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Eddington: el nuevo rol de Pedro Pascal y una perturbadora sátira sobre Estados Unidos

Este jueves 11 se estrena en los cines locales la última de las películas de la estrella durante este 2025. Western con tintes de comedia negra, el filme sigue los desconcertantes sucesos que remecen a un pueblo de Nuevo México durante las primeras semanas de la pandemia de Covid-19. Aunque el protagonista es Joaquin Phoenix, el actor chileno vuelve a acaparar entusiastas comentarios.

Eddington: el nuevo rol de Pedro Pascal y una perturbadora sátira sobre Estados Unidos

Si su agenda no estuviera siempre plagada de tantos compromisos, Pedro Pascal debería haber asistido al Festival de Cannes 2023. Así, se habría unido en la alfombra roja a Ethan Hawke y Pedro Almodóvar, su compañero de elenco y director en Extraña forma de vida (2023), un western de 31 minutos sobre dos hombres que se reúnen décadas después de un apasionado encuentro. En aquella ocasión las filmaciones de Gladiador II (2024), de Ridley Scott, impidieron su viaje a la Costa Azul.

El actor chileno tuvo revancha este año. En mayo pasado, apenas un par de semanas después de que HBO emitiera aquel capítulo tan comentado (y dramático) de la serie The last of us –y antes de que se embarcara en la promoción de Los Cuatro Fantásticos: Primeros pasos–, aterrizó en Cannes para presentar Eddington, un western –otro– ambientado en un pueblo de Nuevo México en 2020. La cinta compitió por la Palma de Oro, premio que terminó ganando el iraní Jafar Panahi por It was just an accident.

Foto: Gareth Cattermole / Getty Images

Fue en esa oportunidad, en su primer encuentro ante la prensa, que la estrella pronunció las palabras que se viralizaron: “Creo que el miedo es la manera a través de la cual ellos ganan, así que sigan contando historias, sigan expresándose y sigan luchando por ser ustedes mismos. ¡Que se jodan quienes intentan asustarlos! Hay que resistir. Contar historias es una forma perfecta de hacerlo. No dejemos que ganen”.

Si bien estaba intentando responder a una pregunta que aludía al miedo que se ha esparcido a raíz de la deportación de inmigrantes de Estados Unidos que ha impulsado Donald Trump, en verdad no se alejaba demasiado de lo que plantea la nueva película de Ari Aster. Eddington –que debuta el próximo jueves 11 en cines chilenos– es una oscura sátira que el responsable de Midsommar (2019) escribió “en un estado de miedo y ansiedad por la situación actual del mundo”, y donde deposita sus observaciones sobre la división de la sociedad norteamericana y sobre las interacciones humanas en la era de las redes sociales, las fake news y las teorías conspirativas. El momento en que sitúa la historia no es azaroso: mayo de 2020, plena pandemia de Covid-19.

Pascal reconoció que “tenía mucho miedo de volver” a ese episodio de la humanidad. “Después de leer su guión, sentí que había plasmado en él todos mis peores temores sobre la experiencia del confinamiento y todo lo que podría llegar a provocar la fragmentación de una sociedad ya de por sí fracturada. Esa sensación de una realidad cada vez más inestable, que finalmente desemboca en un punto de no retorno, como si no hubiera vuelta atrás. Ese miedo me abrumó por completo. Es reconfortante que Ari lo confirme. Tenías razón”, explicó, apuntando con una sonrisa a su director.

Richard Foreman

El pueblo que da título al largometraje es un poblado minúsculo de Nuevo México que colinda con territorio protegido por las tribus indígenas. Joe Cross (Joaquin Phoenix), sheriff del condado de Sevilla, está preocupado de garantizar el bienestar de una comunidad en la que no ocurre mucho. Pero, como sabemos, durante la pandemia hasta el grupo humano más apacible sufrió un fuerte remezón. En el caso de Eddington eso se traduce en disputas sobre el uso de mascarillas y otras restricciones sanitarias que van generando una creciente tensión. El propio Joe, asmático, se resiste a ponerse tapabocas y no duda en salir en defensa de un hombre mayor al que se le niega el ingreso a un supermercado.

