Elísabet Benavent: “Como la novela romántica es un género escrito por y para mujeres, siempre te tachan de frívola”

Elísabet Benavent. Foto: Luis Sevilla / LT.

La autora española superventas, uno de los nombres referentes de las novelas románticas, estuvo en Chile presentando su última novela Cómo (no) escribí nuestra historia. En esta charla se explaya sobre el libro, pero también por qué piensa que hay paternalismo en el mundo literario y su experiencia siendo una autora best seller.


Una pregunta constante en las entrevistas le gatilló una idea a la escritora española Elísabet Benavent (39). Conocida por sus novelas románticas, siempre le inquirían si acaso ella retrataba sus propias vivencias en sus libros. “A los compañeros que escriben thriller no veo que se les pregunte si tienen un cadáver enterrado en su jardín (ríe). Pero en el caso de quienes hacemos literatura romántica, se da por sentado de que nuestra ficción es menos ficción”. Por ello, decidió tomar una salida y hacer una trampa.

La protagonista de su nueva novela Cómo (no) escribí nuestra historia (Suma de letras), también es escritora, se llama Elsa, y también tiene una exitosa saga de novelas llevadas a la pantalla grande, tal como Valeria, la popular serie de Netflix realizada a base de la saga escrita por Benavent. Sin embargo, pese a esas coincidencias con su personaje, Benavent asegura que es un truco.

Elísabet Benavent. Foto: Luis Sevilla / LT.

“Parece que estoy hablando de mí, pero es ficción. Es un juego entre el lector y la autora. Es una situación que puede parecer verosímil, parece que todo lo que te estoy contando me ha pasado a mí, pero estoy contando una historia de ficción y es el lector quien decide lo que cree o no, sabiendo la premisa tramposa de que no hay nada más mentiroso que una verdad a medias”.

Benavent, originaria de Valencia y residente en Madrid, es una autora superventas con sus novelas románticas, y recibe a Culto en las oficinas de Penguin Random House. Vino por 4 días a Chile para presentar su novela en una charla en el Teatro Oriente, el pasado jueves 5, a tablero vuelto, pues tiene una fiel fanaticada en esta larga y angosta faja de tierra, que la sigue en su siempre activa cuenta de Instagram (@betacoqueta). Pese a las extensas horas de vuelo entre la madre patria y nuestro país, se le nota bastante fresca y entusiasta. El Jet Lag no le ha afectado en demasía.

Como decíamos, Elsa es escritora y pasa por una crisis creativa que la obliga a tomarse unas vacaciones, en las que -como no- se enreda en unos romances. Si bien la novela trata de amor, también ofrece una mirada del mundo literario “desde adentro”.

“En este libro quería hablar de muchos tipos de amor y de muchos tipos de amantes. El amor que sentimos por nuestra vocación, el amor por nuestra familia, por nuestros amigos, el amor propio. También el amor sano. Y también quería enfocar el amor romántico desde el típico círculo vicioso en el que te metes”.

Elísabet Benavent. Foto: Luis Sevilla.

¿Cuál fue la principal dificultad para construir esta novela?

Hablar de amor es complicado, sobre todo en estos tiempos en los que la idea del amor está en deconstrucción, además porque es una idea que creo que está en continuo movimiento, porque va cambiando conforme cambiamos nosotros. Pero al final lo más difícil de esta novela ha sido crear una ficción que se sienta completamente ficción a partir de elementos reales.

Hay una parte donde Elsa va al Sant Jordi (el Día de Libro en Barcelona) y un escritor más viejo opina “hoy cualquier Youtuber escribe un libro”. Tú de alguna forma estás muy relacionada con las redes sociales. ¿Sientes que de alguna forma hay un desprecio o animosidad del mundo literario hacia el tipo de libro que tú publicas?

Yo creo que hay mucho prejuicio en cuanto a géneros, sobre todo desde el sector literario hacia lo más comercial. Se presupone que cualquier cultura de entretenimiento es mala per sé. Entonces nunca te van a mirar, nunca vas a ser de su club, porque ellos sienten que tienen la crítica de su lado. Y yo nunca he sido demasiado fan de los prejuicios. Soy una persona que lucha por no tenerlos, ni en lo musical, en lo artístico, ni en ningún sector de mi vida. Me parece que hablan más de la persona que tiene el prejuicio que del objeto prejuiciado. Pero al final hay que pensar que a nosotros quienes nos validan son los lectores. Entonces el público es soberano, nadie es quién para decirle al lector lo que debe o no leer. A mí lo que me preocupa es no decepcionar a mi lector.

¿Y cómo llevas la presión de ser una autora superventas?

Da cierto vértigo. Y sí que se siente un poco de presión, una presión autoimpuesta. Te vuelves una persona muy autoexigente porque al principio en los primeros libros no tienes nada que perder. Todo lo que puedes hacer es ganar. Entonces, cuando empiezas a alcanzar ya cierto nivel de ventas, el miedo que hay es no cubrir el éxito que ha tenido el libro anterior, el miedo a no cubrir cifras porque vas a decepcionar a tus editores. Entonces se crea una presión autoimpuesta que en realidad no te hace disfrutar el proceso del todo. Siempre estoy pensando que va a ir mal, entonces estoy mega preparada para el momento en que deje de vender.

Elísabet Benavent. Foto: Luis Sevilla.

En la novela se aborda el mundo literario, ¿qué cosas te gustan y cuáles no?

Lo que me gusta, es que en la ficción hay una especie de paraíso en el que te puedes perder, en el que siempre va a pasar lo que tú quieras. Puedo ser quien yo quiera, puedo vivir mil vidas. Todo el proceso de escritura me gusta mucho. Y sobre lo que no me gusta: las giras de promoción. Son agotadoras y son muy duras porque tienes que dejar tu casa y tu rutina. Creo que lo que menos me gusta de este trabajo es que te aleja de rutinas a las que te puedes acoger para tener una vida más sana.

¿Hay machismo en el mundo literario?

Hay mucho paternalismo. Lo que pasa es que hay géneros como la comedia romántica que tienen como unas muletillas asociadas. Como es un género escrito por y para mujeres, existe esa visión un poco paternalista de que “ay, la niña escribiendo libritos de amor” y que siempre te tachan como de frívola, de soñadora, de tener síndrome de Peter Pan. Sobre todo cuando una mujer decide, por ejemplo, no ser madre, como es mi caso, y te dicen “te vas a arrepentir cuando ya no puedas”. Además te dicen, “¿Y no quieres escribir otras cosas?”, ¿Y por qué las tengo que escribir? Pero creo que es más una cosa de herir al género de la comedia romántica.

Ya que vienes a Chile, ¿conoces autores chilenos?

Soy una gran admiradora de Isabel Allende. El primer libro adulto que leí por elección propia fue La casa de los espíritus. Hace unos años tuve la oportunidad de conocerla, y siempre vas con miedo cuando conoces a alguien a quien admiras y fue mejor de lo que me imaginaba. También me gusta Roberto Bolaño.

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