contra linajes que no son P.1.”, dice el estudio.

Esos cambios, según los científicos, podrían hacer que el patógeno sea más resistente a las vacunas, con implicaciones potencialmente graves para la severidad del brote no sólo en Brasil, sino también donde ronde el virus.

“Creemos que es otro mecanismo de escape que el virus está creando para evadir la respuesta de los anticuerpos”, indican los autores del estudio. De la misma forma, añaden que los cambios parecían ser similares a las mutaciones observadas en la variante sudafricana, aún más agresiva, contra la que los estudios han demostrado que algunas vacunas tienen una eficacia sustancialmente reducida.

El brote en Brasil también está afectando cada vez más a personas jóvenes, con datos hospitalarios que muestran que en marzo más de la mitad de todos los pacientes en cuidados intensivos tenía 40 años o menos.

La Dra. Cortés explica que “en Brasil hay una cantidad de virus circulante muy grande porque existe un descontrol de la pandemia. Entonces, cuando hay muchos virus en el ambiente y mucha multiplicación, hay más posibilidades de mutación. Por eso es importante que la gente se vacune rápido y lo antes posible”.

En relación a las posibilidades, debido a estas mutaciones, de una nueva cepa, la experta señala que “en este caso hablamos de una acumulación de un mayor numero de mutaciones, generando un cambio estructural mayor. Ya no es una diferencia en una proteína o dos, sino que estructuralmente se habla de un virus distinto al original”.

Entonces, ¿puede existir una variante que se resista definitivamente a las vacunas? para la Dra. Cortés, “es una posibilidad, pero hasta el momento, por lo que conocemos no ha ocurrido, aunque hay mucha información en desarrollo. Es por eso que el virus de la influenza muta tanto, es tan distinto de año en año que anualmente debemos vacunarnos con una medicamento que no es el mismo que el año anterior”.

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