Su oposición a las normas sanitarias agudiza su confrontación con Ted Garcia (Pedro Pascal), el alcalde del pueblo. Siempre compuesto –y dichoso con la construcción de un data center en la zona–, el político intenta hacerle ver que es importante que respete el distanciamiento social y use barbijo. Su contraparte lo detesta no sólo porque parece representar todo lo que odia, sino que también porque, años atrás, cuando ambos eran jóvenes, Ted y la esposa de Joe, Louise (Emma Stone), tuvieron una breve relación amorosa. El sheriff está plenamente convencido de que el trauma de su pareja –una inexpresiva mujer que confecciona muñecas– tiene su origen en que su rival la habría abusado sexualmente, algo que ella no refuta. Iracundo, se propone arruinar a su oponente y juntar los votos para derrotarlo en la elección que se avecina.

Las respectivas familias de cada uno permiten que la cinta sume más temas a su exploración. Dawn (Deirdre O’Connell), la suegra de Joe, consume a diario contenido que refuerza su idea (falsa) de que la pandemia fue creada artificialmente y que el virus no nació en Wuhan, la “zona cero” según la OMS. Por su parte, Eric Garcia (Matt Gomez Hidaka), el hijo de Ted, es un adolescente muy activo en redes sociales y desempeña un rol clave cuando la juventud de Eddington reacciona frente al asesinato de George Floyd a manos de la policía en Minneapolis, Minnesota.

Richard Foreman

Así, desde la crisis sanitaria de 2020 hasta el auge del Black Lives Matter y el compromiso vacío de cierto segmento de la sociedad con las causas sociales, Ari Aster llena de trazos el lienzo de su sátira sobre los últimos años de Estados Unidos. Desde su perspectiva, la propagación del Covid-19 fue el momento en que las democracias liberales colapsaron y se consolidó la era del “hiperindividualismo”. “Quería intentar ofrecer una visión más amplia y mostrar cómo se siente vivir en un mundo donde ya nadie puede ponerse de acuerdo sobre lo que es real”, declaró en Cannes.

“Para mí el filme trata sobre qué sucede cuando personas muy aisladas que viven en su propia realidad entran en conflicto entre sí. Y cómo se crea una nueva dinámica cuando empiezan a interactuar. A partir de ahí, las personas empiezan a alimentar los miedos y la paranoia de los demás, lo cual resulta peligroso”, anotó.

El largometraje no es precisamente una experiencia grata para el espectador. Ninguna de las obras de Aster lo es, ni sus dos producciones de terror (Hereditary, Midsommar) ni la neurótica y absorbente Beau tiene miedo (2023), pero su nuevo trabajo supone un reto mayor para el público: mirar de frente una época desagradable y hacerlo mediante un personaje –el sheriff– que no es ningún encanto y que va perdiendo la cordura conforme se precipitan los acontecimientos.

Los más entusiastas aplaudieron el atrevimiento del realizador y su habilidad para no caer en el dogmatismo. “Eddington es una hilarante terapia de grupo. Sospecho que Aster sabe que si leemos un artículo de prensa sobre alguien como Joe, no sentiríamos ninguna empatía por él. En cambio, Aster nos obliga a ponernos en el lugar de Joe y nos sumerge en esta aventura enredada y amargamente divertida”, analizó Los Angeles Times.

Richard Foreman

Más cautelosa, la revista Time expuso que “Eddington es una película inteligente y reflexiva. Pero Aster intenta abarcar demasiado (...) Una de las fortalezas de Eddington es que, aunque trata sobre gente preocupada por la política y una sociedad sometida a una gran presión, Aster no pretende dar lecciones”.

