El Deportivo

Turboman, Felipe Mora y equipos mixtos: los episodios que marcan la desgastada relación entre Gustavo Álvarez y Azul Azul

El técnico tiene grandes diferencias con la dirigencia de la U que lo tienen meditando su salida al final de la temporada.

“Está en evaluación”. Esa es la frase más usada en Universidad de Chile para referirse a la continuidad de Gustavo Álvarez en la banca estudiantil. El técnico más exitoso de los últimos años en la institución no tiene asegurado su futuro en La Cisterna, debido a la desgastada relación que posee con la dirigencia de Azul Azul.

De hecho, el estratega es quien medita seriamente alejarse de la escuadra a la que llegó en diciembre de 2023, por las diferencias que tiene con el bloque controlador de Azul Azul. “En los grupos de trabajo hay puntos de vista distintos. Cuando termine la temporada sacaré conclusiones y miraré para adelante, porque ahora no me lo permito”, reveló Álvarez tras volver a los triunfos en el duelo con Everton.

El quiebre entre ambas partes comenzó en julio de este año, cuando el argentino insistió en la llegada de Eduardo Vargas al plantel y la gerencia técnica no llegó a acuerdo con el goleador de la Generación Dorada.

“Yo la explicación al hincha se la puedo dar de mi lugar, y es ratificar lo que dije en la primera respuesta. Todo mercado es una oportunidad para crecer. Después, mi sentimiento lo dejo de lado, le respondo con absoluta frialdad”, dijo el DT. Sus palabras fueron consideradas como un dardo desde la directiva del club. Álvarez, por primera vez desde su arribo, se quejó públicamente de la dirigencia.

La concesionaria intentó calmar al DT con la llegada de Felipe Mora, el atacante que se coronó campeón en el 2017. Hubo acuerdo entre ambas partes y su arribo estuvo a una firma de concretarse a mitad de temporada. Sin embargo, una serie de cláusulas en su vínculo con el Portland, su equipo en la MLS, terminó frenando su llegada. Pese a esto, se espera que se transforme en el primer refuerzo de la temporada 2026.

Álvarez se molestó por las fallidas negociaciones. Se peleó con varios ejecutivos del club. Más cuando no trajeron ningún delantero y sí ficharon a un volante de corte, Sebastián Rodríguez, quien nunca se ganó la titularidad durante ese semestre.

La barbarie de Avellaneda y clasificar a la semifinal de la Copa Sudamericana, trajeron algo de paz en el Centro Deportivo Azul, pero los reproches del lado de la concesionaria volvieron tras el empate con La Serena en la Liga de Primera a fines de septiembre. Esa vez, Álvarez optó por un equipo alternativo para enfrentar a los granates y eso no le gustó nada a los controladores de la sociedad anónima universitaria, pues consideraban que había suficiente tiempo de descanso para estar peleando en ambos frentes. En la estadía en la Cuarta Región, que duró cerca de una semana, luego que los azules decidieran quedarse en la zona tras enfrentar a Alianza Lima, por los cuartos de final de la Copa Sudamericana, el DT se quejó de las canchas de entrenamiento y de los traslados. No quedó conforme con la logística.

No sentirse escuchado a la hora de la conformación del plantel y que cuestionaran sus decisiones técnicas alejaron definitivamente al director técnico de la directiva encabezada por Michael Clark. “Mantengo lo que dije siempre, a fin de año analizo los procesos. Mientras tanto, pensar en otro destino para 2026 sería quitarle energía que la gente ahora se merece (en la U). Cuando termine el campeonato, recién ahí voy a mirar para adelante”, repitió este miércoles por la tarde.

Clark y Álvarez caminando en el CDA. Foto: @udechile. Nicolas Maldonado

La cláusula de Álvarez

Álvarez tiene a su favor haber roto la larga maldición que tenia la U en el Monumental y disputarle el torneo 2024 a Colo Colo hasta la última fecha, con final polémico, clasificar a la fase de grupos de la Copa Libertadores, tras largos años de ausencia, la semifinal de la Copa Sudamericana de este año y aunque no logró campeonar este 2025, aún mantiene a su oncena peleando el cupo que queda para meterse -de nuevo- en la fase de grupos de la Libertadores 2026 (está a sólo tres puntos de Universidad Católica) quedando cuatro fechas por jugarse.

Y esto lo hace valer, en las conversaciones que ha sostenido con los directores de la compañía y en sus apariciones públicas. Pero esto no sería suficiente para el bloque controlador. De hecho, algunos dirigentes quieren que se concrete alguna de las ofertas que ha recibido y se vaya en diciembre próximo.

Su salida, sin embargo, no está exenta de problemas. El DT tiene contrato vigente hasta diciembre de 2026 y su cláusula de salida es de 1,2 millones de dólares. Por lo mismo, si algún club lo quiere debe pagar esa cantidad de dinero y Azul Azul no ha mostrado interés en rebajarla.

Sin embargo, ambas partes esperaran a que termine la temporada para analizar, con los resultados en la mano, cuál será el futuro del adiestrador y no se descarta una negociación para rebajar este monto y allanar una salida si la relación no mejora. “Veo un cuerpo técnico enfocado en cerrar bien el año. A final de temporada vamos a evaluar y nos vamos a sentar para saber qué es lo mejor. Ya llegará ese minuto“, dijo Michael Clark.

El mismo que, tal como alguna vez acusó a que periodistas fanáticos de Colo Colo inventaban cosas malas de la U, otra vez culpó a la prensa de publicar rumores. “Nos quedan unos partidos muy importantes, hoy estamos enfocados en eso. La mayoría de las cosas negativas que se dicen de la U, son falsas. Las hacen periodistas que la fuentes son las del asado”, concluyó el presidente de Azul Azul.

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