Por Vicente GonzálezEn el partido 1.000 de Guardiola: Manchester City castiga a un opaco Liverpool y escolta al Arsenal en la Premier League
El español vivió una fiesta total en su millar de compromisos como entrenador, luego de que los ciudadanos golearon por 3-0 a los Reds. Los mancunianos se ponen a cuatro puntos de distancia de los Gunners, que son líderes absolutos.

La Premier League se estrecha en la parte alta de la tabla. Luego de que el Arsenal dejara puntos en la jornada sabatina, el Manchester City hizo valer su localía frente a una opaca versión del Liverpool y lo goleó por 3-0. Los ciudadanos llegaron a los 22 puntos, colocándose a cuatro de distancia de los Gunners, que son exclusivos punteros con 26.
Los Reds, en tanto, acumularon su quinta derrota de la temporada y cayeron al octavo lugar con 18 unidades. Un pobre registro para el DT Arne Slot, que está siendo fuertemente criticado por los malos resultados tras invertir más de 500 millones de euros en el mercado de pases.
La fiesta de Pep
Un duelo de alto vuelo se vivía en la fecha 11 del fútbol inglés. Tras el empate del líder Arsenal ante Sunderland, Manchester City y Liverpool definían este domingo al equipo que se posaría como escolta de la competición de cara a la pausa por la fecha FIFA de noviembre.
Más allá de la expectativa por el cruce entre dos de las escuadras más poderosas del mundo, el compromiso tenía un condimento extra que enaltecía la previa. Se trataba de los 1.000 partidos de Pep Guardiola en su exitosa carrera como entrenador, de los cuales 550 eran en el banquillo de la tienda mancuniana. Dicha cantidad fue suficiente para que el catalán ganara seis títulos de Primera División y la primera UEFA Champions League en la historia del club.
Un hito tan especial como aquel ya auguraba una promesa de partidazo. Y lo cierto es que la acción no tardó en llegar. Cuando el reloj marcaba los 9′, Jérémy Doku aprovechó una desinteligencia entre Ibrahima Konaté y Conor Bradley, robó el balón, se metió al área y fue derribado levemente por Giorgi Mamardashvili. En una primera instancia, el juez no advirtió el contacto, sin embargo, tras revisarlo en el VAR, determinó que existía la infracción.
Como era de esperarse, el balón lo tomó Erling Haaland, que atraviesa una racha goleadora que lo tiene como candidato al Balón de Oro 2026. Sin embargo, para sorpresa de propios y extraños, la jerarquía del noruego no pesó a la hora de rematar desde los 12 pasos, porque el guardameta georgiano se rehízo de su error y le contuvo la pena máxima.
El guante de Mamardashvili le daba vida a los Reds. No obstante, las dudas de Konaté en el fondo echaban por la borda todo lo realizado hasta el momento. El zaguero francés no podía contener los embates del nórdico que, pese a fallar el penal, seguía siendo un problema sin solución. Precisamente, en esa dinámica de dominio de Haaland sobre el defensor central, la primera diferencia se iba a marcar a los 29′. Un centro desde la derecha de Matheus Nunes encontró la frente del Androide, que se elevó en las alturas y dejó sin reacción al golero de la visita.
El tanto del ex Borussia Dortmund obligó a salir del Liverpool que, hasta ese momento, solo apostaba por las transiciones rápidas a través de los contraataques. Los de Arne Slot adelantaron líneas y comenzaron a plantarse en territorio rival, sacando una cuota de ventaja en el balón parado. En una de esas incursiones aéreas, ocurrió la más peligrosa al 38′, cuando un testazo de Virgil Van Dijk, que terminó en gol, fue anulado por una posición de adelanto de Andrew Robertson, quien interfería en la visión de Gianluigi Donnarumma.
Tras la conquista anulada al jugador neerlandés, el que ganaba oxígeno era el City. Los ciudadanos recibieron el aviso y trataron de retomar el protagonismo que habían dejado a un lado producto del relajo. Así, en su misión por machacar a la frágil defensa del Liverpool, encontraron su premio justo antes de que se terminara la primera mitad. El volante Nico González disparó desde fuera del área, el balón se desvió en Van Dijk, y aquello descolocó a Mamardashvili. Un 2-0 que se ajustaba al dominio y que dejaba encaminado el panorama para el complemento.
Goleada en Etihad
La lluvia se convirtió en el protagonista en Etihad Stadium de cara al segundo tiempo. El fuerte aguacero que caía sobre el terreno de juego era un fiel reflejo de lo que pasaba en el compromiso: el City se precipitaba en la búsqueda de más goles y el Liverpool trataba de salir a flote mientras luchaba por no ahogarse.
En pocas palabras, el conjunto de Merseyside hacía agua en el fondo. Doku seguía causando dolores de cabeza a Bradley y Konaté, quienes no lo podían parar. A los 63’, el belga encaró a ambos defensores y los dejó pagando con un furioso remate con comba. Una tarde para el olvido de la última línea de los Reds.
Si bien el Liverpool intentó recortar la distancia en el tablero mediante los intentos de Dominik Szoboszlai y Mohamed Salah, no lograron quebrar la férrea resistencia de Donnarumma, que se alzó con su envergadura en cada una de las llegadas. El italiano cumplió con una sólida actuación, que sirve para poner al City al acecho del Arsenal.
En la próxima fecha, los citizens se enfrentan en calidad de visita ante el Newcastle, buscando reducir aún más la brecha que lo separa de los Gunners, que chocan con el Tottenham en el Derbi del norte de Londres.
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