Por Alexis Paiva MackCómo es la tecnología de misiles que Rusia utiliza para enviar un nuevo mensaje a Occidente, según analistas
El mandatario Vladimir Putin confirmó que realizaron este mes una prueba exitosa del misil de propulsión nuclear Burevestnik. Según el Kremlin, tendría la capacidad para lanzar una ojiva nuclear al otro lado del mundo, mientras que también podría volar a bajas alturas y evadir sistemas de defensa.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, celebró una prueba de larga distancia de un misil de crucero de propulsión nuclear, el cual según las autoridades rusas, no tiene un simil en Occidente.
En imágenes compartidas por el Kremlin el domingo 26 de octubre se vio cómo el mandatario, vestido con uniforme militar, se reunió con el jefe del Estado Mayor ruso, el general Valery Gerasimov.
Este último aseguró que el Burevestnik, presentado por primera vez en 2018, voló unos 14.000 kilómetros en 15 horas.
La reciente prueba del misil se realizó el pasado 21 de octubre, dijeron las autoridades rusas.
Según han sugerido, el proyectil tendría la capacidad para lanzar una ojiva nuclear al otro lado del mundo a través de un sistema de propulsión único, mientras que también podría volar a bajas alturas y evadir sistemas de defensa antimisiles de fuerzas enemigas.
El anuncio de la prueba exitosa del Burevestnik se posiciona a más de tres años y medio desde que Rusia inició su invasión a gran escala en Ucrania, el 24 de febrero de 2022. Y tras una serie de intentos fallidos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para mediar un alto al fuego con el Kremlin.
En las últimas semanas, el mandatario estadounidense ha manifestado su frustración por la lentitud de las negociaciones para detener la guerra en el país presidido por Volodimir Zelenski.
La cumbre que se tenía prevista entre Trump y Putin, la cual fue anunciada a mediados de octubre, no se ha concretado ni ha definido una fecha.
Washington ha optado por levantar las restricciones al uso por parte de Ucrania de algunos misiles de largo alcance contra Rusia, lo que ha agudizado las tensiones con Moscú.
De acuerdo a algunos analistas militares occidentales, el Burevestnik representa una nueva amenaza en el arsenal de las tropas rusas.
Sin embargo, otros han sugerido que no parece reflejar una mayor ventaja para Rusia, en comparación a la tecnología que pueden ofrecer piezas de armamento como los misiles hipersónicos.

Cómo es la tecnología de misiles que Rusia utiliza para enviar un nuevo mensaje a Occidente
Especialistas consultados por el Wall Street Journal afirmaron que el Burevestnik volaba muy por debajo de la velocidad del sonido y que su radiactividad podría facilitar que sea detectado por sistemas de defensa enemigos.
A esto se le suma que su complejidad podría aumentar el riesgo de fracaso tras su despliegue.
El exfuncionario de control de armas de la OTAN, William Alberque, declaró en este sentido que aunque “técnicamente es factible”, actualmente la velocidad y la maniobrabilidad son condiciones indispensables.
Es precisamente por esto que potencias militares como la misma Rusia, China y Estados Unidos también están concentrando sus esfuerzos en desarrollar armas hipersónicas.
Entre las características de estas últimas se encuentra la capacidad de alcanzar velocidades cinco veces superiores a la del sonido, así como de transportar una ojiva nuclear, volar a bajas alturas y ser altamente maniobrables.
No obstante, algunos analistas militares han afirmado que el Burevestnik podría representar una potencial amenaza para el sistema de defensa antimisiles “Domo Dorado” propuesto por la administración Trump, el cual ha sido diseñado para derribar misiles balísticos intercontinentales con una trayectoria mucho más alta que la del mencionado proyectil ruso.
El Burevestnik se presenta como un misil de propulsión nuclear que puede volar a entre 800 y 1.300 kilómetros por hora, y que puede alcanzar altitudes de entre aproximadamente 23 y 100 metros.
Pese a lo anterior, el investigador principal del Instituto de Investigación sobre el Desarme de las Naciones Unidas, Pavel Podvig, planteó al citado periódico que el misil recientemente probado por las fuerzas rusas “es realmente un arma política”.
Putin presentó por primera vez el Burevestnik en 2018, durante el primer mandato de Trump en la Casa Blanca. Por ese entonces, el Kremlin sugirió que el proyectil tenía un alcance ilimitado y que podría evadir defensas antimisiles de sistemas como los estadounidenses.
Pero meses después de que revelara el proyecto, se reportaron una serie de fallas en las pruebas del misil.

Según afirmó el exfuncionario de la OTAN, el proyectil “le ha costado muchísimo a Rusia”, tanto en términos monetarios como en bajas humanas de desarrolladores durante las pruebas.
Durante su reciente reunión con Gerasimov, Putin reconoció las dificultades tecnológicas de un misil de propulsión nuclear como el Burevestnik.
“Incluso especialistas avanzados me dijeron que el objetivo es bueno y loable, pero imposible de alcanzar en un futuro próximo”, comentó.
Sin embargo, agregó: “Ahora se ha completado una prueba decisiva”.
Aunque el Burevestnik está concebido como un arma de represalia, analistas occidentales consultados por el Journal plantearon que cualquier ataque nuclear inicial contra Rusia probablemente impactaría las plataformas de lanzamiento del misil.
Podvig recalcó que “el propósito principal del sistema es permitir al presidente ruso comunicar a su homólogo estadounidense que Moscú puede burlar los sistemas de defensa antimisiles”.
“Pero incluso eso podría no ser cierto”, sugirió.
Tanto Rusia como China han desarrollado misiles hipersónicos, contra los cuales Estados Unidos actualmente no tiene defensas.
Si bien el país norteamericano ha trabajado en armas de este tipo, los esfuerzos de Washington parecen ser más aletargados que los de Moscú y Pekín, según han planteado distintos analistas internacionales.
A principios de octubre de este año, el Ejército estadounidense declaró a Bloomberg que planea desplegar el primer misil del Pentágono para finales de 2025.
Sin embargo, la propia oficina de pruebas del Departamento de Defensa afirmó que el arma aún no ha demostrado su eficacia en combate real.
Alberque, quien actualmente es miembro senior del grupo de expertos Pacific Forum, comentó que si Rusia lanzara un Burevestnik podría convertirse en un objetivo incluso antes de que el misil despegue, ya que su reactor nuclear emitiría radiación detectable a grandes distancias.
“En cuanto enciendan ese reactor, lo sabremos”, afirmó.
No obstante, un portavoz de la autoridad de radiación de Noruega declaró al Journal que los niveles de radiación no habían aumentado desde la prueba del 21 de octubre.
De la misma manera, algunos expertos afirmaron que todavía podría ser demasiado pronto para sacar conclusiones.
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