El caso de Víctor Jara comienza su etapa final, después de 50 años de su crimen

Esta semana es crucial y decisiva para distintos casos emblemáticos de derechos humanos en Chile. Y es que la Corte Suprema tiene agendada la revisión de la Operación Cóndor (lunes 17), Víctor Jara (martes 18), detención de la dirección clandestina del Partido Socialista (jueves 20) y caso Moneda (viernes 21).

En esta línea, el caso judicial del asesinato del cantautor nacional Víctor Jara llegó a su etapa final en la justicia, todo en la víspera de los 50 años del golpe de Estado.

El 12 de septiembre de 1973, Víctor Jara, quien fue músico, cantautor, profesor y director de teatro chileno, fue detenido por militares, un día después del golpe que lideró el general del ejército Augusto Pinochet contra el presidente Salvador Allende.

A Jara lo llevaron al Estadio Chile, donde fue torturado y, posteriormente, ejecutado el 16 de septiembre. Recibió 44 impactos de bala y lanzaron su cuerpo a la vía pública. Ahí, fue reconocido por peatones que rápidamente le avisaron a su esposa, Joan Jara, con quien tenía dos hijas.

En 1978, su viuda presentó la primera querella por el homicidio de su esposo, aún en plena dictadura, “en una época en que no se investigaba nada de nada”, dijo a EL PAÍS Nelson Caucoto, el abogado que retomó el caso hace 24 años y que alegará ante la Suprema este martes.

En esos avances, después de que se comenzara a investigar este caso, siete exmilitares fueron condenados en segunda instancia y sus sentencias fueron confirmadas por los tribunales chilenos. Sin embargo, este martes 18, la Corte Suprema revisará la causa, después de que los imputados negaran haber participado en el asesinato de Jara.

Es en esta ocasión donde los exmilitares presentarán recursos de casación (un recurso extraordinario que busca anular una sentencia judicial) y Caucoto dará el último alegato del caso.

“Me da vergüenza que tuviéramos que esperar 50 años para conocer el resultado de un juicio de un crimen atroz. Pero uno también tiene que conjugar una serie de factores, porque los juicios en Chile comenzaron recién el año 2000, cuando se designaron los jueces de derechos humanos con dedicación exclusiva. Antes no hubo justicia. No hubo nada”, dijo el abogado al medio español.

Y es que el caso de Víctor Jara estuvo más de dos décadas cerrado, sin ningún procesado, pero tras la detención de Pinochet, Caucoto pudo desarchivar el proceso. Los siguientes años, los obstáculos para lograr esclarecerlo llegaron: “Le preguntamos al Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada, a Carabineros, a la Policía de Investigaciones y nadie sabía… Era manifiesto el interés de que no se investigara”.

Sin embargo, el día para intentar darle un cierre al caso llegó para sus familiares: ”El de Víctor era un crimen que estaba construido para que no se resolviera jamás, para quedar archivado en el cajón de algún tribunal. Por eso es tan valioso que se haya llegado hasta dónde se llegó. Porque, con todas las dificultades, si hay compromiso de los jueces, tú puedes aclarar todos los crímenes”.