Ariel Holan: las tareas pendientes del entrenador que busca reeditar su éxito en la UC

Ariel Holan durante un partido entre Universidad Católica y Universidad de Concepcion durante su primer periodo en San Carlos de Apoquindo. Foto: AgenciaUno

El técnico argentino vuelve a San Carlos de Apoquindo luego de pasar por el Santos de Brasil y el León de México. Arriesgado, exigente y apasionado son algunos conceptos que podrían definir a un DT que ya dejó una buena imagen en Universidad Católica. Sin embargo, en su salida de club, tuvo algunas diferencias que hoy busca no repetir.



Con ilusión, y sobre todo esperanza, Universidad Católica anunció el retorno de Ariel Holan. El técnico argentino, quien logró el título de 2020 con los cruzados, regresa a Chile tras dos procesos irregulares. Uno en el Santos de Brasil, club que dejó cuando solo llevaba doce partidos, y otro en el León de México, donde fue subcampeón del Torneo Apertura 2021.

Tras una negociación en que ambas partes tuvieron que ceder en sus pretensiones, el oriundo de Lomas de Zamora arriba con el objetivo de reeditar lo conseguido hace dos años en el plano local y mejorar lo hecho a nivel internacional. En la anterior gestión de Holan, los estudiantiles alcanzaron los cuartos de final de la Copa Sudamericana. Ahora, la meta semestral es avanzar a octavos en la Libertadores. Y, ciertamente, mejorar la magra campaña a nivel local, que le costó el puesto a Cristian Paulucci.

En trece meses, Holan dirigió 47 partidos en Universidad Católica. La mayoría, luego del extenso parón que trajo la pandemia. Registró un 59 por ciento de rendimiento. Sin embargo, los mejores recuerdos para la fanaticada estudiantil son los partidos jugados entre septiembre y octubre de 2021. Allí elenco cruzado alcanzó su peak de rendimiento, venciendo a Gremio e Inter de Porto Alegre en San Carlos de Apoquindo, empatando —y jugando un buen partido— ante América de Cali en Colombia y acumulando una buena racha de triunfos nivel local.

Antes de eso, el plantel aún se estaba adaptando a la mano del entrenador. Luego vino un periodo de mucho desgaste. La acumulación de encuentros, las lesiones y algunas partidas a mitad de temporada, específicamente la de César Pinares, quien era clave en el engranaje del otrora DT de Independiente, alejaron a la UC de su mejor versión. Fue campeón a tropezones, en parte, gracias a la buena cuenta de ahorro que tenía por las unidades de los meses anteriores.

Exigente y arriesgado

Más allá de ese cierre, en Las Condes quedó la sensación de que de los cuatro técnicos campeones quien mejor interpretó las capacidades del grupo de futbolistas fue Ariel Holan. Matías Dituro, Luciano Aued, Raimundo Rebolledo, entre otros, han elogiado al DT por lo que les aportó a su juego.

El ex estratega de Defensa y Justicia es conocido por cultivar una personalidad especial. Apasionada. En Chile dejó varias escenas dando instrucciones desde el banquillo cruzado. Un sello que no esconde. En conversación con El Deportivo, cuando recién arribaba al país, hace más de dos años, lo lucía. “Soy exigente para tratar de conseguir un funcionamiento que haga que el equipo juegue un buen fútbol y sea dinámico (...) En esta profesión necesitas carácter”, declaraba.

Dio varias muestras de ese característica. Recordado, por ejemplo, es el momento en que le gritó a Juan Fuentes. “No demos más pases boludos en la mitad de la cancha”, lo retó, a vista y paciencia de todos. “Es el pase más pelotudo que he visto”, agregó, en la victoria cruzada por 5-3 sobre Deportes Antofagasta. En aquel encuentro, el mediocampista le respondió de la mejor manera: anotó un golazo a la entrada del área.

El modelo Holan tiene fama de arriesgado. La cantidad de lesiones que tuvo en Universidad Católica al cierre de la temporada 2020 se explica, en cierta medida, por la poca cantidad de cambios que realizaba, pese a que era conocido que en un momento tendría a una sobrecarga de duelos. En ocasiones, no movió al equipo en noventa minutos. Esto, a la postre, le significó tener que hacer movimientos inesperados. Ante Universidad de Concepción utilizó a Diego Valencia de volante interior, ante la escasez de variantes.

Ariel Holan celebra el pitazo final en el duelo que consagró a la UC como tricampeón. Foto: AgenciaUno

Otro ejemplo es Marcelino Núñez, quien dio sus primeros pasos profesionales con Holan. Gustavo Quinteros lo subió al primer equipo, pero fue Holan quien lo hizo debutar. Durante la segunda rueda, el volante comenzó a tomar más protagonismo con la partida de Pinares. Pese a esto, las lesiones no lo dejaron tranquilo durante esos meses. Hace un tiempo, en dialogo con El Deportivo, reconoció que el entrenador lo apuraba para poder utilizarlo. “Volvía, porque faltaban jugadores y Holan me pedía (...) me recuperaba no tan al cien por ciento. Entonces me volvía a lesionar. Ya a la tercera vez, paramos”, expresó.

La cualidad de exigente, eso sí, no se remite solo a sus futbolistas. Cuando partió de la UC, en febrero de 2021, fue por la poca ambición dirigencial de cara a los objetivos internacionales para la temporada entrante. “Lo primero es que exista ambición en el proyecto y que haya convicción para ir por más, en la formación, más allá del fin de semana”, declaraba hace tan solo una semana, cuando se le consultaba al respecto de su próximo paradero, cuando parecía que la opción de volver a San Carlos se diluía.

Rápido y vertical

Entrando en la cancha, durante su paso anterior, siempre utilizó el dibujo 4-3-3. Predilecto en la UC de los últimos cuatro años. Ignacio Saavedra exhibió su mejor versión de la mano de Holan, como pivote del equipo. Sus interiores eran Luciano Aued y César Pinares, cuando el seleccionado nacional partió a Brasil, buscó en Marcelino Núñez el hombre capaz de reemplazarlo, pero también sumó protagonismo Diego Buonanotte.

Fernando Zampedri explotó de su mano. El Toro anotó 28 goles en 44 partidos en aquel periodo. Contaba con más ocasiones frente al arco que en cualquier proceso posterior. Los equipos del argentino son profundos y construyen ocasiones basándose en las triangulaciones. Le gusta que sus futbolistas den pases fuertes y que favorezcan al receptor, para que el control los deje en ventaja y con el campo de frente.

Ariel Holan, recibiendo un baño de bebida isotónica en la celebración del tricampeonato cruzado. Foto: AgenciaUno

En este sistema, clave es la participación de los laterales, que deben apoyar de manera sostenida a los volantes. En la UC, Rebolledo expuso un gran rendimiento jugando por la derecha, pero también por la izquierda. Fuenzalida, dado su despliegue, comenzó a ser utilizado de manera fija como carrilero. Antes —con Gustavo Quinteros y Beñat San José— era siempre ubicado arriba.

De cara a este segundo periodo en el club capitalino, Holan ya emitió sus primeras palabras. “Estoy muy contento de poder volver y rememorar recuerdos imborrables que están en nuestro corazón”, dijo en un video expuesto en los canales oficiales del club. “Agradezco a la dirigencia por confiar en nosotros y a los hinchas por sus muestras de afecto durante tantos meses”, agregó, denominando a San Carlos como “su casa”.

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