Descoordinaciones y nuevos apoyos de diputados alargan suspenso por reforma de autopréstamo

Hemiciclo de la Cámara de Diputados

Si bien el objetivo del gobierno era votar el martes el proyecto, algunas desinteligencias y la acumulación de urgencias dictadas por La Moneda terminaron aplazando la votación. Aunque la meta de 89 votos se seguía viendo lejana para aprobar esta suerte de retiro con devolución, más legisladores declaraban estar abiertos a respaldar la iniciativa.


“Discusión inmediata” le dio el gobierno a la reforma constitucional que habilita un nuevo giro de ahorros previsionales, a modo de autopréstamo, con el fin de zanjar la iniciativa sí o sí este miércoles.

La nueva urgencia, que es una facultad exclusiva del Presidente de la República, buscaba evitar a toda costa que este proyecto -que el ministro de Hacienda, Mario Marcel, ha definido como un autoengaño y un retiro encubierto- no se postergue más allá de la semana distrital (del 27 de marzo al 2 de abril), período en que los diputados dejan el trabajo en el Congreso para concentrarse en labores en sus territorios.

En el gobierno y el oficialismo existía el temor de que mientras más días se demorara esta votación, más podría crecer la adhesión a esta reforma, como una suerte de “bola de nieve”. Ese fenómeno ya se vivió entre 2020 y 2021, en que los retiros partieron como aventuras personales de algunos legisladores, pero que luego con la presión ciudadana fueron creciendo.

Inicialmente, la reforma de autopréstamo -a la que La Moneda le ha declarado una abierta oposición- se iba a votar este martes. Estaba en segundo lugar de la tabla.

Sin embargo, en la sesión del lunes quedaron dos proyectos, uno para estudiantes embarazadas y otro de seguridad ciudadana, que gozaban de “suma urgencia”, por lo que la Secretaría de la Cámara automáticamente los puso en las prioridades de la tabla de este martes. Con ello, el autopréstamo bajó del segundo al cuarto puesto, lo que hacía difícil que pudiera comenzar a discutirse. El hecho, además, era un efecto no previsto de la acumulación de urgencias que en los últimos días el Ejecutivo les había dado a los proyectos de seguridad, lo que inevitablemente repercutía en la prelación de la tabla.

Frente al riesgo de que se aplazara la reforma de autopréstamo, la subsecretaria general de la Presidencia, Macarena Lobos -quien está subrogando a la ministra Ana Lya Uriarte, ausente por razones de salud-, le pidió al presidente de la Cámara, Vlado Mirosevic, recabar un acuerdo de los jefes de comités para poner nuevamente en votación el autopréstamo, el martes o bien el miércoles.

No obstante, según la versión del oficialismo, al menos dos jefes de bancada se opusieron: los representantes de la UDI, Guillermo Ramírez, y del Partido Republicano, Benjamín Moreno.

El problema es que, según el testimonio de la UDI y los republicanos, Mirosevic habría consultado una cosa distinta, ya que ellos, al igual que La Moneda, eran partidarios de no aplazar el debate.

“Desde la mesa nos pidieron que el proyecto de autopréstamo se votara el miércoles, nosotros nos opusimos, porque queríamos que se votara el día martes”, relató Ramírez.

“Nosotros estábamos en la misma postura de la UDI, queríamos que se votara el martes”, añadió Moreno.

Independiente de las versiones contradictorias, finalmente el autopréstamo no se pudo votar el martes.

Ante el riesgo de que la presión por la iniciativa siguiera creciendo -más aún si los diputados volvían a votar después de una semana sometidos a la presión social en sus territorios, en ferias o en reuniones con electores-, la subsecretaria Lobos le puso “discusión inmediata” para que el tema se zanjara a más tardar este miércoles.

Consultada ayer por el aplazamiento de la votación, la ministra del Interior, Carolina Tohá -sin saber el detalle de comunicación que se dio entre la mesa y los comités- descartó que obedeciera a una “descoordinación” y señaló que el gobierno consideraba que “no era bueno que se siga postergando una definición en una materia que genera señales confusas y falsas expectativas”.

La subsecretaria Lobos también remarcó que para “el Ejecutivo era importante zanjar de una vez este tema y por eso se tomó la decisión de ponerle urgencia (discusión inmediata) para que se pueda ver esta semana”.

En vista de que se trata de una reforma constitucional que busca sortear la facultad exclusiva del Presidente en materia de seguridad social, el autopréstamo requiere del apoyo de 89 diputados para ser aprobada, es decir, necesitaría del respaldo transversal de varias bancadas, tanto de la alianza de gobierno como de la oposición. Por lo tanto, esa meta aún se veía lejana para los partidarios del autopréstamo. A diferencia, al Ejecutivo le bastarían sólo 67 votos (en contra, abstenciones o ausencias) para sepultar la iniciativa por al menos un año.

Sin embargo, en las últimas horas más diputados han ido sumando su adhesión al proyecto, confirmando los temores de La Moneda. De hecho, si bien el lunes eran solo algunos desmarques, el martes ya la mayoría de las bancadas de RN y el PPD estarían por votar a favor.

Cristián Tapia, jefe de bancada PPD-Independientes, dijo que “siete de los nueve diputados (de ese grupo) estamos convencidos de que vamos apoyar la idea de legislar. Queremos dar esta discusión y no hemos tenido esta discusión como bancada con el gobierno”.

La ministra Tohá almorzó con los diputados de esa bancada para tratar de convencerlos, pero sus gestiones no dieron resultados. Según fuentes de PPD, el encuentro fue tenso.

En tanto, la diputada Sofía Cid (RN) sostuvo que le sorprendía la inclinación a favor que estaba evidenciando en su bancada una idea que “no parece tan mala”. “También llama la atención en la conversación que uno tiene con los colegas, que mucha gente del gobierno está disponible a aprobar”, añadió.

El jefe de bancada de RN, Frank Sauerbaum, afirmó que en su partido “somos partidarios de que se discuta”, es decir, la mayoría estaría por aprobar la idea de legislar con el fin de mejorar el texto en la discusión en particular.

La buena noticia para el gobierno es que la bancada comunista finalmente acordó votar mayoritariamente en contra, tras una reunión almuerzo con la ministra del Trabajo, Jeannette Jara (PC), quien el día anterior llamó a rechazar la iniciativa. El hecho dejó en una posición minoritaria a la diputada Karol Cariola (PC). “Yo ya tuve una posición (a favor) en la Comisión de Constitución y la voy a sostener”, comentó.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.