"Los padres están desdibujados como cuidadores legítimos"

Día del Padre en Viña Del Mar
FOTO: RAUL ZAMORA V / AGENCIAUNO

Hoy en Chile no existe un verdadero enfoque de corresponsabilidad. Para avanzar se necesita generar políticas de igualdad de salarios, alta cobertura de jardines infantiles, postnatales masculinos largos, políticas de conciliación trabajo familia y un cambio cultural, sostiene Francisco Aguayo, psicólogo investigador en paternidades.


Hay varios tipos de padres en Chile. Quizás uno de los esquemas más tradicionales, es el padre proveedor y madre dedicada al cuidado de los hijos, señala Francisco Aguayo, psicólogo experto en masculinidad, y director de EME, quién además es investigador en paternidades y activista de la igualdad de género. En entrevistas, estudios y trabajos con hombres, sabe que ya no es posible hablar de un "solo" tipo de padre. Por eso, también es posible reconocer a los que están en una pareja donde ambos trabajan remuneradamente, que participan mucho más, rescata Aguayo, pero todavía menos que las madres.

Por otra parte están los padres que cuidan solos. Cerca de una de cada diez familias monoparentales están del cargo del padre. Y ya se reconoce cada vez más a los de la diversidad sexual. Está a su vez el creciente número de padres que no residen con sus hijos, "algunos muy involucrados y otros que ni siquiera cumplen con sus responsabilidades económicas básicas", señala el psicólogo. En cada uno de esos modelos hay padres más participativos y otros distantes o tradicionales o machistas.

Si hablamos de paternidad, ¿qué significa ser un padre presente?

Significa estar comprometido con el cuidado y la crianza estando atento a las necesidades de su hija/o. En un contexto cultural en el que los padres están menos presentes que las madres en el cuidado,  significa -en el caso de las parejas heterosexuales- compartir el cuidado y la crianza con corresponsabilidad. Significa estar involucrado en las tareas cotidianas de cuidado y crianza. La disponibilidad psicológica es importante, ya que se puede ser un padre presente incluso no residiendo con los hijos o teniendo un formato limitado de visitas.

¿Ayuda el post natal parental en que ellos se involucren más?

La experiencia de países que cuentan con postnatales masculinos largos como Suecia, Noruega e Islandia prueba que es una política clave para involucrar a los padres en el cuidado y la crianza. Chile debiera pasar del modelo de licencia parental, que es y seguirá siendo un postnatal para las madres (250 casos al año de padres tomando el postnatal no cambian el orden de género en nada), a un modelo de cuota de paternidad, es decir, un período de varias semanas exclusivo para el padre, instransferible, con sistema "si no lo toma se pierde" y pagado por el Estado. Es el mejor diseño de postnatal masculino existente, el único que incentiva que gran porcentaje de hombres entren al cuidado.

En algunos de sus estudios se plantea que el maternalismo limita las posibilidades para ejercer la paternidad. ¿Por qué?

En América Latina la mayoría de las políticas son de corte maternalista. Es decir, ponen foco en las madres y las sobre-responsabilizan de las tareas de cuidado y crianza. Los padres están desdibujados como cuidadores legítimos, y no hay por tanto un verdadero enfoque de corresponsabilidad. Para avanzar se necesitan condiciones con políticas de igualdad de salarios, alta cobertura de jardines infantiles, postnatales masculinos largos, políticas de conciliación trabajo familia y un cambio cultural.

En ese sentido se habla mucho de conciliar maternidad y trabajo ¿Pero hay condiciones para conciliación paternidad y trabajo?

Vivimos en un contexto en el cual muchos trabajos son precarios, inestables, y muchas personas están endeudadas. Eso hace más difícil contar con condiciones para resolver el dilema entre cuidar y trabajar. En Chile tenemos algunos pendientes importantes tales como que el derecho a sala cuna sea para madres y padres, igualar el derecho al cuidado por enfermedad grave de un hijo/a, y ampliar el postanal exclusivo para el padre.

En contexto de separación o divorcio ¿Se puede ser un padre involucrado, por ejemplo, si se ve a los hijos una vez cada 15 días?

Es un fenómeno global que después de las separaciones el cuidado personal tiende a quedar en las madres y los padres suelen tener visitas. Hoy, y especialmente para los casos en que madre y padre trabajan remuneradamente, este esquema no se justifica. Está en cuestión por muchos padres e incluso madres. Muchas ex parejas están acordando esquemas más flexibles y cercanos a la tuición compartida. Sería mucho más razonable que la tuición fuese compartida automáticamente tras una separación y que las parejas quieran un formato distinto lo puedan hacer. Hay que cambiar el punto de partida.

¿El modelo de padre involucrado es real?

El modelo de padre involucrado será real para muchos padres y familias cuando las políticas y la cultura entiendan -tal como dice la convención de derechos de los niños- que un niño/a tiene derecho a ser cuidado por su madre como por su padre (para el caso de las familias heterosexuales). Este modelo se observa con más frecuencia en padres jóvenes, de mayor escolaridad y que están en un esquema en que madre y padre trabajan.

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