Santiago marca 36,7°C, una de las temperaturas más altas en la historia de la capital

Los 36,7°C de este jueves es la sexta temperatura más cálida registrada en más de 100 años en la historia de la estación Quinta Normal de la Dirección Meteorológica y la más alta del año.


Después de una ola de calor de 11 días, que se extendió entre el 3 y el 13 de diciembre, el incendio forestal que afectó a Curacaví durante el miércoles, generó una banda de humo que ayudó a aplacar las altas temperaturas que ha registrado Santiago en los últimos días.

Sin embargo, este jueves los termómetros volvieron a empinarse. La histórica estación de Quinta Normal marcó 36,7°C a las 16.37, constituyéndose en la temperatura más alta de 2022. Además, es la temperatura mas alta en los últimos tres años (desde 2019, cuando se registraron los mismos 36,7°C) y la segunda temperatura más alta registrada desde 1950 para el mes de diciembre.

Como si fuera poco, los 36,7°C se transformaron en la sexta temperatura más alta en Santiago en más de 100 años de historia de la estación de Quinta Normal.

Estas son las 10 temperaturas más altas registradas en Santiago:

1. Enero 2019: 38,3°C

2. Enero 2017: 37,4°C

3. Diciembre 2016: 37,3°C

4. Diciembre 1915: 37,2°C

5. Enero 2017: 36,9°C

6. Diciembre 2022: 36,7°C

7. Enero 1998: 36,6°C

8. Febrero 1914: 36,5°C

9. Enero 2003: 36,4°C

10. Enero 2006: 36,3°C

Se trata de uno de los últimos récords climatológicos que ha vivido la capital en los últimos días, que empezaron con la ola de calor. Este evento climático rompió más de un récord. Inicialmente, cuando aún llevaba seis días, era la más extensa en diciembre desde que existe registro, igualando lo sucedido en 2019. Luego, al alcanzar siete días, se convirtió en la más larga para cualquier mes del verano meteorológico, aunque compartía el récord con febrero, también de 2019.

Al llegar a ocho días consecutivos, se transformó en la ola de calor más extensa en exclusivo desde que existe registro, o más bien, de la historia, durante el verano meteorológico en la capital. El récord absoluto para cualquier estación del año corresponde a marzo de 2015 con 14 días seguidos.

Sin embargo este miércoles llegó a su fin con 31,4°C, faltando solo 0,4°C para marcar 31,8°C y ser considerado un día más de la ola de calor.

Uno de los motivos que provocó un descenso en la temperatura fue el incendio forestal que afectó a Curacaví, el que generó una inmensa nube de humo tóxico, la cual posiblemente contribuyó a que el termómetro de la DMC no haya marcado un número mayor, explica Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago.

Fuente: Dirección Meteorológica de Chile

El siniestro fue catalogado como Alerta Roja, tras consumir más de 500 hectáreas. “Si las temperaturas extremas observadas los últimos dos meses se mantuvieran en el próximo bimestre, podríamos tener una temporada de incendios forestales particularmente activa”, advierte Cordero.

Los incendios forestales han causado estragos en el país la última temporada. A la fecha, se han registrado 1.711 en todo el país, totalizando una superficie afectada de 16147.91 (ha).

Factor 30-30-30

Temperaturas superiores a 30°C, vientos sobre los 30 kilómetros por hora y una humedad relativa del ambiente inferior a 30%. Este es el conocido Factor 30-30-30, una combinación de condiciones bajo las cuales se facilita la propagación de incendios forestales.

Según Miguel Castillo, académico de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile, es importante destacar que este escenario no necesariamente es un requisito para que las llamas abarquen una mayor superficie. Este factor es una señal de alerta, afirma, ya que se trata de condiciones muy favorables para incendios forestales de magnitud.

“Es útil. Por ningún caso es descalificable, solo que el origen del término no está demostrado científicamente, pero se acerca a las condiciones de extremo cuidado que debiera tomar conocimiento el gestor de incendios para tomar medidas”, detalla el investigador del Laboratorio de Incendios Forestales de la Universidad de Chile. Agrega, además, que “cuando se habla de esta condición, uno piensa que los incendios van a ser feroces y a veces no es así porque va a depender mucho del lugar donde se presente y la oportunidad de cómo se combata”.

El “Factor 30-30-30” muestra su utilidad en las estrategias de prevención y en la entrega de información a la comunidad, sobre todo si se toma en cuenta las constantes olas de calor. Crédito: Universidad de Chile

De acuerdo a Castillo, el “Factor 30-30-30″ muestra su utilidad en las estrategias de prevención y en la entrega de información a la comunidad, sobre todo si se toma en cuenta las constantes olas de calor.

Hay que “preparar a las comunidades con respuestas anticipadas”, dice Castillo, y precisa que, “por ejemplo, si la meteorología indica que a contar de mañana o en 72 horas más se viene una ráfaga de viento permanente y seco, y las condiciones no van a bajar de los 30°C o 32°C, las comunidades debieran establecer ciertos mecanismos de presupresión (preparación para un eventual combate): limpiar basurales, techumbres, actualizar redes de WhatsApp, coordinación con los municipios para ver cómo están las presiones de agua, cómo está el tema de los automóviles en cuanto a estacionamiento, caminos e infraestructura crítica”.

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