Por Gonzalo ValdiviaJennifer Lawrence a fondo: “Ser dirigida por Martin Scorsese es el mayor honor”
La ganadora del Oscar protagoniza Mátate, Amor, la versión cinematográfica de la novela en que Ariana Harwicz desmitifica la maternidad, ya en cartelera en salas chilenas. Aquí, en entrevista con Culto, desmenuza la conexión personal con su personaje, detalla la posición que adoptó ante Hollywood y adelanta su próximo filme junto al director de Buenos Muchachos y Leonardo DiCaprio.

Fue Martin Scorsese quien facilitó todo el armado de Mátate, amor. En plena pandemia, quedó encantado con el libro de la escritora argentina Ariana Harwicz (Matate, amor, con acento en la segunda “a”) y decidió comprar los derechos para llevarlo al cine. Se puso en contacto con Jennifer Lawrence, plenamente convencido de que la ganadora del Oscar era la actriz indicada para que encarnara al personaje principal, una mujer que se rebela ante la maternidad. Probablemente no alcanzó a dimensionar el impacto que generaría en la intérprete la lectura de la novela y la propuesta que le puso sobre la mesa.
“Cuando leí el libro, llevaba seis semanas de posparto con mi primer hijo, y estaba teniendo un posparto muy agradable”, cuenta desde Roma, a través de Zoom, pero con la cámara apagada. “Me sentí conectada de inmediato, como si estuviera en una especie de burbuja de amor, lo que creo que fue muy importante. Debido a que me sentía tan segura emocional y mentalmente, pude leerlo, mirar debajo y de alguna manera ir allí mentalmente. Si yo misma hubiera estado lidiando con esos mismos problemas, creo que habría sido muy difícil verlo, porque habría querido evitar sentirme así”.

La actriz –una de los mayores talentos de su generación– terminó involucrada en la producción de la película e hizo todo lo que estuvo a su alcance para que la escocesa Lynne Ramsay se uniera como directora. Responsable de sólo cuatro largometrajes en cerca de 20 años –desde Ratcatcher (1999) hasta You were never really here (2017)–, ha dejado su impronta con un cine incómodo y punzante, y parecía una opción remota para un proyecto que ya había recorrido un importante trecho. Pero aceptó la invitación.
La conjunción de los talentos se puede ver en cines chilenos a partir de este jueves 6 de noviembre, por lo que ya está en cartelera. Ambientada en Montana, la cinta sigue a Grace (Lawrence) y Jackson (Robert Pattinson), una joven pareja que se muda a la tierra de origen de él. Al principio la situación es inestable, pero luego todo se termina de derrumbar cuando se convierten en padres y Grace comienza a lidiar con sentimientos de aislamiento y angustia psicológica.
Si en la conferencia de prensa en el Festival de Cannes 2025 la actriz no tuvo problemas en contar que esperaba a su segundo hijo –y tenía cuatro meses y medio de embarazo– cuando comenzó el rodaje, ahora es igual de abierta en su relato.

“Mi identidad cambió por completo cuando di a luz. Soy la madre de alguien y es un proceso de adaptación. Aunque, como dije, tuve un posparto agradable, sigo pensando: Dios mío, mi vida es diferente, cada día es diferente. Y creo que esos son algunos de los muchos sacrificios que uno hace como padre. En mi caso, con alegría, amas a alguien mucho más que a ti mismo, mucho más de lo que jamás imaginaste que podrías amar a alguien, y eso moldea todo lo que hago”, apunta.
Luego comparte que sufrió de depresión posparto después de su segundo embarazo. “(Antes) he sufrido depresión y ansiedad. He experimentado esos sentimientos, pero al interpretar un personaje, se trata más de construir su experiencia y cómo reacciona ante ella. Se trata de acumular estos sentimientos, de poder reconocerlos o identificarme con ellos, y luego simplemente añadirlos a una paleta que colorea al personaje y le da más dimensión”.
-¿Cómo fue su proceso creativo junto a Lynne Ramsay? ¿Tuvo libertad para aportar su propia experiencia durante el proceso?
Sí. Lynne también es madre, y Rob (Pattinson) tenía un bebé recién nacido. Rob y yo tenemos pareja, así que había mucho que podíamos aportar. Estas experiencias no son literales, es como tomar algo, darle la vuelta, manipularlo y añadirle dimensión. El trabajo de Lynn como cineasta es tan emotivo y está tan basado en las emociones que gran parte del trabajo en la preparación es anterior y ocurre en las conversaciones sobre los personajes. Así que cuando llegas ahí, ella en realidad se aleja y observa después de haber construido este mundo.