“Me parece que, más allá de ser una película sobre el internet, es una historia sobre cómo las redes sociales y el acceso a la información, que ahora ya no siempre es verídica, le han dado visibilidad y proyección a las cosas más oscuras de la condición humana, que siempre estuvieron ahí pero ahora se comparten a millones de personas alrededor del mundo”, comenta a Culto el crítico de cine Carlos Aguilar, para quien “Eddington sí es sobre el momento actual en Estados Unidos, pero va más allá de lo local en un mundo tan globalizado y conectado”.

¿Era el instante adecuado para arremeter con este retrato de época? Liz Shannon Miller –quien en su crítica para Consequence valoró que el director aborde este período “en toda su fealdad”– estima que sí. “Creo que ya ha sido proclamada como una representación precisa, y que logra un equilibrio entre una perspectiva histórica (que sólo se obtiene con un poco de tiempo y distancia) y a la vez resulta lo suficientemente relevante y auténtica como para captar muchos detalles que de otro modo podrían olvidarse”, señala en diálogo con este medio.

En la piel de un alcalde

La tan esperada pregunta: ¿qué tan grande es el rol de Pedro Pascal en Eddington? Seguramente menos grande que lo que sugería la sinopsis que se liberó antes de su estreno mundial (“un enfrentamiento entre el sheriff de un pequeño pueblo y el alcalde desata un caos cuando vecinos se enfrentan entre sí en Eddington, Nuevo México”), pero de todos modos es clave para el desarrollo de la historia.

“Me sorprendió, quizá pensaba que el personaje de Pedro Pascal tendría más peso en la trama”, indica a Culto el crítico Carlos Aguilar. “Esperaba que tuviera más escenas o que la historia se adentrará más en su pasado y su relación con su hijo. Pero la escena donde su personaje humilla a Joe es el momento más álgido de su participación. Lo que sí, Pascal viste muy bien la imagen de un político que exuda honestidad y convicción. Le crees que sus intenciones son buenas, aunque después también hay matices de oscuridad”.

Liz Shannon Miller brinda una opinión diferente; “Que Joe fuera el protagonista no me sorprendió, porque esta es como la décima película en la que Pedro Pascal ha participado en los últimos dos años, así que sabía que su presencia sería secundaria; además, Joaquin parece ser la musa actual de Ari Aster”. Y añade: “Creo que lo más subversivo es que, si bien Joe es el protagonista, no es un personaje con el que uno simpatice, sobre todo al final”.

En tanto, el portal RogerEbert.com lo destacó como “efectivo”. La revista Time, en un probable guiño a su rol en Amores materialistas, otro de sus estrenos 2025, aseguró que “Pascal es bueno interpretando este tipo de personajes seductores y poco fiables”. Como sea, Eddington reafirma su interés en comprometerse con ficciones desafiantes y su negativa a quedarse recluido únicamente en el mundo de las superproducciones (en 2026 lo veremos en Avengers: Doomsday y en la cinta que continúa los hechos de la serie The Mandalorian), una posibilidad tentadora considerando el estatus que ha alcanzado en Hollywood.

Su último proyecto camina en la misma dirección: se uniría al actor Danny Ramirez en De noche, un largometraje que en 2024 quedó sepultado después de la salida a última hora de –coincidencia– Joaquin Phoenix. El filme, un drama sobre dos enamorados que viajan de Los Angeles a México en los años 30, es dirigido por Todd Haynes, el renombrado cineasta detrás de películas como Velvet goldmine (1998) y Carol (2015), y es producido por Christine Vachon, una de las realizadoras más importantes de las últimas décadas de la escena independiente de Estados Unidos.

Richard Foreman

Según las fuentes consultadas por Deadline, la idea sería que el rodaje comience a principios de 2026 en Guadalajara, México. Aunque, como suele ocurrir en esta era de estrellato absoluto del intérprete, todo estaría sujeto a su apretada agenda.

Lo más inmediato para Pascal es la gala de los Emmy que se realizará el próximo domingo 14, donde compite por segunda vez como Mejor actor de serie de drama en reconocimiento a su papel en The last of us. Tras no ganar en la ceremonia de enero de 2024, ahora va por la revancha.

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