-¿Cómo fue interpretar a un personaje tan impredecible?
Siendo sincera, es muy divertido interpretar a alguien sin filtro, que ignora las consecuencias, que es impulsiva. Eso es muy liberador, por lo que me divertí mucho. Obviamente fue difícil porque soy madre y esposa, y esta era mi primera vez interpretando a una madre después de convertirme en madre, así que me costó desvincularme de mis instintos –en los que normalmente confío al actuar– y separarlos de Grace. Yo tendría un instinto y pensaría: bueno, por supuesto que ella no haría eso, o yo no haría eso. Pero tuve que separar eso de lo que Grace pensaría o cómo reaccionaría ante algo.
-¿Alguna vez durante el rodaje sintió que tenía que seguirle el ritmo a Robert Pattinson y a la energía que él le aporta a su personaje?
Él aportó muchísimo al papel. Hay un límite a lo que puede existir en la página, en el guión. El verdadero trabajo empieza cuando los actores se reúnen y empiezan a aportar sus propias experiencias. No sé cómo va a resultar una escena hasta que la estamos rodando y Rob me devuelve la energía. Y creo que algo increíble que hizo fue fortalecer mucho más su personaje de lo que aparecía en la página, lo que tuvo un gran impacto. Me dio algo contra lo que luchar y desarrollar en nuestra relación. Pero también mostró cuánto se amaban estas personas, lo que hace que la ruptura y la erosión de su conexión sea mucho más triste.

De las sagas a Scorsese
La noche anterior a la realización de esta entrevista, en medio de una velada de gala en Roma, Jennifer Lawrence firmó libros de Los juegos del hambre. A raíz del estreno de Mátate, amor en el festival de cine de la ciudad, seguramente hubo fanáticos que llegaron con algunos de los tomos de la saga literaria con la que quedó para siempre asociada, por haber dado vida a Katniss Everdeen en cuatro superproducciones durante los 2010. A juzgar por sus palabras, la situación no le incomoda.
“Voy a firmar libros de Los juegos del hambre por el resto de mi vida, y para mí es un gran honor. Creo que esas películas son geniales y muy importantes, y forman parte de mí y de mi pasado”, señala.
Eso sí, reconoce: “Creo que a los veintitantos no sabía realmente qué hacía. Estaba haciendo todo por primera vez y creo que la máquina me decía: bueno, haces esta película, y luego esta va a ser una gran película, así que haces esta otra, y haces aquella otra. Eso fue así hasta que dije: espera un momento. No me sentía en control, ni sentía que las cosas que elegía provenían del lugar correcto, y necesitaba espacio para vivir la vida, aprender de ella y tener más perspectiva para poder reflexionar mejor sobre cómo elijo expresarme artísticamente”.

Aprendió a tomarse respiros y a elegir con pinzas. Después de terminar su compromiso con la saga X-Men, hizo un receso que duró hasta que Adam McKay la convocó para liderar junto a Leonardo DiCaprio la sátira No miren arriba (2021). Su pausa más reciente se inició después de Hazme el favor (2023), comedia en la que asumió el rol de una mujer contratada por dos padres de un joven demasiado tímido para invitar a salir a una chica.
-Hoy es muy selectiva con sus proyectos como actriz y productora. ¿Diría que hacer Mátate, amor la hizo querer seguir haciendo esto toda la vida o reafirmó su idea de tomarse algunos descansos de vez en cuando?
Ambas cosas. Sabes, estoy muy agradecida de que, gracias a la experiencia de mis 20, o simplemente por haber hecho todo ese trabajo, independientemente de si tuve hijos o no a los 30, tengo la libertad de ser más selectiva con mis filmes y puedo ser más reflexiva sobre cómo quiero expresarme creativamente.
“Así que cuando la estaba haciendo (Mátate, amor), estaba emocionada. Estaba emocionada de volver, hacer algo que realmente me entusiasmaba y trabajar con una cineasta con la que siempre quise trabajar y de la que soy una gran admiradora. Y luego también te recuerda lo agotador que es, ya sabes, estás tomando a tu familia, mudándole con ellos a Canadá. Es un trabajo intenso, así que es como un recordatorio de por qué hago esto, que es tan increíble poder procesar sentimientos y expresarme, y luego también esto es intenso. El tener hijos obviamente me ha hecho ser más selectiva con los proyectos que hago”.

El proyecto más inminente en su agenda es nada más y nada menos que el nuevo largometraje de Martin Scorsese, que se comenzaría a filmar a principios de 2026. Su primera cinta como director desde Los asesinos de la Luna (2023) se basa en la novela What happens at night, de Peter Cameron, y tendrá a Leonardo DiCaprio y Lawrence como protagonistas. Según ha contado el actor, se ha estado preparando volviendo a ver Vértigo (1958), de Alfred Hitchcock, lo que sugiere el tenor del asunto.
“Que Martin Scorsese me dirija es simplemente abrumador. Es el honor más grande. Y estoy muy emocionada de volver a trabajar con Leo, porque es tan amable y tiene tanto talento, y lo pasé genial trabajando con él. Así que estoy muy emocionada”, expresa.
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